El movimiento considera que este es un buen momento para reflexionar profundamente en la situación grave que se encuentra la mayoría de salvadoreños y salvadoreñas para garantizar la alimentación en sus hogares. Debido a las políticas neoliberales impuestas desde los años 90s hasta la fecha, el país ha disminuido considerablemente la capacidad de producir sus […]
El movimiento considera que este es un buen momento para reflexionar profundamente en la situación grave que se encuentra la mayoría de salvadoreños y salvadoreñas para garantizar la alimentación en sus hogares.
Debido a las políticas neoliberales impuestas desde los años 90s hasta la fecha, el país ha disminuido considerablemente la capacidad de producir sus propios alimentos y el modelo importador consumista se ha impuesto con todo su fuerza por todos los rincones del territorio, sumada a ésta trágica situación señalamos el grave deterioro y contaminación acelerada de los elementos naturales como el agua, el suelo, bosques, así como la alarmante situación de salud de miles de habitantes en el país.
El hambre en El Salvador es una realidad y se ha fortalecido por fenómenos como el calentamiento global y sus prolongadas sequías como la de este año, además de la destrucción casi total de las plantaciones cafetaleras por la roya y por si fuera poco los altos precios de los alimentos, especialmente del frijol que paso de comprarse en enero a $ 0.50 hasta $ 1.50 de la fecha, esto ha constituido impactos severos al derecho humano de la alimentación del pueblo salvadoreño.
La manera como se ha tratado la situación es a partir de programas asistencialistas y el fortalecimiento del clientelismo político, los partidos electorales a través de las alcaldías y el gobierno central han utilizado los fondos públicos para tales fines, estas medidas han demostrado un total fracaso y ahora la situación es más crítica en amplias zonas del país.
Nos preocupa profundamente que ante la situación actual de pobreza, escasez de empleo y perdida de la producción en todos los productos alimenticios, se continúen insistiendo en medidas neoliberales como: El asocio para el crecimiento, El asocio publico privado, y el recientemente aprobado FOMILENIO II y lo peor que se presentan como la tabla de salvación de una economía en crisis, como lo hicieron todos los gobiernos anteriores.
Conocedores que nos encaminamos a la profundización de la crisis económica en general y especialmente a la falta de alimentación en nuestros hogares exponemos ante el pueblo salvadoreño:
1. Exigir la inmediata ratificación constitucional del derecho humano a la alimentación y la aprobación de la ley de soberanía y seguridad alimentaria y nutricional y la ley general de agua a los diputados y diputadas de la asamblea legislativa que han sido incapaces de lograr su aprobación.
2. Además de la prohibición inmediata de los 53 agrotóxicos, discusión no resuelta en la comisión de medio ambiente de la asamblea legislativa.
3. Demandamos de la sala de lo constitucional la pronta resolución de inconstitucionalidad del CAFTA y del gobierno central que renuncie al CIADI, como espacio de resolución de conflictos frente a las corporaciones transnacionales, por ser una institucionalidad ilegítima y perjudicial a los intereses del país.
4. Exigimos la formulación participativa y puesta en marcha de una política de soberanía alimentaria por parte del gobierno central que facilite la promoción, formación, acceso a tecnología, insumos, y recursos financieros, que garanticen la puesta en marcha de un nuevo enfoque.
5. Demandamos del ministerio de educación que inicie un plan de desmontaje del consumismo de la comida chatarra en los centros escolares y la promoción del consumo sano, responsable y soberano.
6. Exigimos al MAG iniciar un proceso socio productivo y tecnológico de reconvención de la agricultura en el país, a partir de la implementación de una estrategia nacional desde la agroecologia, para la producción sostenible y sustentable de alimentos sanos para el pueblo salvadoreño.
7. Consideramos estratégico que se establezca lo más pronto posible las reservas nacionales de alimentos, así como también se promuevan y facilitan los santuarios de semillas nativas y criollas y las reservas comunitarias de alimentos.
8. Necesitamos impulsar el debate sobre una reforma agraria genuina en El Salvador, que ponga en el centro la tenencia y uso de la tierra privilegiando la producción campesina y sostenible de alimentos de manera soberana.
Finamente hacemos un llamado al pueblo Salvadoreño a que se organice en pequeños grupos para reflexionar estas demandas y se articule en un movimiento nacional donde la bandera que nos junte sea la lucha por la soberanía alimentaria en El Salvador.
«Para que haya alimentos en el país, resolvamos el problema de raíz, MAELA Por la lucha de la soberanía de los pueblos y la reivindicación de los derechos de la clase campesina y obrera».
San Salvador, 16 de octubre del año 2014