“Atrévete a avanzar más”, proclama el título del acuerdo de coalición sellado por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), los Verdes y los liberales. La nueva administración, que acaba de asumir formalmente el gobierno, está tratando de encapsular un Zeitgeist («espíritu de los tiempos») particular para la modernización, después de dieciséis años de estancamiento en las políticas sociales y climáticas bajo el gobierno de Angela Merkel.
El título también es una especie de guiño al pasado: el primer canciller socialdemócrata de Alemania Occidental, Willy Brandt, dio a su administración social-liberal de la década de 1960 el lema «atrévete a más democracia». Pero si supiera que este lema ahora se está pervirtiendo de esta manera, probablemente se revolcaría en su tumba. Porque la recién formada “Alianza por la Libertad, la Justicia y la Sostenibilidad” lleva decisivamente el sello de la influencia liberal, o más bien, del poder de los radicales del mercado.
Paradójicamente, esta toma del poder por los defensores del libre mercado pasa desapercibida porque su narrativa del “progreso” encaja perfectamente en el programa del canciller entrante Olaf Scholz, él mismo un «barón» del SPD. En su puesto anterior como ministro de Finanzas en la gran coalición, Scholz fue totalmente leal a la canciller Merkel, probablemente incluso más que sus ministros conservadores. Merkel confió a Scholz la cartera de finanzas porque sabía que estaban completamente de acuerdo: austeridad cuando sea necesario, gasto público solo durante las crisis.