El relato oficial nos explica que las guerras de Yugoslavia y Ucrania fueron o están siendo consecuencia exclusiva, bien del nacionalismo agresivo serbio de aquellos años, bien del actual expansionismo ruso, lo cual tiene una buena parte de cierto, pero olvida aspectos muy importantes de ambos conflictos, incluyendo crímenes de guerra por parte de los diferentes bandos.
En el caso de las guerras de Yugoslavia (1991-2001), la principal responsabilidad de la violencia extrema fue, sin duda, de los grupos paramilitares serbios, liderados inicialmente por Radovan Karadzic con el apoyo de Slobodan Milosevic,entonces presidente de Serbia, la mayor de las seis repúblicas yugoslavas. Sin embargo, Franjo Tudjman, en aquella época máximo dirigente de Croacia, segunda entidad más importante del estado federal, fue igualmente causante de hechos similares, permitiendo o alentando que se cometieran actos de limpieza étnica y crímenes de guerra contra la minoría serbia de la región croata de Krajina y contra la población musulmana de Bosnia y Herzegovina. Responsabilidad también de líderes albano-kosovares como Hashim Thaçi por los episodios de violencia extrema contra las minorías de la entonces provincia autónoma de Kosovo (1998-1999). Crímenes realizados también en Kosovo por las unidades militares oficialmente aún yugoslavas y por las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya fuera por acción o por omisión. En el verano de 1999, a las pocas semanas de la ocupación de Kosovo por las tropas de la organización atlantista, decenas de miles de serbios, montenegrinos y también albaneses acusados de colaboracionistas, fueron expulsados del territorio por las milicias kosovares, mientras se achacaba el drama exclusivamente a la agresión serbia.
Como se conoció posteriormente, antes de la intervención de la OTAN no había en el conflicto de Kosovo una catástrofe humanitaria de las dimensiones que las potencias occidentales alegaron para intervenir, sino una actuación manifiestamente violenta por parte del Ejército de Liberación de Kosovo (Ushtria Çlirimtare e Kosovës, UÇK), a la que el ejército yugoslavo respondió con la misma violencia. 1 La OTAN atacó Serbia y Montenegro sin contar con ningún aval jurídico del Consejo de Seguridad de la ONU ni poder invocar tampoco el derecho a la legítima defensa, tal como la regula la Carta de San Francisco, afirmando que en Kosovo se estaban produciendo graves violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno de Milosevic. Unos años después de la guerra de Kosovo, incluso altos cargos de la administración Clinton reconocieron que no fue la represión contra los albano-kosovares, sino principalmente la resistencia de Yugoslavia a una amplia reforma política y económica favorable a Occidente, la razón por la que la OTAN acabó interveniendo,2 en una agresión no muy distinta desde un punto de vista jurídico de la de Vladimir Putin contra Ucrania.
Evidentemente, ni la OTAN ni los países que intervinieron reconocieron nunca su responsabilidad en el conflicto, ya fuera por acción o por omisión. Tampoco la Corte Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, creada por la ONU en 1993 y conocida como Tribunal de La Haya, fue precisamente un ejemplo de justicia universal independiente. En el caso de Tudjman, aliado de las potencias occidentales, aunque fue investigado no se llegó a actuar a nivel judicial y finalmente falleció si haber asumido ninguna responsabilidad penal, a diferencia de Milosevic que murió en prisión. Hashim Thaçi, al que también nos hemos referido y que más tarde fue presidente de la autoproclamada República de Kosovo (2016 y 2020) también está siendo investigado por los supuestos crímenes cometidos, pero de momento sigue en libertad. Por su parte, los responsables de los bombardeos de la OTAN en Serbia y en Montenegro nunca han sido investigados, a pesar de que tanto Amnistía Internacional como Human Rights Watch lo solicitaron al tribunal, a la que la Corte Internacional se negó, lo cual no es de extrañar en la medida que actuaba de facto como el brazo judicial de la organización atlantista,algunos de cuyos países miembros lo financiaban. 3
Enlazando los conflictos de Yugoslavia y Ucrania, buena parte de los estados occidentales que hoy denuncian a Rusia por esta injustificable agresión son los mismos que apoyaban entonces los bombardeos sobre Serbia y Montenegro y la independencia unilateral de Kosovo.4 Es evidente que la posible legitimidad de los movimientos separatistas del Donbass ha quedado totalmente en entredicho por la intervención de las tropas rusas en su apoyo pero, al parecer, la guerrilla separatista de Kosovo quedó precisamente «legitimada» a partir de la intervención de la OTAN a su favor, en otra de las habituales muestras de la hipocresía occidental. Los Estados Unidos tienen hoy en el territorio una de sus mayores bases militares fuera de su país (Camp Bondsteel), pero evidentemente rechazan que la Federación Rusa mantenga el control sobre la península de Crimea y tenga allí una de sus grandes bases navales (Sebastopol).
