Desde el MAS celebramos con mucho entusiasmo la iniciativa que tuvo la APSE de convocar al pasado encuentro sindical y popular contra el plan fiscal. Ya que hasta el momento la gran mayoría de acciones contra el plan fiscal habían sido realizadas por los sectores patronales que se oponen a pagar impuestos como los empresarios […]
Desde el MAS celebramos con mucho entusiasmo la iniciativa que tuvo la APSE de convocar al pasado encuentro sindical y popular contra el plan fiscal. Ya que hasta el momento la gran mayoría de acciones contra el plan fiscal habían sido realizadas por los sectores patronales que se oponen a pagar impuestos como los empresarios de las universidades privadas, los importadores de vehículos o la asociación de zonas francas.
La ausencia de las organizaciones sindicales y populares en el posicionamiento contra el plan fiscal ha generado una oposición mayoritaria por la derecha donde los empresarios se oponen a pagar impuestos mientras arremeten contra el salario de los trabajadores.
Es por esto que la aparición de un bloque sindical y popular contra el proyecto fiscal del PLN y el PAC, debe servir no solo para oponerse a este proyecto sino para ubicar una discusión y un programa desde los sectores populares y sindicales que tome como eje el pago del déficit por parte de los empresarios y las transnacionales, y que este presupuesto sirva para satisfacer las necesidades del pueblo en salud, educación, empleo, carreteras gratuitas y no como las de Autopistas del Sol, etc.
En ese sentido nos parece que el movimiento sindical y popular debe levantar un programa que no solo rechace al actual proyecto de solidaridad tributaria, exija un mayor pago de impuestos a las transnacionales y los empresarios locales, enfrente el recorte de derechos laborales y salariales en el Estado y exija el NO pago de la deuda externa, la cual se lleva una parte importante de nuestro presupuesto. Por otro lado la ruptura con el TLC es un elemento que debe incorporarse en un programa que pretenda recuperar dinero para los gastos sociales del Estado costarricense. Desde los sectores populares debemos entender que sino presentamos todo una ruptura con la política que nos han impuesto los partidos burgueses en las últimas décadas no hay forma de enfrentar el problema fiscal desde la raíz.
Por otro lado la oleada de huelgas y movilizaciones de las últimas semanas, nos deben llamar la atención sobre tres hechos fundamentales, primero que el gobierno intentó reprimir a las huelgas mediante el Poder Judicial declarándolas ilegales, como fue el caso de la huelga de la Imprenta Nacional y la huelga de anestesiólogos. Sobre esto debemos estar completamente alerta ya que será una política que el gobierno y los patronos seguirán utilizando, lo que pone en primera línea la defensa del derecho a huelga.
En segundo lugar la lucha por las convenciones colectivas y el derecho a la sindicalización también fueron los elementos centrales de las batallas donde hubo importantes avances en la Huelga de bananeros en Sixaola y los trabajadores de las Busetas Heredianas. Recuperar la negociación colectiva es una tarea central para el próximo periodo si el movimiento sindical quiere recuperarse de las derrotas en el sector privado.
Por último pese a lo progresivo de las luchas de las últimas semanas, existió la debilidad de ser un proceso muy atomizado donde no hubo iniciativas de unidad. Esto debemos superarlo ya que el enemigo común es el gobierno con los partidos burgueses y los empresarios, quienes sí están unificados.
Por eso desde el MAS creemos que el esfuerzo que se está realizando desde la APSE y otros sectores como las federaciones estudiantiles, CGT entre otros, debe servir para conformar un agrupamiento clasista que logre presentar una alternativa a las políticas neoliberales del gobierno y sirva como una herramienta de solidaridad para todos los procesos de lucha. Este espacio debe funcionar democráticamente donde se puedan sumar todos los sectores que estén por presentar una salida clasista ante las presiones que realizan las cámaras empresariales y sus partidos políticos para imponer su salida a la crisis.