Mario Hernandez (MH): Una alegría tenerte de nuevo en el país. Modesto Emilio Guerrero está radicado en Argentina desde 1993. Es autor de diez libros sobre América latina, biografías, periodismo, Mercosur, cuento y poesía. Su último texto es Medios y Poder en la historia. El caso Venezuela (Monte Ávila, Caracas 2012). En 2010 la editorial […]
Mario Hernandez (MH): Una alegría tenerte de nuevo en el país. Modesto Emilio Guerrero está radicado en Argentina desde 1993. Es autor de diez libros sobre América latina, biografías, periodismo, Mercosur, cuento y poesía. Su último texto es Medios y Poder en la historia. El caso Venezuela (Monte Ávila, Caracas 2012). En 2010 la editorial El Perro y la Rana publicó dos ediciones de su obra 12 Dilemas de la Revolución Bolivariana , premiada con una Mención por la Fundación Gustavo Machado, de Caracas en 2011.
Quiero aclarar que no es el único premio que ha recibido. Más adelante vamos a estar hablando de otro importante reconocimiento con el que se despidió de Venezuela luego de más de medio año de residencia en ese país.
Fue seleccionado en Cuba como autor del capítulo venezolano para un volumen sobre la izquierda latinoamericana (2012). Ha pronunciado conferencias en Noruega, Chile, Venezuela, Brasil, Uruguay y Argentina. Escribe para los diarios argentinos Página 12, Tiempo, Agencia Internacional del Mercosur y Contra Editorial. En Venezuela, para Poder en la Red, Ciudad Caracas, Aporrea y en Bolivia para el diario Época.
-Presentado nuestro amigo y compañero Modesto la primera pregunta: ¿Qué significa el ingreso de Venezuela al Mercosur?
-Modesto Emilio Guerrero (MEG): Significa varias cosas, pero cualquiera de ellas va a depender del ritmo de la geopolítica sudamericana en el contexto actual del mundo.
La primera cosa es que Venezuela ingresa a un modelo económico comercial opuesto a su política interna, por un lado, y empático con ella, por otro lado, porque son los Estados los que determinan el Mercosur desde hace más o menos 7 años. Antes eran las empresas, sobre todo las multinacionales. Con los cambios en América Latina, también fue modificándose el Mercosur y ahora son los Estados los que determinan, las políticas estatales, las empresas estatales tienden a ser dominantes. Venezuela ingresa en este momento, en esta brecha. Es una modificación de su perfil, de sus contenidos, porque Venezuela es un país que tiene un gobierno, un régimen político que tiene como programa, como orientación, avanzar al socialismo, de carácter estatal, pero socialismo, lo que significa una contradicción dentro del Mercosur donde se practica solo capitalismo.
Eso se podrá resolver con acuerdos y reacomodamientos entre los Estados porque los gobiernos son amigos. El problema va a estar cuando los gobiernos dejen de ser los actuales por las razones que sean y entonces tengan que ponerse de acuerdo gobiernos que no coincidan en las políticas estatales.
Para Venezuela va a significar muchas cosas, mucho de lo ya hecho en economía y comercio desde el Mercosur hacia Venezuela se va a potenciar. Es lo que comentaba el comandante Chávez en el audio que estaban escuchando, por ejemplo, PDVSA no tenía con quien pactar en Argentina y sí lo tenía en Ecuador, Bolivia y Brasil. Una cosa curiosa porque Argentina «regaló» YPF en 1993 y el gobierno de Néstor Kirchner no la quiso recuperar y Cristina Fernández la recuperó parcialmente. Ese mérito tardío lo aprovecha Venezuela para poder operar. Ahora tiene un socio, un partner, con quien trabajar que será el Estado argentino porque Venezuela se niega a trabajar en este tipo de empresas estratégicas con empresas privadas, sobre todo si son multinacionales.
-MH: Estaba leyendo un artículo de Atilio Borón donde señala que la significación fundamental de la entrada de Venezuela al Mercosur radica en que rompería el aislamiento al que quiso someterla EE. UU. luego de la derrota del ALCA en Mar del Plata en 2005. ¿Compartís este punto de vista?