A pesar de que, a menudo, el conflicto de Ucrania se intenta mostrar como una guerra entra la democracia, que supuestamente Zelensky representaría (sic), contra el autoritarismo expansionista de Putin, existe también un amplio debate sobre la influencia de los movimientos fascistas en Ucrania, especialmente relacionados con el antiguo líder nacionalista y pronazi Stepan Bandera. Un ejemplo bien claro se produjo recientemente, cuando el parlamento ucraniano, la Rada Suprema (Verjovna Rada), compartió en sus redes sociales una cita patriótica y una foto de Valeri Zaluzhni, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, posando junto a un retrato del cabecilla nazi de los años treinta y cuarenta, lo que provocó conflictos diplomáticos con Israel e incluso con un estrecho aliado como Polonia. Bandera ha sido ampliamente idealizado en los últimos años, pero lo cierto es que la Organización de Nacionalistas Ucranianos (Organizátsiya ukrayínskyj natsionalístiv, OUN) y su brazo armado, el Ejército Insurgente Ucranio (Ukrayíns’ka povstáns’ka a’rmiya, UPA), grupos que el lideraba, llevaron a cabo entre 1943 y 1944 una verdadera limpieza étnica en el oeste del país, con la colaboración de las fuerzas ocupantes alemanas, en la que murieron entre 50.000 y 100.000 polacos. Cerca de 5.000 de sus miembros colaboraron también como policías en el Holocausto en Ucrania, donde fueron asesinados cerca de 1,5 millones de judíos. 5 Ucrania no es hoy desde luego un estado fascista, pero tiene rasgos claramente autoritarios, que incluyen la prohibición del Partido Comunista (Komunistychna partiya Ukrayiny) y otras organizaciones políticas. Claras limitaciones a una democracia homologable que reconoce incluso The Economist, cuando sitúa su actual índice de democracia en el puesto 87 del mundo, bastante por debajo de Polonia, Hungría e incluso de Albania, Serbia o Armenia.6
Pasando a cuestionar el relato oficial de la guerra de Ucrania propiamente dicha, ciertamente podemos encontrar numerosos actos criminales de las fuerzas rusas, pero también otros similares por parte de las tropas o los servicios secretos ucranianos, en este caso bastante menos conocidos. En Kiev, Odesa y el Donbass se cometieron muchos de ellos durante el llamado Euromaidan, que fue en cierto modo el inicio del conflicto armado que hoy contmplamos con toda su intensidad, ya fuera por parte de los servicios de seguridad gubernamentales o de grupos terroristas que contaban con la inacción o el beneplácito policial. Un ejemplo más reciente puede ser el de principios de marzo del pasado año, cuando el servicio secreto ucraniano ejecutó extrajudicialmente a Denis Kireev, uno de los miembros de su propia comisión negociadora, que se reunía en aquellas fechas con una delegación rusa para intentar lograr un acuerdo y fuésupuestamente acusado de traición.7 Por su parte, informaciones contrastadas de finales de ese mismo mes y de principios de abril se hacían eco de crímenes de guerra contra prisioneros de las tropas rusas.8
A principios de julio del pasado año, Michelle Bachelet, entonces Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y expresidenta de la República de Chile, afirmaba que tanto Rusia como Ucrania habían cometido crímenes de guerra.9 También Amnistía Internacional denunciaba a primeros de agosto que las fuerzas ucranianas habían violado el derecho internacional humanitario, poniendo en peligro innecesario a la población civil, y recordando a las fuerzas armadas ucranianas que, estar en una posición defensiva, no les eximía de respetar el derecho internacional.10 Otras informaciones, de mediados de noviembre, mostraban un video donde aparentemente un grupo de soldados rusos hechos prisioneros habían sido asesinados por las tropas de Zelensky.11 Aunque posteriormente se incrementó la presión sobre Ucrania para que esclareciera aquel posible asesinato masivo en el frente de Lugansk, grabado por sus propias unidades, no se ha llegado a condenar a ningún culpable. Por su parte, Matilda Bogner, responsable de la Misión de la ONU para los Derechos Humanos en Ucrania, presentó en aquellas fechas un informe que concluía que ambos bandos habían sometido a torturas a prisioneros de guerra y que, en algunos casos, habría habido ejecuciones sumarias de soldados fuera de las acciones de combate. 12
Ciertamente, la complejidad de los conflictos facilita que quien tiene más medios, normalmente las grandes empresas periodísticas norteamericanas y europeas, nos haga creer su versión, por más llena de falsedades, medias verdades y omisiones que contenga. Mientras tanto, el tiempo va pasando, el número de víctimas crece cada día y ya es absolutamente necesario y urgente conseguir un alto el fuego y conseguir sentar a ambas partes a negociar. Una negociación que sin duda no será nada fácil.
