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El imperio conspira y reaccion latinoamericana

Fuentes: Revista Nosotros-Ñoqanchik

Sin prisa pero sin pausa mueven su poderosa maquinaria. Sus piezas y mecanismos aceitados y prestos en América Latina y otras regiones del mundo para tratar de aplastar a los gobiernos que levantan propuestas progresistas y autónomas. Arrasados Irak, Afganistán y Libia, ahora buscan derrocar al gobierno sirio y apuntan como siguiente objetivo a Irán. […]

Sin prisa pero sin pausa mueven su poderosa maquinaria. Sus piezas y mecanismos aceitados y prestos en América Latina y otras regiones del mundo para tratar de aplastar a los gobiernos que levantan propuestas progresistas y autónomas.

Arrasados Irak, Afganistán y Libia, ahora buscan derrocar al gobierno sirio y apuntan como siguiente objetivo a Irán. Pero están empantanados porque China y Rusia, potencias de los BRICS, se han puesto firmes en evitar una escalada mayor en Siria. Similar es la situación en Corea del Norte, donde no solo la tenencia de la bomba atómica disuade a USA de una intervención directa, sino especialmente la presencia de China como aliado de Corea del Norte. Visto en este escenario más amplio queda claro que lo de Venezuela y UNASUR forma parte de la estrategia militarista de la potencia declinante que se resiste a ser desplazado por las nuevas fuerzas emergentes (BRICS), que en América Latina lo encabeza Brasil, y del cual la Venezuela de Hugo Chávez y UNASUR son firmes puntales.

La agresiva y feroz campaña de ataques contra la Venezuela chavista, Ollanta Humala y UNASUR debe ser leída en el juego del ajedrez político mundial. Frenar el avance de China, y los BRICS, y Brasil en América Latina.

Las fuerzas reaccionarias de América Latina se refocilan, aguzan su ingenio y orquestan campañas mediáticas e incidentes callejeros para buscar derrocar al recién electo Nicolás Maduro y desprestigiar a los gobiernos progresistas o democráticos hoy representados por la alianza del sur.

La reacción de Sur América dirigida y patrocinada por el imperio pensó que había llegado su hora con la muerte de Hugo Chávez; por eso impugnan el triunfo de Maduro y por todos los medios tratan de impedir su consolidación. Derrotados en las urnas y en la vía legal del sistema electoral venezolano organizan una conspiración de alcances sub regional. La respuesta de UNASUR reconociendo el resultado de las elecciones del 14 de abril, ha sido un duro revés para sus designios golpistas. Han empezado a desarrollar una estrategia que pretende resquebrajar y debilitar la unión suramericana, mientras siguen sus acciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Ollanta Humala que adoptó una posición digna a la cabeza de UNASUR y viajó a la toma de mando del recién electo presidente, es un eslabón débil de la cadena y contra él han enfilado sus baterías. Internamente Ollanta enfrentaba la belicosa sorpresa de las fuerzas neoliberales, que no se reponían de su asombro ante los arrestos de autonomía del cooptado presidente que con su viaje a Caracas y la anunciada compra de la Pampilla por Petroperú. se había salido de cuadro completamente.

Cooptado por la derecha neoliberal y enemistado con sus antiguos aliados, las fuerzas de izquierda y progresistas, Ollanta Humala está aislado y en una seria precariedad política.

A su vez, los partidos y movimientos políticos progresistas y socialistas siguen dispersos y aislados de las mayorías sociales, sin capacidad de incidir efectivamente en los procesos políticos en curso. Su reagrupamiento, autocrítica, reciclaje programático y articulación con las fuerzas sociales, son urgentes e indispensables para retomar presencia política efectiva y trascendente en la agenda latinoamericana y mundial.

La bateria mediatica, cara pública de la conspiracion

Desde que el presidente Humala anunciara la intención de su gobierno de adquirir la Pampilla, propiedad de la transnacional española Repsol, el coro neoliberal de empresarios y sus voceros mediáticos iniciaron una furibunda campaña contra esta posibilidad. ¡Vuelve a la Gran Transformación! Dijeron todos a una y abrumaron de titulares, y toneladas de tinta corrieron contra el presidente que había osado tener un amago de rebeldía. Ha sido el gran tema mediático y político de los últimos 15 días, hasta que la primera dama Nadine Heredia declaró hace unos días que si los estudios económicos no demostraban que era un buen negocio, éste no iba. Un día después Petroperú anunció que el estudio económico no era muy favorable. Ollanta quedó desautorizado y la operación de compra anulada.

