Jorge Costa comenzó su activismo político en 1991 a la edad de 15 años, tomando parte en el movimiento de protesta contra la primera Guerra del Golfo. Ha sido uno de los dirigentes del Bloque de Izquierda de Portugal (Bloco de Esquerda) desde su formación en 1999. Fue elegido como diputado por el Bloque de Izquierda entre 2009-2011 y 2015-19, y hoy es miembro de la dirección permanente del partido.
En esta amplia entrevista, Costa analiza los acontecimientos en la política portuguesa desde que el Partido Socialista (PS) regresó al gobierno en 2015, los cambios en la relación del Bloque de Izquierda con él, el ascenso de la extrema derecha a través de Chega! (¡Basta!), las relaciones del Bloque con el Partido Comunista Portugués (PCP), y los desafíos a los que se enfrenta el Bloque en la medida en que vuelve a crecer con la afluencia de una nueva generación de activistas más jóvenes.
La entrevista se llevó a cabo después de la Decimotercera Convención Nacional del Bloque de Izquierda, celebrada en Lisboa del 26 al 28 de mayo. Para decidir el trabajo del Bloque durante los próximos dos años, los 658 delegados de la convención (que representan a poco menos de 10.000 miembros) tuvieron que elegir entre dos perspectivas políticas diferentes, presentadas como Moción A y Moción E. La moción A, que Costa respaldó, obtuvo el apoyo del 83 % de los delegados de la convención, mientras que la moción E atrajo el 15 % de apoyos y el 2 % se abstuvo.
En la votación para la Junta Nacional de 80 miembros, la dirección del Bloque entre convenciones, los partidarios de la moción A ganaron 67 escaños y los partidarios de la moción E 13 escaños. La Junta Nacional eligió la Comisión Política de 21 miembros del Bloque, en la que los partidarios de la moción A (incluido Costa) tienen 17 escaños, y los partidarios de la moción E tienen 4. Una característica importante de la convención fue la elección de Mariana Mortagua como nueva coordinadora del Bloque, en sustitución de Catarina Martins, que dimitió después de 11 años de dirigir la organización.
La cobertura completa de la convención se puede encontrar (en portugués) en el sitio web del Bloque de Izquierda.
Jorge Costa fue entrevistado por Dick Nichols para LINKS International Journal of Socialist Renewal.
El Bloque de Izquierda y el Partido Socialista, el gobierno del primer ministro António Costa
-El Bloque de Izquierda ha perdido la mitad de su apoyo electoral desde 2017, comenzando con la pérdida de sus dos representantes en la asamblea regional de la isla de Madeira ese año. En las elecciones legislativas de 2019 mantuvo sus 19 escaños en el parlamento nacional, pero con una perdida de votos, posteriormente perdió el 65% de sus votos en las elecciones presidenciales de 2021 y dos tercios de sus 12 concejales en las elecciones municipales del mismo año, a lo que le siguió la pérdida de 14 de sus 19 escaños parlamentarios en las elecciones generales anticipadas de enero de 2022. ¿Hasta que punto esta caída se debió a factores fuera de su control y en que medida a las deficiencias del propio Bloque de Izquierda?
El acuerdo entre el Partido Socialista (PS) y el Bloque de Izquierda que fue la base del apoyo del Bloque de Izquierda a un gobierno del PS se firmó en 2015. En aquel momento, el PS había quedado en segundo lugar en las elecciones generales y el problema era evitar que la derecha continuara gobernando y continuara devastando el país con sus medidas de austeridad sin precedentes. En las elecciones de 2019, al final del mandato de cuatro años de los socialistas, y tras haberse cumplido el acuerdo, el Bloque de Izquierda ganó el 10% de los votos (medio millón de votos), que fue casi el mismo resultado que cuatro años antes (nuestro mejor resultado de la historia). Por lo tanto, la explicación de nuestro resultado de enero de 2022 no se encuentra en un aumento gradual pero continuo de malos resultados electorales. Más bien, caímos abruptamente, conservando solo la mitad de los votos y una cuarta parte de parlamentarios en comparación con octubre de 2019.
La razón fue nuestra negativa, tomada tras negociaciones, a apoyar el presupuesto del gobierno del PS. En esas negociaciones respetamos plenamente nuestro mandato, que era utilizar nuestra influencia para lograr importantes beneficios para la clase trabajadora y la mayoría de la población: en primer lugar, con respecto a la legislación laboral, en particular, poner fin a las leyes laborales del período de la Troika, y, en segundo lugar, con respecto al gasto públicoen el Servicio Nacional de Salud (SNS). Sin embargo, no pudimos llegar a un acuerdo con el PS que lograra estos objetivos.
Por lo tanto, no teníamos motivos para votar el presupuesto nacional. Esa decisión, una decisión de independencia estratégica del PS, no fue seguida por una gran parte de los votantes del Bloque de Izquierda. Pero no seguimos su criterio para decidir nuestro voto: usamos criterios estratégicos, los de nuestro proyecto político independiente.
Justo antes de las elecciones surgió un segundo factor que también contribuyó en gran medida a los malos resultados del Bloque de Izquierda: las encuestas nacionales mostraron que los partidos de la derecha, en conjunto, estaban igualando el voto del PS. Esta encuesta, que también apuntaba una victoria de la derecha junto con el voto de extrema derecha, creó una ola de miedo que movilizó a algunas personas de izquierda empujándolas hacia el PS.
Al final, la temida victoria de la derecha no ocurrió y el PS terminó con una mayoría absoluta en el parlamento. Por lo tanto, las encuestas estaban equivocadas o contribuyeron directamente en los últimos días a un cambio de las intenciones de voto. En cualquier caso, esas encuestas finales también fueron muy importantes para movilizar a los votantes de izquierda hacia el PS. Estos dos factores son los que explican nuestros malos resultados en 2022.
-Entonces, ¿el mal resultado del Bloque de Izquierda (y del PCP) mostró que la falta de financiación del SNS no era, en ese momento, el problema más importante para una parte considerable de la «gente de la izquierda»? ¿El Bloque de Izquierda leyó mal el estado de ánimo popular?
Como dije, utilizamos nuestro mandato para ejercer presión en torno a cuestiones estratégicas para la clase trabajadora, como la legislación laboral, la financiación del SNS y la lucha contra la precarización. Siempre nos negaremos a ser un apéndice del PS, a ser una quinta rueda en el vagón del gobierno. Y así, en las circunstancias de esa época, teníamos que tomar una decisión: la autonomía o la subordinación al PS. Elegimos la autonomía y nos redujimos con los resultados de las elecciones nacionales. Eso es cierto. Perdimos mucho peso, pero mantuvimos nuestra columna vertebral intacta y ahora podemos contra atacar, que es lo que estamos haciendo.
Nos enfrentamos a la mayoría absoluta del PS con un grupo parlamentario que es mucho más pequeño que antes, pero con una relación directa y coherente con los movimientos populares que están surgiendo contra la arrogancia de los socialistas y su incapacidad para responder a las grandes preguntas que tiene Portugal hoy en día.
-A diferencia de la geringonça de 2015-2019, el gobierno del PS apoyado desde fuera por el Bloque de Izquierda, el PCP y otros sobre la base de un paquete de compromisos específicos, el actual gobierno mayoritario del PS ha conseguido su estabilidad mediante pactos con el gran capital portugués combinado con, en el mejor de los casos, con meras tiritas de última hora a las múltiples crisis sociales que el país sufre. Parece estar pagando un gran precio por esto, con un promedio de apoyos del 29 % en las encuestas recientes, parecido al Partido Socialdemócrata (PSD) en la oposición, y muy por debajo del 41,4 % de la encuesta de enero de 2022. Las encuestas recientes también muestran que el Bloque de Izquierda está recuperando el apoyo a niveles del 8-10%. ¿Qué explica estos cambios?
