Oye, boricua, mi hermano, / no te dejes idiotizar, / que Wall Street y sus lacayos, / si pueden, te dejan sin na. Que esta crisis no es casual, / ha sido bien preparada, / con la ayuda desvergonzá / de los que venden la patria. Mi gente, Hay algo alrededor de esta crisis que […]
Oye, boricua, mi hermano, / no te dejes idiotizar, / que Wall Street y sus lacayos, / si pueden, te dejan sin na.
Que esta crisis no es casual, / ha sido bien preparada, / con la ayuda desvergonzá / de los que venden la patria.
Mi gente,
Hay algo alrededor de esta crisis que es de sospechar. No sé si ustedes han leído el libro The Shock Doctrine de Naomi Klein, publicado en español bajo el título La doctrina del shock. Se parece mucho a lo que nos están haciendo: crear una crisis para que la gente, en desesperación, venda o entregue todo, especialmente las propiedades y los recursos gubernamentales, imponiendo así el nefasto neoliberalismo.
Ahora mismo, la llamada Junta de Control Fiscal en sus primeras declaraciones anuncia la privatización de corporaciones públicas. Se han preguntado ustedes, ¿cómo es posible que las mismas personas que fueron cómplices en forjar la presente crisis ahora son parte de esa Junta dictatorial? ¿Acaso no es la compensación que le pagan a alguien por prestar unos servicios?
Sabemos que Pedro Roselló, Luis Fortuño, Pedro Pierluisi, José Ramón González y Carlos García han sido parte de la trama que ha desembocado en la presente crisis fiscal. ¿Vieron lo pronto -casi automático- que el «gobernador» electo Ricardo Roselló anunció que las expresiones de la Junta coincidían con sus planes? Otra pregunta que se cae de la mata, ¿por qué el gobierno estadounidense no le extiende la mano a Puerto Rico en esta crisis? Porque precisamente fue creada por ellos, utilizando, por supuesto, a sus lacayos, detrás de los cuales los primeros tratan de ocultar su responsabilidad. Desgraciadamente, dada la situación colonial de Puerto Rico, pueden hacerlo.
Les digo esto, mi gente, para que busquen la verdad pues mientras mejor la conozcamos, mejor podremos responder a la situación. Hay mucho más que podríamos decir, pero lo dejaremos para otro momento. Solo les pido que busquen y rebusquen, o nos dejarán en la calle y sin patria. Ya comenzaron.
Pa’lante siempre, mi gente, y unámonos como puertorriqueños pues los afectados somos todos.