Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Àngel Ferrero
El SPD alemán, uno de los partidos obreros de masas más antiguos del mundo, se encuentra en una crisis profunda y creciente. Ha estado virando constantemente hacia la derecha, sufre una hemorragia de apoyos y recientemente ha sido víctima de un golpe por parte de aquellos que en el partido abrazan con más entusiasmo los principios neoliberales.
Hace dos semanas el líder del partido, Kurt Beck, fue forzado a dejar paso a uno de sus predecesores, Franz Müntefering. El entonces ministro de exteriores, Frank-Walter Steinmeier, fue anunciado como el candidato del partido a las elecciones a la cancillería del próximo año. Este cambio en el personal del partido representa la victoria del ala derecha del SPD. Steinmeier es un burócrata político que hace cinco años era virtualmente desconocido. Como mano derecha del antiguo canciller Gerhard Schröder, fue el autor de un ataque al estado del bienestar conocido como Agenda 2010. Müntefering dirigió el partido durante la implementación de la Agenda 2010, silenciando a menudo con dureza a sus críticos, y después continuó subiendo la edad de jubilación hasta los 67.
Aunque celebrado por la prensa de derechas, el golpe ha sembrado numerosas dudas entre los comentaristas más rigurosos. Steinmeier y Müntefering se encuentran entre los arquitectos del curso político que ha precipitado al SPD a una crisis. El partido ha perdido cerca de la mitad de sus afiliados desde 1998, y obtiene entre un 20 y un 25% de los votos. Se enfrenta a la tenaz competición del nuevo partido de izquierda, Die Linke, nacido de la frustración con la Agenda 2010. El retorno a la cabeza del partido de estos dos dirigentes del ala derecha parece suicida. El desbancado jefe del partido Kurt Beck no se encontraba en modo alguno a la izquierda -siempre apoyó a la Agenda 2010- pero adoptó una retórica más izquierdista tratando de enmendar el distanciamiento entre el SPD y los sindicatos y de detener la pérdida de afiliados. Y aun sus tibias propuestas para suavizar la Agenda 3010 fueron demasiado para el estómago del ala derecha. El cambio de liderazgo tomó la forma de golpe: incluso a los miembros que ocupan los puestos de mayor responsabilidad en el SPD se les denegó el derecho de asistir a la conferencia [en la que se escogió al candidato].
Las esperanzas de que el nuevo liderazgo ponga coto a la crisis son castillos construidos sobre arena. La estrategia electoral de Steinmeier se basa en la afirmación de que la Agenda 2010 ha reforzado a la economía alemana y reducido el desempleo. Pero la mayoría de las predicciones esperan que la economía se estanque o caiga en una recesión antes de que finalice el año. Y como la reducción del desempleo se ha basado exclusivamente en en la creación de empleo temporal, se espera que el desempleo se dispare de nuevo rápidamente.
El eslabón más débil
Una segunda cuestión que está desestabilizando no sólo al SPD, sino a la gran coalición en el gobierno con la conservadora CDU, es Afganistán. Las encuestas de opinión muestran que dos tercios de la población alemana está a favor de la retirada de las tropas de ocupación coordinadas por la OTAN. Los ataques talibanes a las tropas alemanas se han intensificado desde el momento en que los comandantes de éstas han identificado Alemania como «eslabón más débil». Dos soldados alemanes murieron en ataques el mes pasado, y la muerte de una madre afgana y sus dos hijos a manos de una patrulla del ejército alemán ha debilitado seriamente el argumento de que Alemania forma parte de una misión humanitaria. La decisión del gobierno de enviar 1.000 tropas más a Afganistán en noviembre ha estimulado aún más al creciente movimiento anti-guerra.
La crisis del SPD ha llegado como agua de mayo para Die Linke, que por primera vez se encuentra por delante del SPD en las encuestas de un estado occidental, el Sarre. A nivel federal, Die Linke ha acortado la diferencia con el SPD a sólo un 5%. El desplazamiento hacia la derecha del SPD no puede más que reforzar a la izquierda. El día del golpe, Michael Wendl, antiguo vicesecretario del sindicato Verdi [el mayor sindicato del sector servicios, N.T.] en Bavaria, abandonó el SPD para unirse a Die Linke, y hay muchas más defecciones parecidas a ésta.
La crisis del SPD ha intensificado también la discusión sobre la estrategia política a seguir en Die Linke, con aquellos que quieren que el nuevo partido se concentre en formar coaliciones gubernamentales con el SPD a nivel federal o nacional lamentándose de la pérdida de su potencial socio. La situación debería ayudar al ala izquierda de Die Linke, que lucha por orientar el partido hacia la lucha de clases y los movimientos sociales.
Stefan Bornost es el editor de Marx21 en Alemania.
Fuente: http://www.socialistworker.org.uk/art.php?id=15967
Àngel Ferrero es colaborador de Rebelión, Sin Permiso y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.