Desde la verde Verapaz, tierras q’eqchíes, partieron aproximadamente mil 500 campesinos, a pie, iniciando un recorrido de 216 kilómetros, para llamar la atención de los poderes del Estado sobre los problemas del campo; las demandas son sustanciales: la problemática de la tierra, la deuda agraria, los desalojos a quienes ocupan tierras y la persecución a […]
Desde la verde Verapaz, tierras q’eqchíes, partieron aproximadamente mil 500 campesinos, a pie, iniciando un recorrido de 216 kilómetros, para llamar la atención de los poderes del Estado sobre los problemas del campo; las demandas son sustanciales: la problemática de la tierra, la deuda agraria, los desalojos a quienes ocupan tierras y la persecución a dirigentes. También el tema de la minería, el de las hidroeléctricas y la aprobación de leyes. Don Rafael González, del Comité de Unidad Campesina, una de las organizaciones que encabezan la marcha, señaló que se realiza en conmemoración de los desalojos de 14 comunidades q’eqchíes en el Valle del Polochic, Alta Verapaz, que dejó como saldo al menos un campesino muerto; dijo que sus demandas más importantes serán el cese de los desalojos y «que el gobierno actual detenga la explotación minera», así como la aprobación de la ley de desarrollo rural integral.
En marzo del año pasado se realizó un desalojo violento en la comunidad Bella Flor, municipio de Panzós, Alta Verapaz, hecho en el que intervinieron más de 800 elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ejército, además de fuerzas especiales y grupos irregulares. Los desalojos con excesivo uso de fuerza se iniciaron en el Valle del Polochic, en las comunidades de Miralvalle y Agua Caliente, donde murió un campesino y 10 resultaron heridos.
También fueron condenados los atropellos y abusos cometidos por las fuerzas de seguridad, que arremetieron en contra de campesinos y campesinas, que lo único que han hecho es exigir al Estado de Guatemala el acceso a la tierra. Los procesos de negociación para resolver la conflictividad agraria del Valle del Polochic se iniciaron a principios del 2011, a través de una comisión de alto nivel con representación del Registro de Información Catastral (RIC), de la Comisión Presidencial para los Derechos Humanos (Copredeh), la Secretaría de Asuntos Agrarios (SAA), el Sistema de Diálogo Permanente Nacional y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), entre otras.
En ese mismo marco, dirigentes de la Alianza Nacional Campesina e Indígena y de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) señalaron que el Fondo de Tierras (Fontierras) y el Ejecutivo se habían burlado de ellos en las mesas de diálogo, al cancelar reiteradamente reuniones para abordar el tema de la condonación de deudas sobre fincas sobrevaloradas. Cientos de campesinos habían realizado una caminata de cinco días para exigir la aprobación de la ley de desarrollo rural, la nacionalización de la energía eléctrica y un subsidio de Q300 millones para la reactivación agrícola, pero tampoco obtuvieron respuesta. Señalaron falta de voluntad para dialogar con seriedad.
Con razón ya no tienen confianza y ahora exigen que se solucionen todos los problemas, tanto desde el organismo Ejecutivo, como lo que compete al Congreso y al sistema de justicia.
La alta comisionada para los Derechos Humanos hizo recomendaciones al Estado, las que deben ser acogidas para ir resolviendo los problemas que están de nuevo generando legítimas demandas del sector campesino.
Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, es directora de la Agencia CERIGUA
Fuente: http://www.prensalibre.com/opinion/Demandas-campesinas_0_667733234.html