Hay muchas encuestas diferentes hoy en día y en ellas se están reflejando diferentes actitudes electorales. También es cierto que algunas están apuntando a que el Bloque de Izquierda se recuperará en las próximas elecciones o obtendría resultados mucho mejores si las elecciones fueran hoy.
La política de la mayoría absoluta del PS está marcada no solo por una gran arrogancia, negándose a responder a los partidos de la oposición, negándose a venir al parlamento para rendir cuentas por sus errores, pero también por la crisis del gobierno, con muchos ministros (13 hasta la fecha) siendo apartados debido a grandes y pequeños escándalos, conflictos de intereses, de relaciones promiscuas entre los negocios privados y la esfera pública.
Pero se debe principalmente a la falta de perspectiva, de respuestas a la crisis social y al ciclo de inflación. La gente está bajo la presión del estancamiento salarial como resultado del pacto entre el gobierno y los patronos y del efecto combinado de la inflación y los aumentos de las tasas de interés del Banco Central Europeo (BCE). Portugal tiene una enorme crisis de vivienda, con muchas personas que no pueden pagar por una casa y buscan alojamiento sin cesar. También nos enfrentamos a enormes dificultades en el funcionamiento normal de los servicios públicos, principalmente la educación y la salud: a lo largo de 2022 tuvimos la mayor ola de huelgas en la educación y huelgas muy significativas en los servicios de salud pública, porque el gobierno siguió rechazando las reivindicaciones mínimas de médicos, enfermeras y maestros.
Portugal también tiene un modelo de desarrollo basado en el turismo masivo e insostenible. Esta es una de las principales explicaciones de por qué el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) no produce un aumento correspondiente de los niveles de vida. En cambio, la gente se está empobreciendo, están perdiendo, porque la proporción de los salarios en la distribución de la riqueza del país se está reduciendo. Pero los socialistas están demasiado desconectados de la gente y piensan que las personas que se están empobreciendo son felices viendo las grandes cifras de crecimiento del PIB.
Este crecimiento del PIB se destina a los sectores económicos y financieros protegidos que se benefician del modelo de desarrollo portugués y de las normas de la Unión Europea, que prohíben la inversión pública y las políticas a favor de los trabajadores al mismo tiempo que facilitan las operaciones financieras especulativas. Por eso, según las estadísticas del BCE y del Fondo Monetario Internacional, la mitad de la tasa de inflación se explica por el crecimiento de los beneficios.
-En una entrevista el 26 de mayo en Diário de Notícias, el ex coordinador del Bloque de Izquierda, Francisco Louçã, dijo que el gobierno socialista había «tirado la toalla con el SNS». También describió la privatización planificada de la aerolínea estatal TAP-Air Portugal como un «sin sentido desde el punto de vista de la estrategia económica del país». ¿Por qué el gobierno del PS, a diferencia del gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), está siguiendo este enfoque? ¿No está socavando la propia base de apoyo del PS?
Portugal y España operan bajo la misma estructura de poder, la de las instituciones europeas, la Comisión Europea, el BCE, el Consejo Europeo y el Eurogrupo [de los ministros de finanzas de la zona euro]. Por lo tanto, las principales características de ambos gobiernos, a pesar de la participación en el gobierno, en el caso de España, de partidos de izquierda con ministerios, no son tan diferentes: ambos aceptan las reglas europeas.
Es cierto que, como país más pequeño, Portugal tiene menos poder de negociación en los cónclaves europeos. También tenemos formas más estrictas y tóxicas de subordinación y de aplicar las normas europeas y las políticas monetarias del euro, que son una de las principales causas de nuestro estancamiento.
Pero cuando vemos una visita a Lisboa de la presidenta del BCE, Christine Lagarde, entendemos la enorme arrogancia de este poder, que continúa aumentando las tasas de interés de las hipotecas de las vivienda. Llega a un país como Portugal, donde una gran parte de la población tiene hipotecas de vivienda a tasas de interés variables y se enfrenta a un enorme aumento en sus pagos hipotecarios, y dice: «así es la vida, hay que aguantarse. En el BCE seguiremos aumentando las tasas de interés», como si la inflación fuera causada por un excesivo consumo de los trabajadores.
Esto no es cierto. Esta es una narrativa falsa. Es una guerra de clases contra los trabajadores y los pobres, y Lagarde y las instituciones europeas están tomando partido en esta guerra y ayudando a que sea ganada por las burguesías de los países europeos.
-En una entrevista del 14 de junio con el Jornal de Noticias, la recién elegida coordinadora del Bloque de Izquierda, Mariana Mortagua, describió la actual situación política portuguesa como un «cenagal» y dijo: «En 2019, el PS, al rechazar la segunda geringonça, un segundo acuerdo escrito y la posibilidad de aplicar nuevas políticas de izquierda, le dijo al país que no habría políticas de izquierda ¿Es estable el gobierno del PS? A más de dos años de las próximas elecciones, ¿puede el Bloque de Izquierda, en combinación con las otras fuerzas a la izquierda del PS, forzar un cambio de la línea de Costa? ¿O simplemente es demasiado tarde para una geringonça 2.0?
Los socialistas tienen una mayoría absoluta: no necesitan más votos para cambiar las políticas. Entendemos que para lograr cualquier cambio, tenemos que salir a la calle. Por lo tanto, el Bloque de Izquierda está muy comprometido con la organización y ser un punto de referencia político sólido para los movimientos sociales y los trabajadores.
Como dije, en los últimos años hemos visto movimientos de protesta muy importantes. Por ejemplo, las mayores manifestaciones de maestros de escuelas públicas, repetidas huelgas de médicos y enfermeras, y huelgas del transporte público que vienen ocurriendo desde hace mucho tiempo.
Hay una negativa continua y general del gobierno a responder a los trabajadores en general y especialmente a los trabajadores de los servicios públicos que son cada vez más viejos y están en peores condiciones, con problemas para encontrar personal sustituto porque las condiciones son tan malas que los trabajadores jóvenes se niegan a hacer carrera en estas áreas.
También vemos la politización de los movimientos LGBTIQ+ y feministas y su resistencia a las presiones conservadoras que acompañan al ascenso de la extrema derecha. Estos movimientos y su politización han tenido un papel muy importante en el último período, con enormes manifestaciones de jóvenes. Son una parte crucial del panorama de la resistencia social.
Por lo tanto, el papel del Bloque de Izquierda en este momento es ser un punto de referencia de izquierda, ofrecer políticas de izquierda a estos movimientos y a los sectores de masas que representan. Eso es lo que estamos haciendo para enfrentarnos al gobierno y forzarle a un cambio político.
-¿hasta qué punto tenía razón el diagnóstico de la moción E de la minoría sobre los problemas del Bloque de Izquierda (su supuesta «pérdida de coherencia y dilución como proyecto político») debido a «al énfasis parlamentario casi exclusivo como centro de la iniciativa política, el margen de las luchas populares e incluso el distanciamiento de las luchas sindicales sujetas a un fuerte ataque por el gobierno»?
Cualquiera que haya estado presente y haya seguido las actividades de nuestra Convención Nacional puede dar testimonio de la enorme participación de los activistas del Bloque de Izquierda, de las grandes responsabilidades que están asumiendo para dinamizar los movimientos sociales en Portugal.
Somos un partido plural, estamos abiertos a la libre expresión de todas las opiniones. Nuestras convenciones están abiertas a los medios de comunicación, nuestra oposición tiene la garantía legal de la libertad de expresión y la libertad de organización en el partido.
Pero hay que decir que el tipo de crítica contenida en la Moción E tiene menos expresión hoy en día que en la última convención. Por lo tanto, es un punto de vista particular, respetable y legítimo, pero que representa a una pequeña minoría dentro del Bloque de Izquierda.
