Una fuente gubernamental afirmó que luego de que en septiembre de 2005 un grupo comando mató al comandante de los Macheteros, Filiberto Ojeda, la jefatura el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos en Puerto Rico intentó que el caso pasara como uno de «suicidio». El informante señaló directamente al Agente Especial a Cargo del […]
Una fuente gubernamental afirmó que luego de que en septiembre de 2005 un grupo comando mató al comandante de los Macheteros, Filiberto Ojeda, la jefatura el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos en Puerto Rico intentó que el caso pasara como uno de «suicidio».
El informante señaló directamente al Agente Especial a Cargo del FBI en San Juan, Luis Fraticelli, como la persona que habría planteado que se debía informar que Ojeda «se suicidó».
De inmediato, NCM Noticias sometió a la oficina de campo del FBI en San Juan, la pregunta específica de si esa agencia -o Fraticelli- había evaluado, investigado o hablado en algún momento sobre la posibilidad de suicidio en el caso, pero el portavoz comenzó por citar el informe oficial del Inspector General del Departamento de Justicia de EEUU, que indica que la bala que mató a Ojeda la disparó el agente identificado como «Brian».
«El FBI se sometió a un escrutinio exhaustivo sobre el incidente donde murió el señor Ojeda Ríos. Todo el personal que participó en ese operativo fueron entrevistados por la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Aparte del contenido del informe que presento la OIG o comentarios públicos que hayan hecho funcionarios del FBI con relación a este incidente, el FBI no emitirá más comentarios ya que este asunto ha sido adjudicado. Finalmente, la OIG determinó que ningún funcionario del FBI o de la Policía de Puerto Rico cometió algún acto impropio o ilegal», dijo el portavoz.
El informe de la fuente, que ha tenido acceso a los expedientes confidenciales del caso, es el primero que vendría a arrojar luz sobre lo que pudo haber motivado la campaña de descrédito de la que fue objeto la viuda de Ojeda, que sobrevivió al ataque a su casa, en el sector rural Plan Bonito del municipio occidental de Hormigueros. Esa campaña contrasta con un registro de sonidos supuestamente originados en la casa y sus alrededores -al que también tuvo acceso NCM Noticias– y que indica que Ojeda intentó tres veces lograr que su esposa Doña Elma Beatriz Rosado Barbosa saliera de la casa para salvar su vida pero la dama insistía en quedarse con él hasta el final.
Los sonidos registrados incluyen no sólo cosas que se habrían dicho en el sitio sino el contenido de llamadas por teléfono celular que hizo Ojeda mientras su casa recibía una lluvia de balas de agentes del Hostage Rescue Team (HRT) del FBI. No fue sino hasta que «Brian» hizo tres disparos que atravesaron la puerta cerrada de la sala de la casa, que el comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros habría convencido a su esposa y le gritó a los agentes «alguien va a salir».
Tras salir de la casa, la dama fue detenida y mantenida cerca mientras continuaba el asedio.
El registro de sonidos indica que agentes de la Policía de Puerto Rico que aguardaban en su vehículo en las inmediaciones escuchaban el popular programa «Fuego Cruzado» de la Cadena Radio Isla y cuando el mismo estaba a punto de terminar ( 7:00 p.m. hora local) fue que los agentes del FBI le entregaron la prisionera, no sin que antes el jefe de campo de la operación dijera «no me importa lo que le pase».
Ya en las estaciones de radio se difundía la noticia falsa de que la esposa de Ojeda estaba herida y en un hospital, pero los policías de Puerto Rico la condujeron a la cárcel federal de Guaynabo, en la zona metropolitana.
Ante la presión para que se informara el paradero de la esposa de Ojeda, al otro día fue entregada a sus abogados. En una rueda de prensa, relató que los agentes llegaron a su casa disparando y que cuando la sacaron del lugar todavía su marido seguía increpándoles.
Minutos después, «Brian» logró hacerle el disparo que le entró bajo la clavícula derecha y le salió por la espalda. La herida no era mortal, pero Ojeda se desangró lentamente mientras los agentes mantenían extensos perímetros en torno al lugar e impedían acceso a los equipos de socorro médico.
Los hechos en torno a la esposa comenzaron en realidad años antes.
En enero de 1999, la procuradora general de EEUU Janet Reno autorizó que se aumentara sustancialmente la recompensa que se ofrecía por la captura de Ojeda y en la hoja que se difundió el 14 de ese mes, el FBI incluyó a la esposa. En la misma aparecían dos fotografías, una tomada cerca de 1985 y otra de 1990 -para cuándo se casaron- y los detalles de su físico, su fecha de nacimiento y hasta su número de seguro social, como una supuesta manera de facilitar la captura del famoso fugitivo.
En marzo de ese mismo año, el Comité Unido Contra la Represión (CUCRE) denunció que la familia de la esposa había comenzado a ser hostigada por los agentes del FBI, que mantenían una vigilancia ostentosa frente a su casa y les perseguían. Para aquella época, por lo menos un periódico de circulación general publicó la foto varias veces.
En 2004 el caso cobró mayor impulso para el FBI luego de que el Plan Estratégico 2004-2009 de la agencia incluyese «neutralizar» líderes de grupos catalogados como terroristas de forma que la fiscalía no tuviese que procesarlos en los tribunales. En ese año hubo un intento fallido del FBI por capturar a Ojeda y se conoció que alguien había comenzado a difundir documentos falsificados sobre la esposa para desacreditarla.
Ni las presiones contra la esposa y su familia, ni otros esfuerzos investigativos, producían resultados y el FBI seguía en la oscuridad sobre el paradero de Ojeda.
No fue sino hasta febrero de 2005, bajo la gobernación de Aníbal Acevedo Vilá, que se entregó a la agencia federal estadounidense el expediente completo en el que estaban las coordenadas exactas de la casa de Ojeda y que la Policía nacional tenía desde 1997. Ocho meses después, se produjo el asalto.
Tras los sucesos del 23 de septiembre de 2005, el Departamento de Justicia comenzó a quejarse de que la viuda no quería cooperar con la investigación y volvieron a difundirse -esta vez por radio y televisión- los mismos documentos falsos de la campaña de descrédito.
El testimonio sobre el supuesto intento para fabricar el caso de suicidio es uno de una serie de informes nuevos que han aflorado en momentos en que la única pesquisa oficial que sigue abierta es la de la gubernamental Comisión de Derechos Civiles.
http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/09/10/denuncian-que-intentaron-fabricar-suicidio-de-filiberto-ojeda/