Pese a contar con la oposición de la abrumadora mayoría de la opinión pública, el Gobierno checo se apresurará a firmar hoy un principio de acuerdo para instalar en su suelo parte del escudo antimisiles. Polonia sigue reticente y Rusia reiteró ayer su posición contra este plan.
El Gobierno checo firmará hoy con EEUU el acuerdo de principio para el despliegue de un radar del escudo antimisiles.
Los movimientos pacifistas, que han multiplicado sus acciones en los últimos meses, con manifestaciones, huelgas de hambre e intentos de ocupar el suelo destinado a esta base, han anunciado protestas para hoy.
Dos tercios de los checos están en contra de este proyecto y han alcanzado en mayo el récord del 68% contrario. El 70% de los encuestados exige un referéndum, mientras el Gobierno insiste en la vía parlamentaria.
El primer ministro, el liberal Mirek Topolanek, no oculta sus sentimientos pro estadounidenses y califica el proyecto de «apuesta estratégica» tras cuarenta años de alianza con el Pacto de Varsovia.
Nada garantiza, sin embargo, que el tratado obtenga los votos precisos en el Parlamento. Es probable que la votación se retrarse hasta después de las presidenciales en EEUU, una vez desalojado Bush de la Casa Blanca.
La oposición socialdemócrata checa señala que el acuerdo contradice el compromiso de Praga con la UE y con el principio de defensa común europea.
Aduce, además, la inutilidad de un radar a falta de acuerdo con Polonia para instalar la lanzadera de misiles antimisiles.
Precisamente, el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, fue recibido ayer en Washington por la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice.
Polonia exige como contrapartida la presencia permanente en su suelo de sistemas de defensa antiaérea tipo Patriot.
Rusia advierte
EEUU ha sugerido que podría buscar alternativa en Lituania si se mantiene la negativa polaca.
Desde Hokkaido, escenario de la cumbre del G8, el presidente ruso, Dimitri Medvedev, advirtió de que esta alternativa es «absolutamente inaceptable».
Medvedev deploró asimismo «la ausencia de progresos reales en las negociaciones ruso-estadounidenses sobre el escudo. Tenemos la impresión de que las buenas ideas se quedan en eso», añadió. EEUU ha ofrecido a Moscú la posibilidad de ejercer un control sobre estas instalaciones. «Seguimos sin ver cómo esa promesa de transparencia se va a hacer realidad», recordó el consejero diplomático del inquilino del Kremlin, Sergei Prikhodko.
Por contra, Medvedev aseguró a su homólogo estadounidense, George W. Bush, que colaborará para buscar una salida a la crisis con Irán, con el que Rusia tiene una relación privilegiada.