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Declaración del grupo parlamentario del Partido Comunista de la Federación de Rusia en la Duma.

El armamento estratégico nuclear como garante de la seguridad de Rusia

Fuentes: Pravda

Traducido del ruso para rebelión por Josafat S. Comín

El grupo parlamentario del PCFR en la Duma está preocupado por la extraña precipitación, que demuestra el gobierno de Rusia en el curso de las conversaciones con los EEUU para cerrar un nuevo acuerdo de reducción de armamento ofensivo. Esa prisa la justifican con el fin del periodo de vigencia del tratado START-1. Sin embargo Rusia y los EEUU hasta el 2012 se deben guiar por otro acuerdo en vigor, el de Reducción del Potencial Ofensivo, que impide a las partes incrementar el arsenal nuclear. ¿A qué viene entonces tanta prisa para cerrar un nuevo acuerdo? ¿Y por qué los diputados de la Duma no disponen de información oficial concreta sobre el contenido de las negociaciones y el fondo de los acuerdos alcanzados?

Por ejemplo, el tratado START-1 cursó un periodo de elaboración de varios años y de coordinación de cada artículo. Mientras que ahora, al informar de que el nuevo tratado ya estaba acordado al 95%, el presidente Medvedev declara: «Yo esperaba que las negociaciones se alargasen más, pero hemos acordado la base del documento en medio año…»

¿Se puede hablar de un estudio profundo del nuevo tratado, si está listo tras medio año de trabajo, cuando las partes trabajaron sobre el STAR-1 durante años? Y eso cuando en aquel entonces la URSS no iba a la zaga de los EEUU en potencial militar y en influencia sobre el acontecer mundial.

Todo parece indicar, que quieren poner a los pueblos de Rusia ante el hecho consumado de un tratado, que destruirá irreversiblemente el potencial balístico nuclear, en un momento en que los EEUU planean desplegar sus sistemas DAM, así como instalar algunos de sus elementos en Rumania. El resultado puede ser el práctico desarme nuclear unilateral de Rusia, la liquidación de su soberanía y el completo menoscabo de la estabilidad global.

Durante la preparación y el discurrir de las negociaciones para la reducción de armamento nuclear estratégico es necesario cuando menos partir de tres supuestos que siguen igual de vigentes hoy, como hace cincuenta años:

  1. El desarme nuclear de Rusia y los EEUU, analizado al margen de los problemas de desarme completo y general, no es un beneficio, sino una amenaza para la paz.
  2. El armamento nuclear de Rusia está destinado a disuadir del uso de la fuerza contra Rusia. El armamento nuclear de Rusia, es un armamento para la paz, busca el mantenimiento de la paz, y es la principal defensa de nuestro pueblo ante las intrigas de cualquier agresor.
  3. El que Rusia disponga de un arsenal nuclear, no supone un incremento para la amenaza de un conflicto mundial, en la práctica lo excluye. La renuncia de Rusia a la concentración de armas nucleares incrementa ostensiblemente el peligro de un conflicto a gran escala, en el que se puede ver inmersa Rusia.

De acuerdo con los datos del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz (SIPRI) de Estocolmo, la correlación general de armamento estratégico de los EEUU y Rusia para el 2009 era la siguiente:

EEUU – 5900 ojivas en total.

Rusia – 2825 ojivas en total.

Misiles balísticos Intercontinentales con base terrestre:

EEUU – 50 «MX» y 500 «Minuteman III», 1700 ojivas en total.

Rusia – 385 con bases móviles y en silos, 1357 ojivas en total.

Fuerzas nucleares navales:

EEUU – 18 submarinos de última generación, que portan 3168 cabezas nucleares.

Rusia – 13 complejos de misiles antisubmarinos anticuados, con 612 ojivas.

Aviación estratégica:

EEUU – 101 modernos bombarderos (B-1 y B-2) y 142 B-52, que portan 1098 misiles.

Rusia – 14 Tu-160 supersónicos anticuados y 63 Tu-95 anticuados, que portan 856 misiles.

En esta relación no entran los misiles norteamericanos con base naval, aunque estos siempre se han considerado por los EEUU como el más eficaz de los medios estratégicos, incluyéndolos como clave del ataque preventivo. Tampoco se incluyen los arsenales nucleares de otros países de la OTAN como Francia y Reino Unido.

Como vemos, la paridad numérica ya está alterada en todos los indicadores. Y en esto ha contribuido de forma determinante la prisa con que la parte rusa, a pesar de las protestas de nuestro grupo parlamentario, se ha esforzado por cumplir las condiciones de los acuerdos START-2, que quedaron sin ser refrendados por los EEUU. Para complacer a los EEUU se destruyó una parte de silos de lanzamiento y de los misiles portadores del tipo «Satana», infringiendo un grave perjuicio a la seguridad nacional de Rusia. Según valoraciones de los especialistas, esto no es otra cosa que un crimen de estado. De haberse ejecutado por completo el tratado START-2, hoy las tropas de misiles estratégicos dispondrían únicamente de 245 cabezas montadas en 180 «Topol» con base subterránea y 65 cabezas en «Topol» con base en silos, lo que facilitaría notablemente para los EEUU la resolución de sus problemas con su sistema DAM.

En caso de que ciertas fuerzas, encabezadas por generales del tipo Dvorkin, que proponen esterilizar la memoria de nuestros investigadores de armamento nuclear, o construir para ellos un barco llamado «Titanic», consigan un «cero global» desnuclearizado, en el mundo, ya de por si tan frágil como consecuencia de su sobresaturación de armamento convencional, será posible un nuevo conflicto destructivo. Y no necesariamente entre los EEUU y Rusia. ¿A alguien le consuela que ese conflicto asome en un formato desnuclearizado?

Por eso Rusia debe ser muy prudente a la hora de abordar la idea de una drástica reducción de su arsenal nuclear, y en el momento de plantearse la eliminación de la política mundial del único medio de contención de conflictos a gran escala.

La manera razonable de enfocar el problema del desarme global no pasa por la vía del desarme nuclear, sino por el desarme total en base a los principios propuestos por la URSS en la XIV sesión de la Asamblea General de la ONU del 18 de septiembre de 1959. La destrucción del armamento nuclear se contemplaba allí en la tercera y definitiva etapa.

El grupo parlamentario del PCFR considera que la situación creada es extremadamente alarmante, y supone una amenaza para la seguridad nacional y la soberanía de Rusia. Proponemos, a la mayor brevedad posible, celebrar una sesión parlamentaria a puerta cerrada para que la delegación que negocia la reducción del armamento ofensivo estratégico nos informe, invitando a esa sesión al presidente Medvedev y al primer ministro Putin.

El año de la celebración de la Gran Victoria sobre el fascismo no puede ser el año de la capitulación ante unas dudosas ideas, que socavan los fundamentos de la seguridad nacional de Rusia.

Fuente: http://gazeta-pravda.ru/content/view/3923/34/