La falta de viviendas adecuadas en América Latina y el Caribe continúa siendo un problema a pesar del crecimiento económico sostenido que ha experimentado la región por más de una década. Un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado «Un espacio para el desarrollo: los mercados de la vivienda en América Latina y […]
La falta de viviendas adecuadas en América Latina y el Caribe continúa siendo un problema a pesar del crecimiento económico sostenido que ha experimentado la región por más de una década.
Un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulado «Un espacio para el desarrollo: los mercados de la vivienda en América Latina y el Caribe», revela que una de cada tres familias de la región habita en una vivienda inadecuada, construida con materiales precarios o carente de servicios básicos.
«Casi dos de las tres millones de familias que se forman cada año en ciudades latinoamericanas se ven obligadas a instalarse en viviendas informales, como en las zonas marginales, a causa de una oferta insuficiente de viviendas adecuadas y asequibles», asegura el estudio.
Según el informe, de los 130 millones de familias que viven en las ciudades latinoamericanas y caribeñas, 5 millones están obligados a compartir vivienda con otra familia, 3 millones residen en viviendas irreparables y otros 34 millones habitan en inmuebles que carecen de títulos de propiedad, agua potable, saneamiento, pisos adecuados o espacio suficiente. A esto se suma que muchas de estas viviendas se encuentran ubicadas en barrios que no tienen facilidades urbanas básicas como transporte público, parques o servicios de salud.
El BID recomendó a los gobiernos «incrementar la inversión en obras básicas de infraestructura y modernizar la normativa legal a fin de acrecentar la oferta de lotes con servicios básicos y seguridad en términos de posesión legal para familias de bajos ingresos».
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