-Visto desde 1999, el voto del Bloque de Izquierda ha estado entre los más volátiles de los partidos portugueses. ¿Hay algo que el Bloque de Izquierda pueda hacer para moderar esta montaña rusa de su apoyo? ¿Se puede hacer entender a los votantes de izquierda que no tienen que votar PS para detener a la derecha, que lo que cuenta es que el voto general de la izquierda supera al de la derecha?
¡No nos ponemos nerviosos por esta montaña rusa! Las elecciones son un espejo distorsionado del entorno social del país y del equilibrio de fuerzas en la lucha de clases. Por lo tanto, cualquiera que espere un crecimiento electoral constante como estrategia para el cambio social se sentirá decepcionado. Y creo que esto es cierto en todas partes. Deberíamos mirar a Francia y los recientes acontecimientos políticos allí, los acontecimientos positivos en las calles, pero también en las urnas con el ascenso de la France Insoumise de Jean-Luc Mélenchon. Por lo tanto, para sobrevivir a largo plazo, la izquierda también debe estar preparada para un cambio político rápido y estar preparada para intervenir y tomar iniciativas en contextos políticos volátiles.
Debemos ser coherentes e independientes del campo social-liberal, como los partidos laboristas o los partidos socialistas como los que tenemos aquí en Portugal; partidos que han abandonado una perspectiva de izquierda sobre la economía. Los trabajadores no necesitan a la izquierda si todo lo que hace es explicar que tienen que empobrecerse. En las elecciones habrá buenos y malos momentos, subidas y bajadas, y a menudo los resultados electorales, buenos o malos, no revelan la calidad de las opciones estratégicas.
Lo importante es mantenerse del lado de la gente explotada y actuar siempre en consecuencia, en la lucha callejera y en el parlamento.
-Las próximas elecciones en Portugal son para la asamblea regional de Madeira. ¿Qué oportunidades tiene el Bloque de Izquierda para recuperar una presencia en su asamblea regional?
Perdimos la representación en 2017 por solo un par de votos. Madeira es un archipiélago de dos islas con 150.000 votantes en total. Es una región con un gobierno autónomo. Las encuestas ahora indican que tenemos una gran oportunidad para volver al parlamento y eso es por lo que estamos luchando ahora mismo en Madeira.
El surgimiento de Chega
-Chega (¡Basta!) es una aparición tardía en la ola reaccionaria de extrema derecha en Europa y surgió justo cuando algunos de nosotros decíamos que, a diferencia de España, ¡no hay extrema derecha en Portugal debido a la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974! ¿Qué característica comparte con otras fuerzas de extrema derecha en Europa? ¿Qué tiene específicamente de portugués? ¿Por qué surgió tan tarde? ¿Tiene un grado de apoyo en el aparato estatal, el poder judicial, las fuerzas armadas y la policía como, por ejemplo, Vox tiene en el estado español?
Durante muchos años hubo un partido, el Partido del Centro Social y Democrático (CDS-PP), que fue una especie de reagrupamiento de los restos de la dictadura, el personal político de sus últimos años, con estrechas conexiones con la iglesia y sectores de la burguesía, sectores de la confederación patronal, etc. En su punto álgido electoral, CDS-PP obtuvo los mismos resultados que Chega hoy, alrededor del 12 %. CDS-PP desapareció del panorama político y sus cuadros quedaron huérfanos. No están en Chega, no se convirtieron en políticos de extrema derecha. Pero la extrema derecha absorbió el voto popular que tuvo ese partido, por lo que se puede interpretar esto como una especie de aggiornamento de las bases de la derecha, de su base electoral.
Cuando observas al personal político de estos nuevos partidos políticos de ultraderecha, no solo Chega sino también la Iniciativa Liberal (IL), provienen de los cuadros medios de los partidos tradicionales de derecha. Por lo tanto, en lugar de que los grupos nazis y fascistas tengan representación parlamentaria y crezcan, tenemos sectores de las formaciones de derecha previamente existentes que se fragmentan y se reorganizan, adoptando elementos de la derecha radicalizada, de Trump y Orban, y también de la derecha ultraliberal de toda Europa.
En el caso de Chega, también debemos tener en cuenta su fragilidad orgánica. Por ejemplo, un tercio de sus miembros electos en los ejecutivos de los consejos locales abandonaron el partido el año pasado. No por ninguna diferencia política específica, sino por enfrentamientos y ambiciones personales. Además, el Tribunal Constitucional dictaminó que los últimos congresos del partido eran irregulares.
Por lo tanto, es una organización todavía muy débil, que todavía consigue a sus representantes y candidatos entre personas con conexiones muy débiles con el propio partido, y que refleja su falta de presencia social real. Sí, Chega es muy visible en el parlamento. Tiene un líder muy carismático, André Ventura (que vino del PSD), pero es una organización muy poco cohesionada, con muy poca capacidad para la movilización en la calle.
El único sector organizado con una verdadera influencia de extrema derecha en sus filas es la policía. En ningún otro sector, en ninguna otra expresión de protesta, Chega tiene algo comparable, ni siquiera en sectores masivamente movilizados, como maestros y enfermeras. En ningún otro lugar la extrema derecha tiene capacidad de movilización.
Sin embargo, la extrema derecha todavía conecta con los temas tradicionales de la derecha portuguesa: el racismo anti-Roma, la nostalgia colonial y el Salazarismo, la normalización de la dictadura fascista y la Guerra Colonial vista como una epopeya heroica. Todo eso va acompañado de una nostalgia machista y un fuerte rechazo al feminismo. Estas son las principales características de la narrativa portuguesa de extrema derecha, representada por Chega.
Luego está IL, otro partido radicalizado de la derecha, pero que es muy diferente. IL es un partido ultraliberal, inspirado en Hayek, uno de los muchos partidos europeos de este tipo. Un partido liberal extremista, antimarxista pero no ultraconservador, con una agenda centrada en cuestiones económicas como la reducción de los impuestos.
IL tiene una base de apoyo de altos ingresos y está mucho más concentrada en los entornos ricos del centro de la ciudad. Su votante típico es más joven y más educado. No expresa abiertamente ideas xenófobas y racistas y se niega a hacerlas parte de su agenda.
-Al igual que el gobierno del PSOE en relación con Vox, Costa ve ventajas políticas en presentar al PS como el mejor baluarte anti-Chega de la democracia portuguesa y resaltar la complicidad del PSD con la extrema derecha. La táctica es construir el voto del PS dividiendo a los votantes de derecha y de izquierda, a los que asusta para que busquen refugio con él. ¿Cómo contrarresta el Bloque de Izquierda esta táctica que pretende que el PS es la única fuerza antifascista real?
La principal forma en que el Bloque de Izquierda se ocupa de esto es explicando que Chega es una «federación de descontentos», descontento con la política neoliberal y sus resultados en salarios, salud, educación, etc. Todo esto a pesar de la falta de políticas para responder a estas necesidades, o incluso de una versión más radical de las políticas neoliberales.
Este es el resultado directo de la mala política del gobierno socialista, que rechaza las políticas de izquierda. Por lo tanto, respondemos a la extrema derecha buscando la mayor unidad en los movimientos que se resisten al fascismo, el racismo, la misoginia, la homofobia o la transfobia, pero también subrayando nuestra oposición al neoliberalismo del PS y respondiendo en el terreno de la política económica y social alternativa.
Esta orientación coincide con cómo se han desarrollado las protestas en el primer año y medio de mayoría absoluta del PS. Cada demostración que ha surgido plantea reivindicaciones de izquierda: maestros, trabajadores de la salud, trabajadores del sistema judicial; las reivindicaciones de las feministas, del movimiento LGBTIQ+, de los jóvenes que luchan por la vivienda.
Todos se conectan con la izquierda y con nuestras reivindicaciones de izquierda. No tienen ninguna conexión con, y no hay presencia de, la extrema derecha en estas manifestaciones. Esto es muy, muy importante porque la oposición en las calles al gobierno de Costa no es una oposición de extrema derecha en absoluto. Está dirigido principalmente por movimientos sociales y sindicatos, que se conectan directamente con los partidos de izquierda y la oposición de izquierda, ya sea con el PCP o con el Bloque de Izquierda.
