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Lo propone un informe confidencial encargado por Tony Blair

El Gobierno británico propone «fichar» a niños de tres años cuando su familia tenga antecedentes penales.

Fuentes: Rebelión

Según un estudio, cuyo fin es reducir la criminalidad en el Reino Unido, es posible detectar la tendencia a delinquir de un niño de tres años para someterlo a una especial vigilancia. Los criterios que proponen los expertos para llevar a cabo esta clasificación de niños son la observación de especial agresividad y la existencia […]

Según un estudio, cuyo fin es reducir la criminalidad en el Reino Unido, es posible detectar la tendencia a delinquir de un niño de tres años para someterlo a una especial vigilancia. Los criterios que proponen los expertos para llevar a cabo esta clasificación de niños son la observación de especial agresividad y la existencia de personas con antecedentes penales en su familia. Según la «investigación» el 43% de los hombres que se encuentran presos en cárceles británicas tienen hijos que también han sufrido condenas penales. También el 85 % de internos en centros para jóvenes delincuentes habían sido los «típicos matones» de la escuela.

El documento filtrado al periódico «Sunday Times» sugiere que estos líderes o «matones» sean tratados como agresores más que como víctimas. Indica que los «matones» pueden crearse desde muy temprana edad, y que no sufren de baja autoestima, sino que actúan como líderes del grupo, y que, a su vez, «reclutan» a otros niños para participar en su actividad criminal. Así, cuando son delincuentes juveniles de 8 a 15 años, sirven como modelo a seguir a otros niños más jóvenes que ellos.

Para evitar que estos niños se conviertan en futuros delincuentes el Ministerio del Interior del Reino Unido propone, «tener controlada esta potencial amenaza». Para ello, en primer lugar se adoptarán medidas «blandas», como la lectura y el fomento del lenguaje, y un mayor control sobre estos niños mediante la mayor permanencia en los centros escolares, entrando a partir de las seis de la mañana proporcionándoles el desayuno, y cuando finalicen el horario escolar ordinario participarían en actividades deportivas y artísticas. Estas actividades extra-escolares, según el proyecto, las llevarían a cabo el sector privado y ONGS.

Si se cumpliesen estos planes el Reino Unido podría ser denunciado ante los diferentes comisiones o tribunales internacionales de derechos humanos por llevar a cabo una práctica segregacionista y discriminatoria sobre niños de muy temprana edad, basada en criterios de clase social. De lo filtrado a la prensa no se cita en ningún momento la solución más sencilla para evitar que muchos niños acaben en la misma marginación que sus padres y la consiguiente subsistencia basada en la delincuencia. Algo tan secillo como acabar con la marginación, el paro y la falta de vivienda. El gobierno británico ha estudiado que económicamente sale más rentable que el sector privado y las ONGS se dedique a vigilar a los niños hijos de delincuentes antes que dar trabajo y vivienda digna a sus padres. El Gobierno presidido por Tony Balir, opta una vez más por la política del «gran hermano» antes que por una mínima justicia social.