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Hacia un mundo de bloques

Crisis e Integración estratégica

Fuentes: Alainet

UNO El mundo vive una crisis global que se manifiesta a nivel político y económico, pero se evidencia también en el ámbito multilateral regional y global. Hay una crisis económica visibilizada en Europa, sobre todo, y Estados Unidos. Hay una crisis de la gobernanza mundial evidenciada en el papel cada vez menos trascendente con pérdida […]

UNO

El mundo vive una crisis global que se manifiesta a nivel político y económico, pero se evidencia también en el ámbito multilateral regional y global.

Hay una crisis económica visibilizada en Europa, sobre todo, y Estados Unidos. Hay una crisis de la gobernanza mundial evidenciada en el papel cada vez menos trascendente con pérdida de credibilidad de la ONU (Organización de Naciones Unidas), y en la sobredimensión de un Consejo de Seguridad que sigue representando un momento histórico ya pasado y superado. Hay una crisis del multilateralismo tradicional, manifestado en la ONU, pero también en el sistema interamericano con una OEA (Organización de Estados Americanos) cuestionada. Hay una crisis de las multilaterales de crédito cada vez menos creíbles en el Norte y en el Sur, más allá de algunos grupos interesados. Hay una crisis del comercio mundial evidenciado en los traspiés de la OMC (Organización Mundial de Comercio), que finalmente recurre a un suramericano para intentar salir de su pozo, en la especulación con los alimentos, y en la promoción de un consumo parásito para que el sistema financiero sobreviva otorgando créditos no productivos. Y dentro de esa crisis mundial podemos también colocar el fortalecido crimen organizado global y en red, cada vez más vinculado a instancias de poder político y económico en todo el mundo. Pero la crisis no toca al Imperio.

Al decir de Toni Negri, hoy el imperio asume formas y connotaciones distintas al imperio tradicional. Se trata de una especie de coalición mundial integrada por países, grandes corporaciones, sistema financiero global, ciertas multilaterales, entidades de arbitraje internacional, y otras tantas instancias entrelazadas entre sí y al servicio de un poder global, unipolar, que se resume en lo que para Negri es el Imperio.

La crisis no toca al Imperio en esta nueva definición, son los procesos integradores que hacen emerger un mundo diverso contrapuesto al pensamiento único del mundo homogeneizado política, económica, comercial y culturalmente. Son los procesos integradores de nuevo tipo los que se oponen al Imperio.

Son, también, esos procesos integradores los que hacen surgir una nueva propuesta multilateral. Ante la crisis del multilateralismo tradicional surge un nuevo multilateralismo que se fortalece en nuevas expresiones como los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y en procesos integradores como los que se dan en América Latina, Eurasia, Asía y África. Procesos estratégicos hacia un mundo de bloques, multipolar. La UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) es uno de los mejores ejemplos de proceso integrador estratégico de nuevo tipo.

DOS

En 2010 cuando Ecuador asumió la PPT (Presidencia Pro Témpore) de la UNASUR, se trazaron varios objetivos y una agenda para desarrollar y proyectar la Unión hasta ese momento todavía incipiente.

Era muy importante lograr la ratificación del convenio por los países necesarios, porque hasta ese momento habían ratificado solo tres naciones y, si se demoraba, podía ponerse en cuestión la validez jurídica de la Unión.

También era necesario proyectar la Secretaría General organizando el funcionamiento de la sede en Quito y nombrando al Secretario General. Un tercer punto fundamental era armar una agenda de actividades para proyectar y desarrollar los Consejos y la Unión en general.

Estos tres puntos llevaban a consolidar la institucionalidad e iniciar un posicionamiento regional y mundial de UNASUR.

Muchos viajes, reuniones y más reuniones, llevamos adelante el canciller de Ecuador Ricardo Patiño y yo como Vicecanciller, para lograr el compromiso que habíamos asumido con el presidente Correa, quien mantuvo un apoyo permanente.

Finalmente con el aporte de las instancias necesarias en la Cancillería ecuatoriana, luego que una reestructura le diera más dinamismo para moverse a nuestro ritmo, y de los ministerios involucrados en los consejos sectoriales, logramos los objetivos planteados para el año de gestión. Mientras, también se llevaban adelante decenas de otros temas estratégicos y coyunturales desde la Cancillería.