-MEG: Parcialmente. Borón tiene razón en el aspecto que Venezuela se desaísla más, se protege. En un libro que me van a publicar dentro de 2 semanas en Caracas, Venezuela en el Mercosur, defino que Venezuela ha optado por un defensismo estratégico, es la categoría que inventé para tratar de explicar lo que pasa. Para Venezuela el Mercosur es defensivo, en esa medida es táctico, pensando en el largo plazo es estratégico, pero en lo inmediato es táctico, es para defenderse de la economía imperial que la presiona, de los estados imperiales. En esa medida es correcto lo que señala Borón porque el Mercosur le sirve para protegerse en aranceles, por ejemplo.
Al mismo tiempo, EE. UU. sigue siendo el principal vendedor de bienes a Venezuela. ¡Es un absurdo!, como dato económico es un absurdo. Si lo contrastas con la política antiimperialista de Venezuela es una contradicción, de la misma manera que Venezuela siga siendo el principal vendedor de petróleo en América Latina a EE. UU. No es culpa del gobierno de Chávez, es una contradicción heredada que el gobierno no ha podido resolver. El Mercosur ayudará a resolverla porque están las 2 economías más importantes de Sudamérica y 2 de las 4 más importantes del continente, eso le permitirá ampliar un mercado y cobijarse no solo con mercaderías que le venderán para sustituir las norteamericanas, sino también con inversiones que son capaces de hacer ambos estados, sobre todo Brasil. Si en 5 años eso no ha ocurrido, entonces algo falló, crecerá la contradicción y el ingreso al Mercosur disminuirá en su sentido estratégico.
Lo que es poco preciso de lo dicho por Borón es que la derrota del ALCA significó para Venezuela virar al Mercosur. Tiene razón en que coinciden los tiempos y alguna razón hay para pensarlo. Sigue estando bien orientado Atilio Borón, pero no es preciso en la novedad que produjo aquella derrota. El ALCA fue oficialmente derrotado en 2005, aunque ya lo estaba desde un año atrás en las calles de varios países de América latina, pero en Mar del Plata fue sellado su final. Chao Bush. Chao Fox. Chao ALCA. Un año después, en julio de 2006, Venezuela pidió oficialmente el ingreso al Mercosur. Coincide con lo que dice Borón, pero el resultado de la muerte del ALCA no es la repotenciación del Mercosur, éste siguió languideciendo, sobreviviendo a sí mismo hasta el 2009 que comenzó a repuntar hasta el presente.
¿Qué resulta de la muerte del ALCA? No el Mercosur, sino el ALBA (La Alianza Bolivariana de las Américas), luego Unasur, Petrocaribe, todas esas son políticas del 2005 al 2006. El Mercosur es previo, de 1991 y, segundo, no se repotenció por la muerte del ALCA porque no era contradictorio con el Mercosur, en cambio sí lo son el ALBA, Unasur, Petrocaribe, Petrosur, Petroecuador, Telesur, Bansur, son las nuevas políticas que conformaron la geopolítica del continente concentrada en América del Sur.
En ese juego, el Mercosur participó muy poco porque es un organismo atado a los negocios neoliberales, las famosas cross borders que son empresas que están en Argentina y Brasil y producen en forma combinada. El 73% de esas empresas están controladas por empresarios norteamericanos, españoles, franceses, japoneses, alemanes o Techint de Argentina. Eso no es contrario al ALCA.
Borón tiene razón en un ángulo. Le sirvió al Mercosur para volver a tomar un camino de búsqueda de modos propios y le sirvió a los gobernantes del Mercosur para tener políticas más autónomas, por ejemplo, la renuncia al FMI. Ese es un modo de ver que el Mercosur fue modificándose, pero mucho más lentamente que el ALBA o Unasur.
-MH: Quiero dar otra vuelta de tuerca. Otra de las afirmaciones que hace Atilio Borón en su artículo «Derrota del imperio: Venezuela ingresó en el Mercosur», es que desde el punto de vista de la diplomacia estadounidense el ingreso de Venezuela al Mercosur es la mayor derrota sufrida desde el descalabro del ALCA.
-MEG: No lo he pensado en esas dimensiones pero puede ser. Si no es el principal es uno de los 2 principales, porque fíjate un hecho que me llama la atención solo para reflexionar hasta dónde Atilio tiene razón, te aclaro que no polemizo para ver si gano, quiero saber a quién de los dos le da la razón la realidad, o no.