Mira a Francia, que es un país donde tienes un centro gobernante que está muy cerca del PS portugués, el de Emmanuel Macron. Y ahí tienes una fuerte extrema derecha de un lado y una fuerte izquierda del otro, liderada por la France Insoumise. Es cierto que la extrema derecha está creciendo en Italia, Grecia y España, y que también es muy fuerte en Francia, pero los resultados de la izquierda francesa muestran -sus resultados electorales – que hay espacio para otro tipo de oposición de izquierda, siempre y cuando sea coherente e independiente.
Esa es la forma en que podemos crear un polo de atracción de izquierda que pueda ganarse a aquellos sectores sociales de la clase trabajadora que están en shock debido a las políticas neoliberales del PS y podrían ser más vulnerables a la demagogia de la extrema derecha.
-En el estado español, parte del voto de Vox, que proviene principalmente de los suburbios ricos y muy ricos, también se concentra en las regiones más pobres a lo largo de la costa mediterránea, donde hay muchos trabajadores del norte de África y el Sahara. Aquí, el racismo y la islamofobia de Vox encuentran apoyo en los barrios más abandonados donde se habla español. ¿La situación portuguesa es similar? Si es así, ¿qué propone el Bloque de Izquierda para contrarrestar la influencia de Chega?
Las características de la inmigración en Portugal son bastante diferentes a las de España. Aquí, Chega está estrechamente conectado con los intereses, con los jefes, de nuestro monocultivo intensivo agrícola, que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante. Por lo tanto, Chega ha cambiado su mensaje más hacia temas como la romanofobia, la corrupción en la política, el ultraconservadurismo en torno a las preocupaciones LGBTIQ+ y feministas, y la oposición a la eutanasia y el aborto. Estos son los principales problemas, las líneas a lo largo de las cuales la extrema derecha trata de construir su identidad, más que con una postura directa racista y antiinmigrante. Eso, en cierto momento, chocaría con los intereses de algunos de sus propios partidarios y financieros, los jefes de la agricultura intensiva en el sur.
Además, los votantes de Chega son diferentes de sus homólogos de Vox. El votante típico de Chega es masculino, de mediana edad a mayor, y de clase popular. Como dije, el votante de derecha urbana más educado que podría votar por Vox en España tiende a votar por IL en Portugal.
Fortalecimiento de la justicia social, la resistencia social y la política alternativa
-La moción A, que ahora es la política del Bloque de Izquierda, expresa la aspiración que impulsa al Bloque de Izquierda de «Una buena vida para todas las personas» y lo resume como «un hogar cómodo, trabajo con derechos, servicios públicos de calidad, tiempo para disfrutar de la vida en un planeta habitable, acceso a la cultura, el bienestar individual y colectivo. Vivir bien requiere las condiciones materiales para una existencia digna, pero es más que eso: es la autodeterminación sobre lo que queremos ser, es la libertad y el respeto por nuestras opciones. Es cuidado e interdependencia. Es la seguridad del futuro, del salario y de las pensiones. Es la paz de un lugar en el mundo que no depende de la competencia contra los demás o de la tiranía del mercado. Es el reparto de los bienes comunes y la democracia como forma de decidir; la esencia del socialismo». ¿Por qué fue necesaria esta reformulación?
No fue una innovación teórica. Estábamos tratando de dar una definición simple a una idea muy simple. Se está negando el acceso a los bienes y servicios esenciales a sectores cada vez más grandes de la sociedad, a medida que crecen las desigualdades y las políticas neoliberales pasan factura. Por lo tanto, cuando hablamos de la lucha por una buena vida, estamos hablando del conjunto de reivindicaciones que todo el mundo considera justas y considera que incluyen derechos esenciales: vivienda, un salario justo, educación, atención médica, cultura, pero que solo se pueden lograr en el contexto actual a través de políticas socialistas como las que propone el Bloque de Izquierda. Por lo tanto, supongo que en todas partes la izquierda debería hacer su tarea y tratar de encontrar formas y palabras eficientes con las que transmitir su punto de vista ecosocialista. Cuando hablamos de la buena vida, también nos inspira esta idea que viene de los pueblos indígenas sudamericanos.
Estamos tratando de expresar la idea muy simple de lo que es un derecho humano esencial, lo que es justo, lo que todo el mundo debería tener, lo que debe garantizarse y no estar en riesgo como ocurre hoy. Si no estuviera en riesgo, tendríamos una buena vida. Supongo que esto resume nuestra forma de presentar nuestra propuesta política.
-Ambas mociones a la Convención señalan las grandes protestas en Portugal de los trabajadores migrantes y contra el racismo. ¿Cómo pretende el Bloque de Izquierda fortalecer su apoyo e implantación entre los trabajadores migrantes, que, al igual que en los países mediterráneos, se concentran en gran medida en el trabajo informal mal pagado en la limpieza, la hostelería, el cuidado de personas mayores y el turismo?
Los activistas del Bloque de Izquierda están presentes en los dos frentes más importantes donde la izquierda trata con los inmigrantes. El primero es en la agricultura intensiva en el sur, donde se concentra la mano de obra inmigrante. Tratamos de conectarnos con estos trabajadores a través de sus redes de asociaciones, con el fin de luchar por aquellos que trabajan «ilegalmente» (sin documentos de residencia) y sobreviven en viviendas apeblemente inadecuadas, una existencia muy cruel para los trabajadores de la agricultura intensiva. Estamos en el centro de los esfuerzos para denunciar estas condiciones, que con demasiada frecuencia escapan a la atención incluso de los municipios administrados por el PCP donde tiene lugar esta agricultura. Por lo tanto, a la izquierda, somos la principal fuerza que se ocupa de los bajos jornales, las malas condiciones de trabajo y la miserable vivienda de esta fuerza de trabajo.
El segundo frente gira en torno a las plataformas digitales de las empresas de reparto que emplean a una gran masa de trabajadores inmigrantes – brasileños, asiáticos, africanos – que una vez contratados por estas plataformas digitales, terminan sobreexplotado y mal pagados. Aquí también tenemos una intervención en desarrollo, una experiencia muy difícil y nueva para nosotros. Estamos tratando de desarrollar esta experiencia involucrando a estas comunidades en redes de solidaridad y autoayuda.
Esta experiencia es muy importante. Tan reciente como a mediados de junio pudimos aprobar una nueva ley en el parlamento contra la precarización en estos sectores «uberizados», iniciando un proceso de inspección pública de las condiciones de trabajo y de los contratos de trabajo de los trabajadores en estas plataformas. Junto con los trabajadores organizados en este sector, estamos siguiendo el proceso muy de cerca para cambiar las condiciones brutales que prevalecen allí.
Por último, tenemos una comunidad portuguesa muy grande que es víctima del racismo y está compuesta principalmente por los nietos y bisnietos de inmigrantes de las antiguas colonias portuguesas. Tratamos de conectarnos y ganarnos a estas personas en el movimiento antirracista y en la lucha para dar visibilidad a la opresión de esta comunidad categorizada por la raza. Lo hacemos a través de la participación en el movimiento antirracista, en el movimiento del pueblo negro y en nuestra práctica en el partido.
Este enfoque incluye dar prominencia a la presencia de personas negras y personas racializadas en el liderazgo del Bloque de Izquierda y en nuestros listas electorales. Por ejemplo, la primera mujer negra en tener un puesto ejecutivo en el Ayuntamiento de Lisboa es nuestra representante Beatriz Gomes Díaz.
