El liberal Bronislaw Komorowski y el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski competirán el 4 de julio en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Polonia, en las que, paradójicamente, el electorado de izquierda será determinante para resolver el empate.
os votos del electorado de izquierda serán determinantes para decidir quién será el futuro presidente de Polonia, cargo que se disputarán en la segunda vuelta, prevista para el próximo 4 de julio, el liberal Bronislaw Komorowski y el ultraconservador Jaroslaw Kaczynski.
Los resultados de la votación celebrada el domingo situaban, con algo más del 94% de las papeletas escrutadas, situaban a Komorowski como el candidato más votado, con un 41,22%, seguido de Kaczynski, con un 36,74%, y del líder de la plataforma de izquierda SLD, Grzegorz Napieralski, con el 13,7%.
«La izquierda vuelve al juego», señaló el ex presidente y miembro del SLD Aleksander Kwasniewski tras conocer los resultados, que calificó de «muy positivos» para su formación, a pesar de que Napieralski quedase fuera de la carrera por la Jefatura del Estado.
La importancia del papel que jugarán los votantes de la izquierda en la votación del 4 de julio justifica en que tanto Komorowski como Kaczynski lanzaran un mensaje de acercamiento a Napieralski en sus primeros discursos tras el cierre de los colegios electorales.
«La izquierda es completamente indispensable en la escena política de Polonia», señaló el candidato liberal.
«Quiero agradecer a Grzegorz Napieralski su proposición de una mesa redonda para discutir el futuro de la sanidad (Kaczynski defiende una sanidad pública frente al modelo privado que, dice, pretenden imponer los liberales)», subrayó el conservador.
Según un sondeo de la televisión privada TVN24, en la segunda vuelta el 66,5% de los votantes del SLD apoyará a Komorowski, quien durante las últimas semanas ha multiplicado sus gestos para acercarse a la izquierda, incluido el nombramiento de un ex primer ministro del SLD como presidente del Banco Nacional Polaco.
Presidencia sin sobresaltos
«En mi opinión no es posible un acercamiento entre Kaczynski y Napieralski», precisó Kwasniewski, quien considera que Komorowski tiene un carácter más apropiado para una presidencia «sin sobresaltos», algo deseado por muchos tras el difícil mandato del anterior presidente, Lech Kaczynski, fallecido en accidente aéreo el 10 de abril.
Uno de los factores que más aleja al candidato ultraconservador de la izquierda es su defensa de los valores católicos, incluido su rechazo a la fecundación in vitro, al aborto y a limitar la financiación de la Iglesia católica.
El liberal, sin embargo, está más abierto a estas posibilidades e incluso ha propuesto retirar las tropas de Afganistán, un auténtico guiño a las pretensiones de la izquierda.
En este «flirteo con la izquierda», como lo calificaba ayer el diario «Rzeczpospolita», ambos candidatos tendrán que explotar sus diferencias, que son muchas a pesar de que los dos son católicos practicantes y defensores de los valores tradicionales.
Kaczynski ha basado su campaña en llamadas a la solidaridad ante los desastres nacionales y en un mensaje patriótico ante la UE, mientras Komorowski ha defendido el diálogo, la plena integración en Europa y la moderación. El liberal defiende la adopción del euro como una prioridad, mientras que el conservador prefiere demorarla.
Para el analista político Erik Mistewicz, Komorowski afronta la segunda ronda con desventaja frente a su rival, ya que el resultado del domingo puede confiar a su electorado, relajado y seguro de repetir la victoria, y más propenso a irse de vacaciones sin acudir a votar.
«El electorado de Kaczynski es más disciplinado y posiblemente acudirá a las urnas en masa», considera el profesor de Políticas Andrzej Rychard.