Estados Unidos gasta 936.000 millones de dólares en armamento, Rusia sólo 109.000. La OTAN en conjunto como 1,30 billones. Es obvio que Rusia es más eficiente en la administración de su presupuesto, al igual que lo es China, que invierte 309.500 millones (dato de 2023) en gastos de defensa.
Es cierto que ni China ni Rusia mantienen 900 bases desplegadas por el orbe para subyugar al mundo. China y Rusia invierten en investigación científica y mejoras tecnológicas de su armamento. Por ello China, Rusia y hasta Irán cuentan con misiles balísticos y de crucero que viajan a velocidades hipersónicas que son imposibles de interceptar por las defensas antiaéreas de toda la OTAN. Algo muy peligroso si llevan ojivas nucleares, tácticas algo que sólo Estados Unidos y Rusia poseen y que su uso está contemplado en las doctrina militar de ambos países, ninguno de los dos se atreve a usarlas más que como medio de disuasión para evitar una guerra nuclear peligrosa para toda la humanidad, incluidas ambas potencias.
Rusia acaba de romper ese empate con una nueva arma, el misil Oreshnik que fue desplegado y lanzado por primera vez en combate contra un blanco de la OTAN en el teatro de Ucrania el 21 de noviembre de 2024. El ataque ruso despegó desde el complejo de misiles Kedr, situado en la región rusa de Astracán para destruir planta de fabricación de misiles balísticos de corto y mediano alcance que la OTAN había construido en Yuzhmash en un antiguo arsenal soviético a prueba de ataques nucleares en Dniiopetrovsk.
El nuevo misil no es interceptable porque viaja a 10G (10 veces la velocidad del sonido) y recorrió los más de 900 km. hasta su objetivo en sólo cinco minutos. Es un misil de categoría intermedia con alcance de hasta 5.500 km que lleva entre 20 y 40 ojivas que caen sobre sus objetivos a velocidad hipersónica con la capacidad destructiva de un rayo, y en efecto la apariencia visual es esa. La fuerza kinética de su impacto es capaz de penetrar la tierra hasta más de 100 metros de profundidad y explotar allí contra los refugios de hormigón. La carga explosiva de las ojivas fue convencional pero su combinación destructiva equivale a 10 kilotones, tanto como la bomba de Hiroshima sin ser una explosión nuclear.
El misil Orershnik es una versión de alcance intermedio de otro misil desarrollado por Rusia que sí es intercontinental y cuyo alcance es de 12.000 kilómetros a velocidad hipersónica. De ese modo el Oreshnik constituye una advertencia disuasoria muy adecuada en un momento en que parecen estar manipulado representantes del Deep State global como Macron y Johnson para que cometa provocaciones que desencadenen una tercera guerra mundial como un “fait accompli” de Biden antes de entregar la presidencia a Trump, uno de los raros presidentes estadounidenses que no empezó ninguna guerra.