Sin embargo, hay un largo camino por recorrer en este país, que tiene una historia imperial y colonial en África, Asia y América Latina, y una larga historia de esclavitud y explotación. Estamos reuniendo las reivindicaciones y el material histórico que empoderan a los pueblos negros y categorizados por raza en Portugal en la lucha por la memoria histórica, la dignidad y el reconocimiento del significado de la violencia de la opresión ejercida en los países que eran colonias portuguesas. Esta parte de nuestro país todavía está pagando el precio de las políticas que la clase dominante y los poderes fácticos impusieron en Portugal durante siglos.
-La crisis de asequibilidad de la vivienda, que es común a la mayor parte del mundo capitalista avanzado, es particularmente aguda en Portugal, donde los precios medios de la vivienda se han duplicado en menos de una década y donde, como en España, la grave situación se ve exacerbada por la dependencia económica del turismo. ¿Cuáles son las propuestas del Bloque de Izquierda para resolver la crisis de la vivienda?
Hoy en día, Portugal es uno de los países más afectados por la dinámica especulativa y de financiarización del mercado de la vivienda.
Nuestra enorme crisis de la vivienda es el resultado de la gentrificación, la expulsión de la gente de los centros de las ciudades hacia unos suburbios cada vez más lejanos, así como del aumento de la demanda de vivienda en las grandes ciudades, principalmente Oporto, Lisboa, el Algarve, Madeira, por no residentes. Este es uno de los factores que impulsan el rápido empobrecimiento de la población, junto con el aumento de las tasas de interés de las hipotecas bancarias.
Las propuestas del Bloque de Izquierda en estas circunstancias son:
*En primer lugar, una gran inversión para aumentar el stock de viviendas públicas, a alquileres accesibles.
*En segundo lugar, la prohibición de vender casas a no residentes, porque en este país esta vivienda está dedicada casi por completo a la especulación y a los estilos de vida de lujo.
*En tercer lugar, el fin de los «visados de oro», un mecanismo para promover la venta de buenas casas a extranjeros ricos, principalmente oligarcas de China, Brasil, Rusia y Ucrania.
*En cuarto lugar, un techo de alquiler para evitar que los propietarios de viviendas privadas impongan alquileres exorbitantes.
En lo que respecta a los bancos, exigimos un límite en la proporción de los ingresos que cualquier familia tiene que dedicar al pago de su hipoteca. Con el aumento de la tasa del Euribor, la parte de los ingresos familiares que se está gastando en pagar la hipoteca está aumentando muy rápidamente y se está volviendo muy alta para un gran número de familias.
La diferencia entre el pago mensual de la hipoteca que se aplica hoy en día en comparación con cuando comenzaron los aumentos en la tasa del Euribor debería financiarse con las ganancias récord de los bancos, las más altas en al menos 15 años.
-El Bloque de Izquierda está profundamente involucrado en la campaña para una financiación adecuada del SNS, con una manifestación nacional del 3 de junio presentada en la Convención. ¿Cómo está progresando esta campaña?
El movimiento en defensa de la sanidad pública es estratégico. La privatización de los servicios de salud se ha estado llevando a cabo durante varios años y se está llevando a cabo a través de la desinversión en el servicio de salud pública. Como resultado, a las personas les resulta cada vez más difícil conseguir una cita a tiempo con su médico del SNS y, a medida que las listas de espera se hacen más y más largas, también les resulta muy difícil obtener su cirugía, incluso en casos urgentes.
Por lo tanto, se abre la puerta a la inversión de las empresas privadas sanidad y el seguro de salud, a medida que mucha gente se muda a la atención médica del sector privado. ¡Sin embargo, resulta que está subvencionado a través del presupuesto nacional a través de contratos hechos directamente por el SNS con proveedores privados!
Esta es una forma terrible de gestionar la financiación pública: debería dedicarse a ampliar la capacidad de atención de la sanidad pública para que sea universal, accesible y en tiempo para todos los que la necesiten. Esa reivindicación estuvo en el centro de un nuevo movimiento que se lanzó a principios de junio y que reúne no solo a enfermeras, médicos y personal de hospitales y centros de salud, sino también a ciudadanos que utilizan estos servicios y quieren defenderlos.
Es fundamental que la sociedad portuguesa se movilice por el SNS dando apoyo ciudadano a las demandas de los sindicatos de los profesionales de la salud. Sus reivindicaciones son justas: mejores carreras y salarios para poder reclutar y retener a los profesionales que se necesitan en el servicio. Hoy en día hay un gran problema de insuficiencia de personal profesional, cada vez más viejo y demasiado estresado en todos los servicios de salud.
Estos problemas deben resolverse, pero los profesionales por sí solos no pueden resolverlos, deben tener la solidaridad activa de la comunidad. Ese es el desafío al que nos enfrentamos en el movimiento «Más SNS», como se le llama: llevar la lucha por la atención de salud pública nacional debidamente financiada más allá del sector de la salud y a la sociedad en general.
-El programa del Bloque de Izquierda implica un tipo muy diferente de presupuesto nacional, con una mayor financiación de servicios públicos e infraestructura para la transición ecológica financiada por mayores contribuciones de aquellos que pueden pagar. ¿Ha desarrollado el Bloque de Izquierda un proceso presupuestario alternativo que se pueda utilizar para visualizar sus prioridades?
La visualización de las prioridades del presupuesto nacional fue una de las principales características del período en que hubo un acuerdo entre el PS y los partidos de la izquierda. El proceso de negociación que tuvo lugar en ese momento conectó los movimientos sociales, las protestas sociales y los sindicatos con negociaciones concretas sobre cada nuevo presupuesto.
Este proceso fue muy visible, en los medios de comunicación diarios durante semanas y meses, cada año de ese mandato de cuatro años. El presupuesto se discutió en su totalidad, desde sus principales prioridades hasta detalles específicos. Esta negociación fue muy importante porque dio a la discusión sobre las opciones presupuestarias un perfil muy público, ya que el propio parlamento se convirtió en una especie de escenario de negociación entre la izquierda y el gobierno socialista.
La derecha fue marginada en este proceso, reducida a quejarse de la presión de la izquierda y de los resultados de esta negociación, a pesar de que la mayor parte de esta negociación fue una buena noticia para la gente común. También hizo que fuera muy difícil para la derecha afirmar una agenda social y económica alternativa propia, ya que la negociación consiguió ganancias para los trabajadores.
Por lo tanto, esta es la principal experiencia que hemos tenido, una experiencia parlamentaria, pero muy pública, que proporcionó una buena visualización de lo que es un proceso presupuestario.
Por supuesto, si hubiéramos sido parte del gobierno, esta negociación habría sido mucho más discreta, se habría hecho mucho más en privado y se habría examinado menos. Mientras que en otros países los partidos de izquierda participan en alianzas gubernamentales con socialistas, nosotros no lo hacemos. Estábamos apoyando al gobierno del PS desde fuera, en el parlamento, pero estábamos en conflicto permanente con los socialistas en el parlamento y con el gobierno. Este fue un proceso de negociación permanente y, creo, muy formativo para todos los involucrados en él.
Por supuesto, después de 2019, el proceso no fue lo suficientemente fuerte como para hacer frente a la presión y el chantaje de la derecha, y, como ya he mencionado, no fue fácil votar en contra del gobierno. Pero debe tenerse en cuenta que durante el período del acuerdo (entre 2015 y 2019), el Bloque de Izquierda pudo hacer un buen uso de este proceso de negociación y repitió su muy buen resultado electoral al final del acuerdo.
-¿Cuánto crees que el Bloque de Izquierda todavía tiene que desarrollar políticas y concretar planes para la transición ecosocialista?
En lo que respecta a la transición ecosocialista, creo que hay un equilibrio que debemos encontrar, y es lo que el Bloque de Izquierda está tratando de lograr, entre el desarrollo de un programa político muy detallado y preciso para la transición y hacer pleno uso de las oportunidades que el equilibrio de las fuerzas sociales nos da para imponer cambios concretos reales.
Creemos que la transición ecosocialista será el producto de las luchas sociales contra la injusticia climática. Por supuesto, la izquierda debe tener su propia propuesta, y nosotros tenemos la nuestra. Lo presentamos como parte de nuestro programa nacional.