Algún día se escribirá sobre ese trabajo y en especial sobre las tareas relacionadas con la integración. Pero recordar en forma resumida la gestión por UNASUR, es recordar que las acciones concretas en la práctica fueron producto de una política integradora mandatada por la Constitución aprobada en 2008, pero teorizada antes en el programa de gobierno, y consolidada después en nuestros análisis durante la gestión. Teoría y práctica se complementaban y retroalimentaban.

Finalmente UNASUR tuvo la proyección y el avance que se buscaba en ese periodo, que coincidió también con el nombramiento de Néstor Kirchner como Secretario General.

Néstor puso las bases políticas de la Secretaría. Luego Ema Mejía y Alí Rodríguez fortalecieron el proceso institucional. Rodríguez, además, aportó una base teórico-práctica a UNASUR con su propuesta sobre los recursos naturales como eje integrador. Ahora estamos en otro momento histórico y la coyuntura exige consolidación institucional definitiva y proyección de la Unión hacia un mundo de bloques.

TRES

A fines de agosto Perú entrega la PPT de la Unión de Naciones Suramericanas a Surinam. Cada traspaso de la PPT es un hecho sumamente importante porque va integrando a todos los países de forma directa en la construcción de la Unión en la práctica. Surinam se ha involucrado previamente en las instancias de UNASUR para hacer una buena gestión, y participar activamente en esa construcción.

En esos días, posiblemente se elija también el nueva o nuevo Secretario General, que estará en la conducción de la Secretaría durante dos años, tendrá la tarea de consolidar esa instancia, aportar el afianzamiento del bloque y proyectar su presencia regional y mundial.

UNASUR es la propuesta más importante de integración que involucra a toda América del Sur. Surgió como una propuesta de integración desde lo político, llevando adelante acciones trascendentes para solucionar conflictos, consolidar una mirada de defensa de la democracia en común, fortalecer políticas de defensa y sociales integradoras, e inclusive posicionándose como un bloque a tener en cuenta a nivel mundial en el desarrollo de un mundo multipolar.

Un bloque que, más allá de las diferencias políticas o de políticas económicas entre los países que lo integran, ha logrado levantarse como espacio de acuerdos y entendimientos desde la diversidad y ha generado un proceso integrador diferente.

UNASUR ha demostrado que, dentro de las diferencias, se puede llegar a ciertos acuerdos que parten de un punto central: para competir, para ser escuchados en un mundo que va a ser de bloques, tenemos que participar como un todo más compacto y poderoso desde toda América del Sur.

Por ejemplo, el acuerdo de transparentar gastos militares y parar la instalación de bases militares estadounidenses, acordados en el Consejo de Defensa, son temas que se han resuelto, con discrepancias mediante pero llegando a ciertos consensos.

Ahora es necesario afianzar la Unión como bloque de poder e interlocución mundial. Dentro de ese proceso es fundamental afirmar la institucionalidad de sus diferentes instancias, y particularmente la Secretaría General. Tal vez haya que transformar el Consejo de Delegados en un organismo de representación permanente mucho más vinculado a la Secretaría General ya establecido en la sede de Quito, para que se complemente mejor con ésta. Además es fundamental fortalecer y consolidar los Consejos con planes de gestión y mirada estratégica.

Es necesario, también, afirmar la gestión de UNASUR desde la Secretaría, para reforzar las acciones del bloque a nivel regional y mundial. Para eso, se deben elaborar objetivos de corto, mediano y largo plazo, con una agenda que permita llegar a esos objetivos produciendo un salto cualitativo en la gestión y un mayor posicionamiento de la Unión, generando además alianzas económicas, comerciales, políticas, sociales y culturales.

En el segundo semestre de 2014, Uruguay asumirá las PPT de manos de Surinam, buena oportunidad para ser un puente de Unidad en la diversidad.

Kintto Lucas. Escritor, periodista. Ex Vicecanciller de Ecuador. Actualmente Embajador Itinerante de Uruguay para UNASUR, CELAC y ALBA.

Fuente: http://alainet.org/es/node/45