El Mercosur no ha sido tema de debate controversial ni de cuestionamientos políticos en la Cámara de Representantes de EE. UU., es un hecho comercial, en cambio, el ALBA fue motivo de un seminario por parte de los Partidos Demócrata y Republicano y el Tea Party como grupo político, en la Cámara Baja en octubre 2010. Es un hecho muy llamativo. El título era, si mal no recuerdo, «Los peligros del ALBA para la gobernabilidad de la zona andina». Eso no se ha hecho con el Mercosur. En esa medida no representa el mismo riesgo, peligro, problema de hegemonía o geopolítico para EE. UU.
Es verdad que el ingreso de Venezuela le representará -prefiero ponerlo en condicional-, se convertirá en un problema para EE. UU., porque convierte al Mercosur en un bloque muy importante al integrar el 4º PBI del continente y la principal reserva estratégica de crudo y gas del mundo por encima de Arabia Saudita e Irak. Como potencia energética el Mercosur adquiere un rol estratégico en el mercado global que no tenía antes. Si hubiera ingresado Ecuador no hubiera ganado ese valor estratégico, pero Venezuela se lo da por el petróleo, el gas, el PBI y el peso político. Esos 4 datos, sin dudas, le dan al Mercosur una dimensión que sí le puede preocupar a EE. UU., porque se da en su campo de trabajo, en su patio trasero. Se ha fortalecido, o mejor, comienza a fortalecerse un bloque que no es opositor pero tiende a ser autónomo; pero insisto, mientras se mantengan este tipo de gobiernos al frente de los países que lo integran. Si dentro de 7 meses cuando Paraguay elija un nuevo presidente y vuelva, ya que ha sido suspendido temporalmente, y supongamos que el nuevo mandatario es proyanqui o hay un desplazamiento por vía electoral en Argentina o Brasil, ya no sabremos adónde irá el Mercosur. Por eso prefiero usar el potencial porque el Mercosur depende de su existencia gubernamental y no de estructuras de Estado como la Unión Europea.
El CIADI es como un vampiro
-MH: Una semana antes de viajar a la Argentina publicaste una nota en Caracas relacionada con el CIADI (Centro Internacional de Arreglos de Controversias sobre Inversiones) destacando la desvinculación de Venezuela de ese organismo. ¿Por qué le diste tanta importancia a esa decisión?
-MEG: El Ciadi es como un vampiro. Se inventó a mediados del 60, cuando se estaban consolidando procedimientos de cambio nacionalistas en más de 40 países en el mundo después de la II Guerra Mundial. Se forma porque esos desplazamientos afectaban las inversiones provocando un problema económico profundo. El Ciadi se hizo para garantizar la seguridad de las inversiones y el retorno de la tasa de ganancia de las empresas multinacionales en el mundo. Por eso pertenece al Banco Mundial. El Ciadi tiene ese objetivo. Si Venezuela seguía siendo miembro tenía que pagar entre este año y el próximo U$S 7000 millones. Argentina tendrá que pagar U$S 14000 millones por los juicios que tiene. Repsol le está haciendo uno por haber tenido la actitud soberana de recuperar el 51% de su patrimonio. Una tímida actitud independiente, encomiable del lado de Cristina pero limitada, porque el 51% no es la nacionalización, pero solo por eso van a enjuiciar al país. Argentina es el país que más juicios tiene en el Ciadi, Venezuela es el segundo. Argentina va a ser esquilmada si no se separa de ese organismo. Hay una tendencia a separarse, sé que un sector del gobierno argentino lo está pensando.
-MH: Hubo otro países latinoamericanos que han adoptado la misma actitud que Venezuela.
–MEG: Bolivia y Ecuador. También Panamá está pensando en abandonarlo y México lo ha denunciado varias veces porque tuvo una cantidad de juicios. Es el tercer país que más juicios paga a través del Ciadi.
Chávez es de izquierda
-MH: Vamos a pasar a temáticas vinculadas al proceso político interno de Venezuela. He leído un reportaje donde señalás diferencias entre el gobierno del Comandante Hugo Chávez y otros procesos con los cuales se lo compara muchas veces como los de Argentina del 50, México del 40 o Perú de Velasco Alvarado en los 70.
-MEG: Es una tendencia natural, inevitable, porque se trata de un gobierno nacionalista. Todo proceso de cambio en países dominados nace por el lado del nacionalismo y la democracia, es natural, la presencia imperialista significa menos soberanía, menos democracia. Así sucedió en 1943 en Argentina antes de Perón, luego con Perón, con Getulio Vargas en Brasil, son 27 procesos de este tipo en total en América Latina.