La planificación ecosocialista es una planificación económica determinada por criterios de justicia social y climática. Esto significa que debemos llevar a cabo las transiciones en la producción y la distribución y tomar las decisiones técnicas necesarias para producir estos cambios, pero hacerlo de una manera que traiga un progreso económico que interconexione dos dimensiones: la transición ecosocialista es la creación de una economía justa y sostenible. Este proceso debe implicar un debate dentro del movimiento climático y los sindicatos que desarrolle la conciencia general de la clase trabajadora en torno a las cuestiones climáticas.
Al mismo tiempo, por supuesto, hemos tenido reuniones en todo el país de las personas que realizan el trabajo técnico sobre las opciones para eliminar las emisiones de carbono.
Relaciones con el Partido Comunista de Portugal (PCP)
-En su entrevista con Diario de Noticias, Francisco Louçã dijo que «la relación entre el PCP y el Bloque de Izquierda está convergiendo mucho con respecto a políticas y medidas nacionales concretas. Está divergiendo mucho, y cada vez más, en relación con la invasión rusa de Ucrania». Por su parte, la reciente resolución del Congreso del PCP despreciaba al Bloque de Izquierda por su «sumisión al entorno ideológico dominante [y] alineación con los objetivos del imperialismo».
¿Cómo es posible la perspectiva del Bloque de Izquierda de «convergencia de todos los sectores políticos de la izquierda que expresan su rechazo a las políticas de desigualdad del gobierno» y «un amplio campo de izquierda popular que cambie el equilibrio de poder en favor de aquellos que trabajan» sin una solución a la rivalidad entre el Bloque de Izquierda y el PCP, ya sea a través de un acuerdo estratégico (hoy inimaginable) o mediante la marginalización del PCP (que no parece viable, al menos a corto plazo).
Las relaciones entre el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista no se van a desarrollar ni a través de un acuerdo estratégico ni a través de la marginación.
La forma en que nos relacionamos con el PCP es afirmando muy claramente las grandes diferencias que tenemos en torno a los problemas internacionales y en torno a las cuestiones de progreso social, temas como los derechos LGBTIQ+, los derechos de las personas transgénero, la política de drogas y la eutanasia. Queremos que las grandes diferencias que tenemos en torno a estos problemas críticos sean lo más visibles posible. Pero al mismo tiempo buscamos un terreno común para la lucha social con los camaradas del Partido Comunista y otras alas de la izquierda que deberían unirse en contra de la mayoría absoluta del Partido Socialista y sus políticas neoliberales.
Estamos haciendo eso ahora mismo. Lo estamos haciendo en el movimiento de la vivienda, donde toda la izquierda se une en torno a llamamientos conjuntos y grandes manifestaciones. También tratamos de hacerlo en el movimiento en torno a la atención médica, pero es más difícil allí porque el Partido Comunista tiene un enfoque más sectario, ya que controla partes del movimiento sindical en el sector y trata de que las movilizaciones abiertas se hagan exclusivamente a través de estructuras controladas por sus miembros.
Con diferentes experiencias, nuestra orientación es siempre buscar las formas más unitarias posibles de movilización social contra las políticas neoliberales del gobierno.
-Las encuestas recientes muestran que el Bloque de Izquierda está recuperando su apoyo a sus niveles históricos del 9-10%, mientras que el PCP aún está por recuperar el nivel del 4-5%. ¿Qué explica esta aparente brecha? ¿La posición del PCP sobre la invasión rusa de Ucrania es parte de la causa?
Ucrania fue un momento muy dramático y un mal año para el PCP, porque se identificaron muy abiertamente con la postura y la narrativa de Rusia que justificaban la invasión. Fueron muy mal recibidas, incluso por partes de su propia membresía y base electoral.
El PCP también pagó un cierto precio, tal vez en círculos más activistas, por su hostilidad hacia el Bloque de Izquierda y por sus métodos autoritarios en el movimiento sindical. Todas las corrientes minoritarias en la Confederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP, controlada por el PCP) están protestando públicamente por que se les impida presentar y discutir sus propias propuestas a nivel de la dirección del CGTP. Esto es inconcebible en un movimiento sindical sano. Pero está sucediendo ahora mismo en el liderazgo de la CGTP, y eso son noticias públicas.
La hostilidad del PCP hacia el Bloque de Izquierda, un partido con el que los comunistas comparten muchas propuestas y puntos de vista sobre cuestiones económicas y sociales, sumadas con su práctica autoritaria en el movimiento sindical, es la razón de un cierto escepticismo hacia el partido que está creciendo en partes de la izquierda y también se encuentra en la raíz de su incapacidad para expandir su influencia en los últimos años
Ucrania
-La moción de la mayoría A, ahora política del Bloque de Izquierda, afirma: «La existencia de la hegemonía global de EEUU no cambia la naturaleza imperialista de la agresión rusa contra Ucrania, que el Bloque condenó con la misma claridad con la que ha condenado al régimen de Putin a lo largo de los años. La izquierda no puede esperar nada de una dictadura oligárquica y militarmente aventurera». Pide «una conferencia de paz en Ucrania bajo los auspicios de la ONU y la Unión Europea (UE)» y el fin de la carrera armamentista. La moción guarda silencio sobre el suministro de armas de Portugal a Ucrania, y no pide un alto el fuego inmediato.
La moción E, por el contrario, aunque condena «vehementemente» la agresión rusa, exige un alto el fuego inmediato y se refiere a las resoluciones del Parlamento Europeo sobre Ucrania por las que votaron los eurodiputados del Bloque de Izquierda, afirmando: «El Bloque de Izquierda no puede permanecer vinculado a ninguna decisión que lave esta subordinación [de la UE a la política de EEUU]».
¿Cuál es la política del Bloque de Izquierda sobre un alto el fuego en la guerra y sobre el suministro de armas de Portugal a Ucrania?
Desde el comienzo de la invasión de Ucrania, el principal problema para el Bloque de Izquierda fue el derecho de autodeterminación del pueblo ucraniano. Ese era el principal problema sobre la mesa. Al día siguiente de la invasión, el 25 de febrero, el Bloque de Izquierda emitió una declaración pidiendo al gobierno portugués que exija a la UE que defina en términos concretos sus condiciones para un alto el fuego en la región de Donbas y para las negociaciones destinadas a establecer una coexistencia pacífica para todos los pueblos de la región.
Al mismo tiempo, el Bloque de Izquierda dijo que la exigencia de un alto el fuego tenía que estar vinculada a la petición de retirada de las tropas rusas del territorio invadido en febrero de 2022 y que también tenía que estar vinculada a una propuesta concreta de negociaciones destinadas a lograr un acuerdo de paz. No es posible separar estos tres elementos: la retirada de las tropas, el alto el fuego y la apertura de negociaciones; deben ser simultáneos.
En lo que respecta al acceso de Ucrania a las armas defensivas, lo que está en juego es la soberanía del Estado ucraniano y el respeto por la integridad de su territorio. La defensa militar ucraniana es legítima para expulsar al invasor. Por lo tanto, las armas que han sido suministradas a Ucrania por los países imperialistas de Occidente son principalmente armas defensivas que se necesitan para el esfuerzo de resistencia nacional de Ucrania.
La protección que está proporcionando la OTAN al gobierno de Kiev no cambia la naturaleza de la resistencia nacional de Ucrania. Nunca ha sido el caso de que la lucha nacional por la liberación contra un invasor o una potencia colonial cambie la naturaleza de acuerdo con el tipo de fuerzas imperialistas que podrían, en un momento u otro, apoyar esas luchas nacionales.
Por lo tanto, creemos que esta teoría se aplica en el caso ucraniano; que estamos lidiando con una lucha por la liberación nacional, y que no solo deberíamos apoyar activamente un alto el fuego basado en la retirada de las fuerzas rusas y encontrar el camino hacia un acuerdo pacífico con Rusia, sino también que no debemos oponernos al suministro de armamento defensivo, subrayo defensivo, a Ucrania.
