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Entrevista a Mirta Kennedy, feminista integrante de Mujeres en Resistencia de Honduras

«El Gobierno golpista aprovechó el caos para implantar duras medidas neoliberales»

Fuentes: Diagonal

El pasado el 28 de junio se cumplieron dos años del golpe de Estado llevado a cabo en Honduras. La feminista Mirta Kennedy explica que la represión del Gobierno golpista continúa, al mismo tiempo que se intensifican las movilizaciones en las calles, y denuncia las medidas neoliberales que han entregado los recursos naturales del país […]

El pasado el 28 de junio se cumplieron dos años del golpe de Estado llevado a cabo en Honduras. La feminista Mirta Kennedy explica que la represión del Gobierno golpista continúa, al mismo tiempo que se intensifican las movilizaciones en las calles, y denuncia las medidas neoliberales que han entregado los recursos naturales del país a la oligarquía y las multinacionales.

- Dos años de represión y movilizaciones en Honduras

DIAGONAL: ¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en estos dos años de resistencia en Honduras?

MIRTA KENNEDY: Las mujeres han tenido un papel protagonista. Cuando la gente se entera del golpe de Estado en Honduras, el 28 de junio de 2009, todo el pueblo hondureño se echa a la calle. Allí, en medio de la depresión, con la policía desplegada, surge Mujeres en Resistencia, una plataforma de organizaciones y personas independientes que empezamos a trabajar contra el golpe y nos integramos en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

D.: Durante este tiempo no han cejado en la movilización contra los golpistas.

M.K.: El FNRP, formado por movimientos sociales, sindicatos, cooperativas, partidos políticos de izquierda, artistas, pueblos indígenas y negros, sindicatos, centrales campesinas y también feministas, ha participado en todo el proceso de resistencia. Primero, en los 100 días en la calle, donde la gente se manifestó, desde el primer día del golpe y los 99 siguientes en Tegucigalpa, ante el Congreso, la Corte Suprema y después en los barrios. Se recorrieron las barriadas, territorios tomados por grupos de maras y narcos, donde nadie entraba y sin embargo, a nuestra llegada la gente de los barrios se unió para protestar. En esos días aprendimos que la violencia siempre viene de un lado, de la policía, de las fuerzas de seguridad del Estado.

Además, las feministas llevamos a cabo acciones contra la violencia de género y hemos trabajado temas de igualdad dentro del Frente, aunque nuestra prioridad, como la del FNRP, es la vuelta a la democracia, el regreso del presidente electo Manuel Zelaya, que ya está en el país, la restitución del orden constitucional, el respeto a los derechos humanos y una nueva Asamblea Constituyente.

D.: ¿Cómo se ha preparado la vuelta del presidente Manuel Zelaya?

M.K.: La vuelta de Zelaya es una demanda que surge el mismo día del golpe. El presidente elegido por el pueblo fue sacado violentamente del país y enviado al exilio con su gabinete. Él intentó regresar varias veces, primero acompañado por el secretario de la Organización de Estados Americanos, pero en el aeropuerto de Tocontín, con millones de personas en la calle esperándole, las fuerzas de seguridad tomaron el avión y se desató la represión. Pensamos que los militares no iban a atacar, eran tantas las personas que éstas podían haber aplastado a la policía. Pero pusieron francotiradores y asesinaron a un adolescente de 16 años, Isis Obed Murillo, que estaba subido a un mástil. Después Zelaya intentó entrar por la frontera de Nicaragua, también ahí se produjo una movilización histórica, un millón de personas esperaban a Zelaya. Aún no se sabe cuánta gente fue asesinada allí.

En un tercer intento, Zelaya entró de forma clandestina por la frontera de El Salvador y se refugió en la embajada de Brasil. Permaneció en ella varios meses y cientos de personas rodearon todos los días la embajada en apoyo al presidente. Pero la represión fue brutal y la policía roció con gases a los manifestantes e incluso lanzó gases dentro de la embajada. Zelaya tuvo que volver a salir. Ese fue un periodo muy duro para nosotros porque ahí se sintió la derrota, que el golpismo no tenía freno.

