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El Presidente Obama, las dos caras de la misma moneda

Cuando la realidad supera el realismo mágico (VII)

Fuentes: Rebelión

El imperio ataca de Nuevo La visita del Presidente Barack Obama a Latinoamérica y el ataque a Libia son las dos caras de la misma moneda, Ambos hechos forman parte de la política global del imperialismo Norteamericano en general y el gobierno de Obama en particular. En la cual EE. UU, contempla todas las formas […]

El imperio ataca de Nuevo

La visita del Presidente Barack Obama a Latinoamérica y el ataque a Libia son las dos caras de la misma moneda, Ambos hechos forman parte de la política global del imperialismo Norteamericano en general y el gobierno de Obama en particular. En la cual EE. UU, contempla todas las formas de lucha, la política, la ideológica y cuando el caso lo requiera la armada.

Es en este contexto en que se da la avanzada del imperialismo norteamericano en Latinoamérica, representada en la visita de su máximo representante el presidente Obama. Y es este mismo contexto en que se debe entender el ataque de la coalición de fuerzas conjuntas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia contra objetivos militares libios para imponer la zona de exclusión aérea decretada por la ONU. Ataque en el que barcos y submarinos de Estados Unidos y Reino Unido dispararon hasta 110 misiles crucero del tipo Tomahawk. El ataque encabezado por los EEUU y sus países subordinados como Francia, el Reino Unido y España tiene un carácter imperialista profundamente neo colonialista y busca, so pretexto humanitario, el control del petróleo Libio y frenar la ola de democratización de los pueblos árabes y africanos protegiendo así a sus aliados dictadores, emires, sultanes y reyes de Bahréin, Arabia Saudita, Qatar, Omán y Marruecos.

El esperado y publicitado mensaje a las Américas (2011)

Ayer a través del canal internacional de la televisión chilena (TVN) comenzaron a llegar las noticias y las imagines de la visita del Presidente Barack Obama a Chile. En la Conferencia de Prensa ambos presidente le dieron un muy bajo perfil al «acuerdo nuclear» entre ambos países, incluso El Presidente Piñera lo planteó a largo plazo en un futuro tan lejano que no habría porque preocuparse en el presente. Por su parte Presidente Obama, en su afán de vendedor-viajero, llegó cuando esta industria pasa por su peor momento, tras el desastre radioactivo en Japón, Donde las secuelas del terremoto y tsunami del 11 de marzo, afectó las plantas nucleares de Fukushima, causando explosiones en dos de los reactores. Lo cierto es que en Japón después de la catástrofe natural, el peligro hora previene de sus centrales nucleares. Lo que pone en evidencia la inconveniencia y el alto peligro que representa la construcción de centrales nucleares en países sísmicos.

El esperado mensaje a las Américas del Presidente Obama, nada concreto ha cambiado. El mensaje de ayer careció de propuestas concretas. Nada nuevo en la retórica de Obama, ninguna novedad en el intento de actualización, es la misma declaración de Roosevelt en la década de los 30, la de John Kennedy en la década de los 60, es decir el tan esperado y publicitado mensaje a las Américas no fue nada nuevo, fue sólo más de lo mismo, es decir mucho ruidos y pocas nueces.

Cuando la realidad supera al realismo mágico

En la vida cotidiana suceden hechos y cosas que sobrepasan con creces al realismo mágico. En la vida cotidiana de las gentes y de los pueblos suceden hechos en los que la frontera que separa lo real de lo fantástico es sutil y difusa. Tan desdibujada que nos hace pensar que la barrera entre estas realidades no existe; que lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad. Esta fue la sensación al oir hablar al Presidente Obama en La Moneda, y en el Centro Cultural Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, de los derechos humanos y de democracia, a pocos metros del lugar en que murió el Presidente Allende defendiendo la democracia, la que con el involucramiento y financiamiento de Estados Unidos, fue derrocada por el golpe militar. Poniendo en el poder la dictadura militar del general Pinochet. La que se impuso a sangre y fuego a través del terrorismo de estado, deteniendo, asesinando y haciendo desaparecer a miles de chilenos. Y en vez de pedir perdón por la intervención de la CIA y su gobierno en Chile en 1973, eludió darlas y insinuando un borrón y cuenta nueva llegó afirmar que Estados Unidos y Latinoamérica no debían «quedar atrapados por el pasado».

Lo real es tan extraordinario y fantástico que puede dar la sensación de irrealidad. Como fue escuchar al presidente Piñera hablar sobre el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Y luego expresar su apoyo al ataque al territorio y contra el pueblo libio. O como el hecho de que a dos años de la otorgación del Premio Nobel de la Paz 2009 al Presidente Barack Obama por parte del Instituto Nobel de Noruega. Donde la motivación central según el Instituto Nobel fue: «al esfuerzo extraordinario por reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos». El Presidente Barack Obama sigue usando el mismo argumento de su antecesor, George Bush, sigue invadiendo países, declarando guerra. En su rol de guardián mundial, conl a actitud de cazador de democracias participativas, ha tratado de deshabilitar el gobierno del presidente Correa en Ecuador, el gobierno del presidente Chávez en Venezuela. Ha mantenido invariable hasta hoy el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero contra el pueblo cubano, el cual ha resistido heroica y dignamente las brutales consecuencias del mismo a lo largo ya de 50 años. No sólo no levantó el bloqueo sino que durante su administración no ha tomado ninguna medida para levantarlo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.