La Unión Europea
-La moción de la mayoría A apunta la perspectiva de un retorno a la austeridad por parte de la Comisión Europea y dice: «La cooperación entre los estados europeos es un elemento importante de una estrategia para contener a la derecha radicalizada, a condición de un giro democrático que acepte la soberanía de los pueblos, el desarrollo de los derechos sociales y la planificación ecológica».
Esta perspectiva, ciertamente deseable, está a años luz de la actual UE, con su política fronteriza contra los refugiados, el aumento del gasto en armas, el apoyo a la monarquía marroquí en su guerra contra la lucha por la libertad del Sáhara Occidental y la negación efectiva del derecho a la autodeterminación.
¿Cómo se puede cambiar la marea política en Europa para hacer posible un giro tan democrático?
Bueno, la UE es una máquina de guerra contra los derechos sociales. Si se leen los tratados que están en su núcleo y que establecen la forma en que las instituciones europeas (el BCE, la Comisión Europea y el Consejo Europeo) deben conectarse y actuar, se verá que fueron diseñados y construidos para escapar del control democrático, escapar de la inspección de los representantes elegidos directamente por el pueblo e imponer permanentemente, y con poca capacidad nacional para decidir lo contrario, reformas neoliberales y reveses para los trabajadores y las clases populares. Esa es la naturaleza de la UE.
Cuando el Bloque de Izquierda habla de la cooperación entre los estados europeos, no estamos hablando de la UE que realmente existe. No es reformable y solo se puede sustituir por nuevas formas de cooperación entre estados soberanos.
El Bloque de Izquierda ha tenido un largo debate sobre estos temas y también ha estado actualizando sus puntos de vista sobre la UE, no solo antes, sino también después de la intervención de la Troika en Portugal hace diez años y después de la intervención de la Troika en Grecia y la capitulación del gobierno de SYRIZA de la época. Por lo tanto, no tenemos ningún tipo de falsas ilusiones sobre el papel que puede tener la UE. Sabemos que el respeto por la soberanía, el desarrollo de los derechos sociales y las políticas ecológicas que pueden hacer frente al cambio climático solo se lograrán en un marco completamente diferente.
Fortalecimiento de la implantación, las intervenciones y el funcionamiento del Bloque Izquierdo
-La moción A señala el crecimiento y la mejor organización de la presencia sindical del Bloque de Izquierda (en las telecomunicaciones, la sanidad, la educación y la industria de la seguridad). ¿Podrías dar algunos detalles de estos avances? ¿Cómo está tratando de construir una mayor participación del Bloque de Izquierda en el movimiento sindical portugués que parece estar reduciéndose, perdiendo vitalidad y no ganando cobertura en las áreas donde se concentran los trabajadores más jóvenes, y con su principal contingente organizado, el CGTP, cada vez más burocratizado?
La implantación social del Bloque de Izquierda ha estado creciendo de manera constante a lo largo de los años, y hoy en día, a pesar de las grandes dificultades que surgen de la hegemonía y el autoritarismo que el Partido Comunista todavía ejerce en el funcionamiento de sindicatos específicos y la CGTP, ha habido espacio para que crezcamos en influencia en ciertos sectores, profesiones y sindicatos.
Los sectores mencionados (telecomunicaciones, salud, educación, industria de la seguridad) se encuentran entre las partes de la clase trabajadora que han estado más involucradas en la lucha en los últimos años. También estamos construyendo, como dije antes, entre los trabajadores de las plataformas digitales, la cultura y las artes, y donde quiera que surjan la precariedad y las nuevas formas de explotación de la clase trabajadora.
Estamos ganando de estas experiencias, tratando de conectarlas y generar un debate político para avanzar en una visión alternativa de lo que debería ser la lucha de la clase trabajadora en Portugal hoy en día, incluidos los papeles del sindicalismo y de los comités de base de las empresas. Tenemos algunas experiencias interesantes que proporcionan un material muy rico para este debate.
También hemos estado desarrollando una masa crítica en el sector de la salud. Nuestros camaradas han estado liderando la formación de listas de izquierda en las asociaciones de médicos y enfermeras. Esta ha sido una rica experiencia que se vincula con los sindicatos del sector de la salud y el movimiento de ciudadanos «más SNS» en defensa del sistema de salud pública. Está dando sus primeros pasos y esperamos desempeñar un papel muy activo en el próximo período.
Luego está la lucha de los maestros, que ha sido central en el último período y donde ha habido un aumento de las luchas organizadas y las huelgas en torno al sindicato de pequeñas minorías que ha surgido en el sector. Sigue siendo muy pequeño, pero tuvo la iniciativa de iniciar un movimiento cuando los sindicatos tradicionales no entendían la situación. Esta minoría se dio cuenta de que había un gran resentimiento entre los maestros y que había voluntad de luchar, y avanzaron, arrastrando a los sindicatos tradicionales detrás de ellos. Esto expuso el papel de la dirección del PCP en los sindicatos y las consecuencias de esta dirección: una burocratización de los sindicatos y una falta de respuesta a los trabajadores.
-¿En qué otras áreas ha tenido éxito el Bloque de Izquierda? ¿Cuáles son las áreas que todavía necesitan más atención? ¿Qué queda por lograr para hacer del Bloque de Izquierda una organización totalmente nacional?
En términos territoriales, el Bloque de Izquierda tiene hoy una presencia muy extendida en las pequeñas y medianas ciudades del país. Por supuesto, después del resultado de las elecciones generales experimentamos una gran caída en nuestra financiación pública, y tuvo consecuencias en las formas en que podemos desarrollar nuestra estructura territorial. Pero estamos tratando de resolver este problema y dar un paso adelante.
-La moción A dice que la reducción de la dependencia del Bloque de Izquierda de la financiación pública como consecuencia de sus resultados electorales fue una bendición disfrazada: «El refuerzo de la autofinanciación… es un cambio en la cultura interna que debe profundizarse». ¿Cómo?
Estamos abordando nuestro objetivo de reducir la dependencia de la financiación pública a través de una combinación de campañas financieras generales, introduciendo elementos de autofinanciación y teniendo un componente de recaudación de fondos en todas y cada una de las iniciativas públicas que emprendemos. Además, al cambiar la estructura de nuestro gasto y propaganda para ahorrar y, en un futuro próximo, tener la capacidad de un enorme aumento de la autofinanciación de nuestro presupuesto.
Esto fue bien entendido por los miembros, ya que la causa de nuestras dificultades actuales es bien conocida por todos.
-Una queja persistente en las contribuciones previas a la Convención del Bloque de Izquierda es que sus convenciones están, a diferencia de las de otras organizaciones de izquierda europeas, estructuradas de acuerdo con mociones (plataformas) en competencia, con las cuales muchos miembros no se identifican al 100% con ninguna de ellas, y que este método de toma de decisiones tiende a afianzar las tendencias «tribales».
Por otro lado, este método de estructuración de las convenciones también requiere que los miembros y delegados decidan lo que realmente quieren para la organización, en lugar de perder el tiempo en la discusión de cientos de enmiendas (generalmente menores) a un documento único (generalmente enorme), precocinado, a la PCP.
¿Ves alguna forma en la que se pueda mejorar el procedimiento de las convenciones del Bloque de Izquierda?
Hay espacio para la participación en nuestros congresos para los camaradas que no interactúan con ninguna de las plataformas principales. Es cierto que solo puedes presentarte como candidato para el liderazgo del partido bajo una plataforma política global. Pero puedes presentarte como candidato a delegado bajo una plataforma política local independiente de las plataformas políticas globales.