Pero no es suficiente, la reacción es insaciable en su dominio, lo quiere todo, ya sabe que puede tener encerrado a Ollanta en el redil y así lo quiere tener todo el tiempo.

El 29 de abril, los medios de comunicación informan de manera aparatosa un supuesto incidente protagonizado por el actual embajador de Ecuador en Lima, acaecido el 18 del mismo mes en un mercado de la capital. El 2 de mayo, todos los medios televisivos emiten un video donde Nadine Heredia, cuando estudiante de comunicación, protagoniza una escabrosa historia de amor. Lo más llamativo de ésta es que su pareja es un pusilánime, un calzonudo. La obvia intención es presentar la línea de continuidad entre el calzonudo de entonces y el actual. Así quedó Ollanta luego de que Nadine le enmendara la plana sobre la compra frustrada de Petroperú. Pero todo parece indicar que en la emisión del video hay un doble mensaje.

La emisión del video tendría como propósito recordarle a la pareja presidencial la existencia de videos que comprometen gravemente a Nadine y que pueden difundirse públicamente.

Las fuerzas reaccionarias ya no requieren de sus partidos políticos, les basta con las corporaciones mediáticas que se han convertido en su poder fáctico de enorme eficacia.

Las acciones ocultas de la conspiracion

En el mes transcurrido se han producido extraños sucesos que aparentemente no guardan relación entre sí: a) El gobierno peruano, que tiene la presidencia temporal de UNASUR, convoca a reunión el 18 de abril y este organismo se pronuncia reconociendo el triunfo de Nicolás Maduro; b) ese mismo día, unas 80-90 personas afines a Capriles, el candidato perdedor, se hacen presente en la plaza San Martín para boicotear y agredir a la concentración de simpatizantes de Maduro que habían convocado a un acto en su apoyo. La confrontación no se produce porque un nutrido equipo policial lo impide. La prensa televisiva presenta el hecho como si los simpatizantes de Maduro hubieran agredido violentamente al grupo caprilistas, cuando había sido todo lo contrario; c) a partir del 20 de abril toda la prensa y los voceros de la gran empresa, en consuno, levantan la noticia sobre el interés del gobierno de comprar la refinería de la Pampilla, propiedad de la empresa española Repsol. Chavismo y estatismo son los calificativos más suaves que lanzan contra el presidente; d) el 29 de abril, toda la prensa propala un oscuro incidente en que se acusa al embajador ecuatoriano de haber agredido a dos mujeres en un centro comercial capitalino; e) el dos de mayo la televisión nacional y youtube difunden un video donde la primera dama Nadine Heredia protagoniza una escabrosa historia de amor; f) el 3 de mayo el gobierno venezolano llama a su embajador en Perú en protesta a unas declaraciones del Canciller peruano Rafael Roncagliolo.

El escenario resultante de estos no tan extraños sucesos es: a) se ensombrecen las buenas relaciones con Ecuador, b) se produce una grieta en las relaciones diplomáticas con el recién electo gobierno de Maduro; c) se genera cierta tensión entre los integrantes de Unasur; d) Ollanta Humala da marcha atrás en la compra de la Pampilla.

El gobierno de Estados Unidos sigue sin reconocer el triunfo de Nicolás Maduro, la derecha venezolana busca el desgobierno y su derrocamiento. Resquebrajar las relaciones entre los países miembros de UNASUR debilita el bloque que busca autonomía y dignidad para la patria suramericana.

En el Perú quieren mantener a un Ollanta incondicional a sus designios neoliberales e imperiales.

Los zarpazos de la fiera herida son más peligrosos porque son lanzados ciegamente. La inexorable declinación tiene angustiado y frenético al poder imperial, que marcha al ocaso y cree vanamente, que la violencia como respuesta generalizada puede detener el curso de los acontecimientos.

Si todo esto no es una conspiración de alcance continental, ¿qué podría ser?

Pasa en las películas pasa en la vida real.