Segundo porque es militar, aunque en Venezuela ya no lo es. Es una contradicción. Su partido político en Venezuela es el militar, aunque no tenga nombre, además del PSUV, claro. Chávez sigue cultivando la cultura militar y eso es un derecho de él. Acaba de sacar la «Misión Soldado» hace 8 días. Se hace culto a la vida militar aunque no sea un país militarista ni haya una dictadura de ese signo, pero hay una cultura militar que no existe en este momento en ningún país de América Latina. Por suerte es una cultura militar de izquierda alejada de lo que podría ser en Argentina, Brasil o Paraguay.
Hay razones políticas para que se le busque algún parecido. ¿Cuál es la diferencia?
1º) el chavismo nace en un momento, en un cruce histórico absolutamente opuesto a los anteriores, cuando se derrumba la URSS y cambia el orden mundial.
2º) Chávez es de izquierda. Casi todos los anteriores nacionalistas similares a él, militares o no, fueron de derecha, especialmente Perón. Cuando digo de derecha me refiero a un pensamiento procapitalista, en ese sentido. Porque Perón fue de izquierda respecto a los yanquis o a los ingleses, cuando los nacionaliza, incluso respecto a una parte de la oligarquía y a los Partidos Socialista y Comunista, pero su objetivo no era el socialismo ni nada parecido. Chávez nace a la política en la izquierda. En 1992 da un golpe contra la deuda externa, contra la represión militar a los estudiantes. Fue un error su método putchista, de asalto nocturno, pero fue muy positivo desde el punto de vista de su programa cuando aparece en TV y dice: ‘no lo hemos logrado por ahora pero vendrán tiempos mejores’, es un lenguaje de izquierda y agrega que no hay que pagar la deuda externa. También tomó una frase de Simón Bolívar quien dijo que ningún soldado debía disparar contra su pueblo. Luego está lo que hizo, que es lo más importante, porque se puede ser de izquierda y hacer una política derechista. Proclama el socialismo. El último programa para lanzarse como candidato presidencial en julio, es ultrarradical, casi un sueño, casi utópico en el mundo actual, casi al lado de la I Internacional.
-MH: Pero vos al mismo tiempo has señalado que en Venezuela crece más la economía comercial que la productiva, que la Aduana de Puerto Cabello es más importante que las empresas de producción social que no tienen patrón privado y que en todo caso lo que crece es el Estado. ¿Cómo es eso?
-MEG: Es verdad, casi es una contradicción con lo que acabo de decir. Justamente ese es el peligro que corren los proyectos nacionalistas o antiimperialistas que no terminan el curso de las acciones que comenzaron y quedan a medio camino produciéndose un fenómeno político-cultural, el dualismo, que es una conducta política en la que se expresan los intereses del capital y del anticapital. Esto no es estático, es dinámico, pero en este momento en Venezuela predomina la Aduana de Puerto Cabello, en su PBI, en su conformación económica estatal, la Aduana pesa más que las empresas no capitalistas que hay en Venezuela, que el control obrero en las grandes industrias del acero y el hierro. Esa es la contradicción. También es parte de esa dinámica que dentro de 10 días se realizará el II Encuentro del Control Obrero, que son más de 300 fábricas, varias de las más grandes del país, menos el petróleo. También eso es parte del factor dinámico.
-MH: El caso venezolano es diferente al de nuestro país donde las fábricas autogestionadas por sus trabajadores son en general pequeños establecimientos.
-MEG: Absolutamente subordinadas y secundarias en Argentina. En Venezuela hay corrupción en muchas de esas empresas o hay burocracia, pero la presión social, la presión de abajo, de los trabajadores, no es para que se gerenticen como tuvieron que hacerlo en Argentina para sobrevivir. En Venezuela el Estado les garantiza el financiamiento, los recursos, la maquinaria, etc. A eso tenemos que sumar el movimiento campesino que ocupa tierras y a los barrios donde se ocupan terrenos urbanos con el apoyo del gobierno que además usa tierras de las Fuerzas Armadas para construir viviendas populares, o sea, que el ambiente, la dinámica, la tendencia general va en contra de la Aduana de Puerto Cabello, el problema es que en este momento, después de 13 años, la importación sigue siendo más importante que la producción y ese es un grave peligro.
-MH: Como al pasar mencionaste a la burocracia que definís como una capa social fuerte que ha penetrado las instituciones y el gobierno.