Plataformas locales que pueden conectarse entre sí y construir una identidad política compartida, y lo hacen, y luego se presentan a la convención y hacen su contribución sin formar parte de ninguno de los principales campos políticos. Esta es la tradición del partido. Es muy importante para no tener convenciones dominadas por el debate entre las grandes alineaciones. Y esta ha sido nuestra experiencia hasta la fecha.
-El Bloque de Izquierda ha experimentado una afluencia de casi 1.000 nuevos miembros, principalmente pero no solo más jóvenes y «con una fuerte identificación con el perfil ecosocialista, antirracista y anticonservador del Bloque de Izquierda». ¿Cómo se prevé el trabajo de educar y capacitar a esta «promoción» para poder asumir la responsabilidad de liderar la organización en el futuro?
La forma en que manejamos este desafío es llevar a cabo reuniones de bienvenida específicas para los nuevos miembros y aplicar una política de alentarlos a asumir áreas de responsabilidad. Al mismo tiempo, siempre tratamos de tener una buena presencia de jóvenes en los órganos electos del partido y en sus listas electorales.
Los miembros jóvenes del Bloque de Izquierda no son ghettoizados en una organización separada, nos negamos a tener una organización juvenil separada. Esto significa que siempre hay una presencia de los camaradas más jóvenes en todas las estructuras del Bloque de Izquierda. Están dentro del partido, interactuando con los camaradas mayores, pero, por supuesto, con espacio para lidiar con sus propias preocupaciones. Eligen una coordinación nacional de jóvenes para hacer frente a los problemas de los jóvenes, y organizan su programa educativo nacional y su campamento nacional anual.
Sin embargo, en lo que respecta a la vida cotidiana y los órganos del Bloque de Izquierda, son miembros de pleno derecho.
La izquierda y la socialdemocracia: Portugal y España comparados
-Hay un marcado contraste entre el enfoque de la izquierda española a la izquierda de la socialdemocracia y sus homólogos portugueses, el Bloque de Izquierda en particular. En el estado español, se acepta que la izquierda no del PSOE debe gobernar en alianza con el PSOE, y que tener a «nuestra gente» en el gobierno garantiza un mejor resultado que dejar el trabajo a los apparatchiks del PSOE. El enfoque del Bloque de Izquierda ha sido el de la geringonça: apoyo externo al PS contra la derecha sobre la base de un conjunto acordado de compromisos, dejando a las organizaciones libres de presionar, criticar y mostrar sus políticas en áreas no cubiertas por el acuerdo.
Después de cuatro años de geringonça portuguesa (2015-2019) y tres años y medio (2019-2023) de «cohabitación» española por Unidas Podemos (UP) como socio minoritario en un gobierno del PSOE, ¿qué conclusiones sacaría sobre qué enfoque es preferible?
Cuando el Bloque de Izquierda perdió la mitad de sus votos en 2022, Pablo Iglesias, entonces líder de Podemos, se apresuró a plantear un debate público para hacer un balance de la experiencia portuguesa, el «modelo portugués», como se llamaba. Criticó nuestra opción de permanecer fuera del gobierno del PS. Dijo que deberíamos haber estado en el gobierno para tener influencia, para que nuestros votantes entendieran que votar por la izquierda es elegir a posibles miembros del gobierno, cambiar las reglas y cambiar las políticas del gobierno. Por lo tanto, Iglesias siempre tuvo un mal pronóstico sobre la experiencia portuguesa.
Pero el hecho es que, como ya he dicho, al final del «modelo portugués» (en 2019, después del cumplimiento de las cláusulas del acuerdo de cuatro años con el PS), el Bloque de Izquierda mantuvo su influencia y reeligió a sus 19 diputados. Por lo tanto, no hubo un balance negativo que extraer de esa orientación.
La pérdida de la mitad de nuestro voto ocurrió más de dos años después, cuando, sin acuerdo con el PS, tuvimos que elegir entre ser una fuerza autónoma de la izquierda que utiliza su representación para ejercer influencia sobre las decisiones del gobierno o convertirnos en un apéndice incondicional del PS. Elegimos la primera opción. En ningún momento hemos tenido dudas sobre la naturaleza del gobierno del PS, un gobierno del centro liberal. Nunca lo vimos como parte de un espacio progresista, como un gobierno de izquierda. Siempre lo vimos como una oportunidad, a través de un acuerdo político, para obtener ganancias para la clase trabajadora.
Por el contrario, cuando vemos el balance al final del mandato de casi cuatro años del gobierno del PSOE-UP en España, tenemos que ser honestos y decir que los avances que la izquierda obtuvo al participar en el gobierno con el PSOE fueron pequeños y escasos. Esto es cierto no solo a nivel internacional, por ejemplo, con el acuerdo criminal entre el gobierno español y el Reino de Marruecos contra el pueblo saharaui – por primera vez en la historia reciente de España, la izquierda no pudo evitar este giro en la política exterior española – sino también en términos de política social y la reforma de la ley de reforma laboral: la abrogación completa de la contrareforma laboral de la derecha de 2012, que estaba recogida en el acuerdo de gobierno PSOE-UP, fue abandonada.
Por lo tanto, el debate estratégico es sobre cómo encontrar formas de construir mayorías electorales que bloqueen el camino de la derecha y la extrema derecha hacia el poder y, al mismo tiempo, dentro de estas mayorías, permitan un conflicto abierto con el centro liberal (el PS o el PSOE). Es decir, tenemos que pensar en cómo construir una alternativa estratégica desde la izquierda que sea capaz de hacer una política para la mayoría. No queremos ser el flanco izquierdo de un gobierno que sigue implementando la política liberal y permanece completamente subordinado a las normas monetarias y presupuestarias de la UE y la zona del euro.
Si haces un balance serio de la ley de reforma laboral que fue liderada por Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, o de las políticas sociales en general del Gobierno español durante los últimos cuatro años, tienes que hacer un esfuerzo para encontrar el sello distintivo de la izquierda. Y a pesar de esto, todas estas fuerzas, Podemos, la Izquierda Unida, el Sumar de Yolanda Díaz, están de acuerdo en el punto esencial: su objetivo es situar sus ministros dentro de un gobierno dirigido por los socialistas.
Este consenso se tradujo en convulsiones, en enfrentamientos violentos entre los componentes organizados de la candidatura de Sumar. En el próximo parlamento, los partidos que tenían ministerios en el gobierno saliente (Podemos y el Partido Comunista de España/Izquierda Unida) tendrán juntos, en el mejor de los casos, diez miembros en el parlamento, incluso si habrá una mayoría de parlamentarios del PSOE junto con Sumar. Por lo tanto, en el contexto de la nueva reconfiguración de la izquierda en España, esta marginación de los partidos que firmaron el anterior gobierno del PSOE-UP tiene que significar algo.
Cuando perdimos la influencia electoral en Portugal, en 2022, eso fue un problema, por supuesto. Pero en España, la naturalización de la integración de la izquierda en el gobierno (como consecuencia aparentemente necesaria del enfrentamiento con la derecha) plantea la cuestión de la verdadera influencia política de la izquierda. Tenemos que hacer todo lo posible para bloquear el acceso de la derecha y la extrema derecha al gobierno, es cierto. Pero de ninguna manera deberíamos invisibilizar a la izquierda y sus objetivos en un «bloque progresista» que es difícil de distinguir de la simple gestión de centro liberal del PS.Jorge Costa es uno de los dirigentes del Bloque de Izquierda de Portugal (Bloco de Esquerda) desde su formación en 1999. Fue elegido como diputado por el Bloque de Izquierda entre 2009-2011 y 2015-19, y hoy es miembro de la dirección permanente del partido.
Fuente:https://links.org.au/portugals-left-bloc-we-provide-solid-political-reference-point-workers-and-social-movementsPublicado en Nueva revolución 31/07/2023
Tomado de https://vientosur.info/jorge-costa-el-bloco-de-esquerdas-constituye-un-solido-punto-de-referencia-para-los-trabajadores-y-los-movimientos-sociales-portugueses/