Notas
1. Poch, Rafael – La mentira de Kosovo en Alemania – CTXT – 20/03/2019 – https://ctxt.es/es/20190320/Politica/25078/kosovo-alemania-otan-jamie-shea-rafael-poch.htm
2. Klein, Naomi – La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre – Ediciones Paidos – Barcelona – 2007
3. Taibo, Carlos – Un tribunal en entredicho – Público – 2009 – https://blogs.publico.es/delconsejoeditorial/371/un-tribunal-en-entredicho/
4. Ortega, Pere – La guerra de Ucrania: responsabilidades asimétricas – Público – 01/03/2022 – https://blogs.publico.es/cronicas-insumisas/2022/03/01/la-guerra-de-ucrania-responsabilidades-asimetricas/
5. Segura, Cristian – El mito del líder fascista Stepan Bandera solivianta a los aliados de Ucrania – El País – 08/01/2023 – https://elpais.com/internacional/2023-01-08/el-mito-del-lider-fascista-stepan-bandera-solivianta-a-los-aliados-de-ucrania.html
6. Democracy Index 2022 – The Economist Intelligence Unit – https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2022/?utm_source=google&utm_medium=paid-search&utm_campaign=democracy-index-
7. El servicio secreto de Ucrania mata a un integrante de la mesa de negociación con Rusia – La Vanguardia – 07/03/2022 – https://www.lavanguardia.com/internacional/20220306/8103569/denis-kireev-asesinado-negociadores-rusia-ucrania.html
8. Video appears to show killing of captive Russian soldier – BBC – 07/04/2022 (Video parece mostrar asesinato de soldado ruso prisionero) – https://www.bbc.com/news/61025388
9. ONU: Bachelet afirma que tanto Rusia como Ucrania han cometido crímenes de guerra – RTVE – 06/07/2022 – https://www.youtube.com/watch?v=0Edu4PCEOdE
10. Ucrania: Las tácticas de combate ucranianas ponen en peligro a la población civil – Amnistía Internacional – 04/08/2022 – https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/ucrania-las-tacticas-de-combate-ucranianas-ponen-en-peligro-a-la-poblacion-civil/?gclid=CjwKCAiA_vKeBhAdEiwAFb_nrSzAIV7pNJXWz_ssRNPcirqCW5Cgr-9mvL46HvVw3ulKQ1x0GSt2yxoCtRsQAvD_BwE
11. Videos Suggest Captive Russian Soldiers Were Killed at Close Range – New York Times – 20/11/2022 (Videos sugieren que soldados rusos cautivos fueron asesinados a quemarropa) – https://www.nytimes.com/2022/11/20/world/europe/russian-soldiers-shot-ukraine.html
12. Segura, Cristian – Crece la presión sobre Ucrania para que esclarezca el posible asesinato de 10 soldados rusos – El País – 21/11/2022 – https://elpais.com/internacional/2022-11-21/crece-la-presion-sobre-ucrania-para-que-esclarezca-la-posible-ejecucion-de-10-soldados-rusos.html
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