-MEG: Digo capa social en el mismo sentido que lo fue en la URSS o lo es hoy en Cuba, para no decir burocracia administrativa, porque sino el problema se reduce a los malos funcionarios de la administración del Estado que se agarran los «churupos». Yo hablo que en Venezuela se está conformando una expresión social, un segmento de la clase capitalista, enriquecida dentro de la economía chavista o bolivariana, y que esa clase media nueva de propietarios, esa nueva capa económica, la llamada boliburguesía, se expresa por su coincidencia en política, en conducta, en ideología o por su presencia dominante en el aparato del Estado. La burocracia ha tomado el Estado desde el comienzo. Planteo que todo el programa que propone Chávez de 5 puntos: socialismo, nuevo concepto civilizatorio para la humanidad, repotenciar el poder popular, pluripolaridad mundial y convertir a Venezuela en una potencia intermedia, es contradictorio con la existencia de esa capa social dominante, no se puede llevar a cabo con el Estado que hay, porque está secuestrado por una burocracia que se independizó del pueblo venezolano y actúa por su cuenta, no es interpelable, a los sectores populares les cuesta mucho hacerlo en este momento. Te doy un ejemplo para que se entienda lo que digo. Se expropió la principal fábrica de insumos agrícolas del país de capitales españoles y se puso en manos de los trabajadores. ¿Quién designó al gerente? Un grupo de boliburgueses. ¿Qué pasó? Ahora la empresa es improductiva. En manos de los capitalistas españoles era más productiva. Ese no es un problema de Chávez sino del segmento social que dirige políticamente al Estado.
En Venezuela los capitalistas están desplazados de las grandes empresas
-MH: También has hecho una afirmación fuerte en el sentido que la burocracia y la burguesía no pueden hacer retroceder el proceso político social venezolano con facilidad, tendrían que asesinar, masacrar, a medio millón de personas para aterrorizar a 10 millones de chavistas.
-MEG: Para mí, esa es justamente la parte que no han comprendido los militantes o intelectuales de la izquierda más sectaria, más onánica del continente, que se guían superficialmente, solo por las declaraciones o actitudes parciales del presidente Chávez, por su expansión discursiva o las contradicciones que tiene cuando elogia a Manuel Santos o Lobo, o entrega guerrilleros colombianos y luego se contradice porque habla de socialismo. Se guían solo por las contradicciones que es una parte de la realidad. En Venezuela el proceso de transformaciones revolucionarias de la sociedad, la economía, el Estado, avanzaron tanto que generó un grado de contradicción solo resoluble por la vía violenta, salvo que la burguesía decida negociar, retroceder y no luchar por sus derechos, y tú sabes que no eso nunca existió.
Las clases sociales propietarias jamás renunciaron a su propiedad. En cambio sí, las clases oprimidas, pero nunca una clase propietaria en la historia de la humanidad renunció a su propiedad.
En Venezuela están muy desplazados de la propiedad social, industrial, de las grandes empresas que producen la gran plusvalía venezolana, del control de las ciudades, de la vida cultural. La impronta cultural de Caracas ya no es la burguesía sino los barrios y las nuevas clases medias, es la política de izquierda, es el chavismo, la propaganda por el socialismo. Derrotar eso no se logra con un acto electoral. Si Capriles Randoski ganara las elecciones, cosa que no va a suceder, pero supongamos que gana el 7 de octubre, será un presidente sin país, porque éste es inverso a él, opuesto. ¡Cómo les dice a los campesinos que devuelvan 3.800.000 has. de tierra! ¿Les dirá, ¡háganlo! porque ahora gobernamos los burgueses? ¿Cómo les dice a los obreros que devuelvan 300 grandes empresas? Se lo puede decir, pero tendrá que hacerlo a los tiros. ¡Cómo les dice a los jóvenes en los barrios que abandonen los Consejos de Poder Popular, los centros y galpones culturales, los museos! ¡Cómo le dice a los medios alternativos, que son más de 600, que no funcionarán más! ¡Cómo desmonta 380 radios alternativas de mucha audiencia local o nacional! Cuando contrastamos con Chile, Argentina, Brasil, todos los procesos que hemos vivido, se verifica que en Venezuela se avanzó de tal manera que ya no se puede retroceder sin una derrota aplastante. Por eso Chávez tiene una gran contradicción en el hombro. O avanza y completa el curso o todo retrocederá. ¿Cuándo y cómo? No lo sé porque no soy brujo, pero sé que retrocederá todo, porque no existe vacío en la política y nada es estable todo el tiempo. No puede ser que una contradicción tan gruesa permanezca estable por 10 años que es a lo que aspira Chávez. Su error es creer que esta situación se va a prolongar 10 años más, o sea, que el enemigo mundial y el interno, por muy debilitado que esté, lo van a esperar a que se desgaste. Eso no es así. Ellos van a aprovechar todas las oportunidades, todas las contradicciones, sobre todo la de no terminar el curso del proceso. O expropia a la burguesía bancaria y comercial, para eliminar las raíces capitalistas de la especulación, la corrupción y la burocracia y poder independizar de EE.UU. al Estado-nación venezolano, o comienza a gangrenarse el proceso. Ya existen signos de gangrena y el principal es la existencia de una burocracia dominante e independiente del pueblo.
