El primer ministro británico, Tony Blair, sufrió un serio revés al ser detenida su estrecha colaboradora Ruth Turner, en relación con el escándalo de venta de cargos y honores a cambio de donaciones al gubernamental Partido Laborista. La sospechosa, directora de relaciones del Gobierno y principal vínculo entre Downing Street (oficina del Primer Ministro) y […]
El primer ministro británico, Tony Blair, sufrió un serio revés al ser detenida su estrecha colaboradora Ruth Turner, en relación con el escándalo de venta de cargos y honores a cambio de donaciones al gubernamental Partido Laborista.
La sospechosa, directora de relaciones del Gobierno y principal vínculo entre Downing Street (oficina del Primer Ministro) y el Partido Laborista, quedó en libertad bajo fianza.
Conocida como la «guardiana de Blair» por su puesto clave, Turner es la cuarta persona detenida en el marco de este caso.
Los laboristas han revelado que la formación recibió casi 20 millones de euros en préstamos blandos procedentes de doce empresarios. Algunos de esos hombres de negocios fueron designados para ocupar un escaño en la Cámara de los Lores.