Las elecciones de noviembre de 2009 fueron días terribles, se cometieron todo tipo de atropellos, se llevaban a la gente y la golpeaban hasta quebrarle las manos y los pies, como hicieron con dirigentes, diputados, gente de izquierda, etc. A las mujeres las raptaban de las marchas y las golpeaban en los senos y las piernas. Muchas fueron violadas con las porras de la policía y otras sufrieron violaciones múltiples en comisaría.

D.: El presidente Lobo afirma ahora que quiere la reconciliación del país.

M.K.: Las elecciones bajo el golpismo fueron reconocidas por EE UU, Canadá y Japón, y tres gobiernos más. Porfirio Lobo, aunque no era la cara más visible, se mantuvo fiel al golpe. Su Gobierno es de continuidad con el golpismo. Ahora promete un proceso de reconciliación porque la situación económica del país es crítica, no tiene financiación internacional y quiere lavar su imagen.

Preparan una ley de amnistía, los mismos que dieron el golpe se van a perdonar a sí mismos. Lobo también necesita dinero porque ha habido un gasto importante en equipos militares modernos, armas llegadas de EE UU por Perú, para reprimir a la población que sigue tomando la calle. Estos dos años la movilización no ha parado, tampoco la represión.

D.: La oligarquía ha salido reforzada tras la llegada de los militares.

M.K.: Sí. Los primeros días fueron jornadas muy tensas porque el Gobierno golpista aprovechó la crisis y el caos generado por el golpe para aprobar una serie de medidas económicas neoliberales. Entre ellas, la concesión de recursos naturales a empresas trasnacionales y a empresarios hondureños. Ahí arranca el conflicto en El Aguán, la zona nororiental, que había sido un lugar de reforma agraria, con la ley de 2002. Con amenazas, los empresarios han logrado que las tierras sean privatizadas, terrenos que nunca fueron privados. Los campesinos respondieron ocupando esas tierras y el Gobierno ha militarizado la región.

En lo que va de año han sido asesinados 40 campesinos. También se han desatado los conflictos por el agua; quieren construir presas allí donde exista un salto de agua para producir electricidad. Pero lo mismo ocurre con las tierras que cuentan con recursos mineros.Todo esto en zonas pobres o indígenas, se les arrebata la tierra y se privatiza, como en la Bahía de Tela, donde quieren reactivar un proyecto turístico que supondrá la destrucción del entorno.

D.: ¿Cómo ha vivido estos 24 meses de represión?

M.K.: Se vive con angustia, con muchas pérdidas de vidas. Pero al mismo tiempo, la respuesta al golpe ha despertado en Honduras la esperanza de una refundación del país que no se había dado desde 1954. Nuestro país ha tenido en su historia algunos hitos de conquistas sociales importantes: en 1954 la huelga bananera, en los ’60 el movimiento campesino, otros en los ’70 y los ’80 y ahora un gran movimiento social que es muy esperanzador, como el 15M en el Estado español. Yo diría que frente a la muerte, la persecución, la precariedad de la vida, la ocupación de los territorios, todo un escenario de guerra… la gente ha aprendido a construir mecanismos para autoprotegerse, inventaron máscaras contra los gases con botellas de plástico, llevan baldes de agua para poder desactivar rápidamente las bombas. El pueblo hondureño ha respondido con la movilización y encuentra en la organización popular una oportunidad que no había encontrado antes.

Es una respuesta cotidiana, permanente, entusiasta y creativa. Aun en condiciones de extrema represión, las marchas han generado toda una cultura de la resistencia, incluso una economía de la resistencia. A ellas acuden los vendedores de tortillas, los del CD con música de la resistencia, el heladero que ha instalado retrovisores al carrito y avisa si viene la policía, la abuela, el niño de la resistencia, los vendedores de toallitas con vinagre que dicen: «compra tu toallita que viene la represión [la policía] para que los gases no te hagan mal».

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/El-Gobierno-golpista-aprovecho-el.html