Chávez: ‘Acá me estoy jugando la vida’
-MH: ¿Cuál es el estado de salud del comandante Chávez? Me ha sorprendido verlo en campaña electoral con tanta fuerza, he seguido sus presentaciones en distintos puntos del país y me ha sorprendido su recuperación, por lo menos lo que se puede apreciar por TV.
-MEG: Ese carajo debe tener 7 vidas. Le quedan 5. Perdió una el año pasado, otra cuando el segundo brote del cáncer en el mismo lugar que es más peligroso que el primero. Mira como está bailando joropo, cantando, gritando, haciendo una campaña como si nunca hubiera tenido cáncer. La campaña que vi en Caracas, Valencia y Maracay fue impresionante. Tiene una capacidad de energía que facilita la tarea política. Por eso el diario ABC de España quedó en ridículo ante el planeta y también en otros planetas si leen periódicos. Deben haber dicho: ‘¡qué ridículo ese diario español que 3 días antes de aparecer en Brasil como un toro dijo que Chávez estaba por morirse!’. Acá se hicieron eco Clarín y La Nación. Hermano, es un tipo que tiene una capacidad de resolución de su vida biológica muy importante, pero tiene cáncer, o sea, está condicionado, de hecho se habla que ya no se presentará en 2019. Eso dicen jefes del chavismo.
Segundo, ya se postulan los sustitutos, figuras con lobby, de reemplazo o de continuidad del líder venezolano. Eso te habla del límite.
Tercero, es muy delicado lo que voy a decir, pero lo tomo de las palabras del propio Chávez para no comprometerme. Chávez dice: ‘acá me estoy jugando la vida’. Eso dijo en los 3 últimos discursos que le escuché en Venezuela. Esas palabras no son gratuitas. El sabe que esto le puede salir caro. Lo que pasa es que si no gana estas elecciones se derrumba todo, no solo él. Él es el proceso y viceversa. El proceso depende tanto de él que no hay manera de separar uno de otro y si no gana las elecciones todo retrocedería. Esa es la contradicción, a no ser que haya una resolución revolucionaria, democrática por abajo, todo puede retroceder desde arriba.
Esa contradicción tiene un nombre: 7 de Octubre. Se gana ahí o se pierde todo. Chávez caería de espaldas sino gana. Por suerte todos los indicadores estadísticos y sociales menos uno, señalan que va a ganar. No llegará a los 10 millones de votos sino entre 7/8 millones y la derecha, que crece un poco más que el chavismo, pero desde muy abajo en su volumen, va a sacar entre 5/6 millones de votos. El chavismo ganaría por 2.5 millones aproximadamente. En mes y medio volvemos a comunicarnos y seguramente tendremos otras cifras, son tendencias.
-MH: Estabas con un pie en el avión y recibiste el Premio Nacional de Literatura «Estefanía Mosca» por Crónica del reportero que filmó su propia muerte. ¿Qué significó para vos ese reconocimiento?
-MEG: Voy a contestarte con palabras de Pedro Brieger cuando recibió un premio acá: es un mimo.
Un premio no te cambia nada. Pero yo no hago hipocresía o falsa modestia, da mucho sabor, el ego se te hincha un poquito, después te das cuenta que es un reconocimiento, me gustaron más los 10.000 bolívares que me sirven para sufragar gastos.
-MH: La semana pasada le entregué el ejemplar que me dedicaste hace casi 10 años a Renán Vega Cantor que lo quiso leer, así que te comprometo al aire para que me obsequies otro.
-MEG: El nombre que le dieron en Argentina fue Reportaje con la muerte. Van a hacer una edición de 3000 ejemplares en Caracas así que te garantizo uno para ti.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.