El Departamento de Asuntos Indígenas de Perú ha hecho público su plan de abrir las reservas para indígenas aislados a la exploración petrolífera, pocos días antes de que el nuevo Gobierno asuma el poder. Nuevos reglamentos permitirían al estado garantizar a las empresas de hidrocarburos el libre acceso a las reservas, a pesar del riesgo […]
El Departamento de Asuntos Indígenas de Perú ha hecho público su plan de abrir las reservas para indígenas aislados a la exploración petrolífera, pocos días antes de que el nuevo Gobierno asuma el poder.
Nuevos reglamentos permitirían al estado garantizar a las empresas de hidrocarburos el libre acceso a las reservas, a pesar del riesgo extremo que esto supondría para las vidas de los indígenas.
La propuesta ha generado una oleada de críticas desde las organizaciones indígenas.
Alrededor de 15 pueblos indígenas en la Amazonia peruana se resisten a establecer contacto, y todos ellos se enfrentan a la extinción si se abren sus reservas.
Los críticos han destacado la coincidencia en el tiempo entre la propuesta y los planes para expandir los enormes yacimientos gasísticos de Camisea en el sureste de Perú.
Este polémico proyecto gasístico ocupa una parte significativa de la reserva Kugapakori-Nahua-Nanti, donde se sabe que viven varias comunidades de indígenas no contactados.
Según la principal organización de indígenas amazónicos de Perú, AIDESEP, cualquier nueva exploración en la reserva supondría un incumplimiento de las condiciones fijadas por el Banco Interamericano de Desarrollo, que financió el desarrollo de Camisea.
Tanto la legislación peruana como la normativa internacional establecen que los indígenas deberían ser consultados sobre los proyectos que afectan a sus territorios. En el caso de los pueblos indígenas aislados, este proceso de consulta es imposible.
Survival pide el cese inmediato de toda la exploración de hidrocarburos en territorio de indígenas aislados.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: «Es una acción de un cinismo increíble por parte del Gobierno saliente. Abrir las reservas de los indígenas aislados llevará casi con toda seguridad a su extinción y si el nuevo Gobierno tiene el más mínimo compromiso con la protección de los pueblos indígenas, no puede sino abandonar este plan».