El expresidente ha dejado la formación con la que gobernó. El partido de la Unión para el Movimiento Popular se rompe tras las broncas de las primarias y el castigo de los militantes.
Desde hace dos semanas, los medios de comunicación franceses anuncian cada día un nuevo capítulo de la batalla en la Unión para un Movimiento Popular (UMP), el partido de la derecha y ya expartido de Nicolas Sarkozy. La ruptura que sacude a UMP, hasta hace unos meses en el Gobierno, provocó que el propio Nicolas Sarkozy tuviera que volver al primer plano de la escena política para aclarar la situación y poner orden. Entre sus militantes, todos hablan de la ruptura y la muerte del partido.
¿Qué pasó para que la UMP, que tanto se mofaba años atrás de los debates y querellas internas del Partido Socialista Francés, llegue hoy a esta situación?
La pelea de las primarias
Todo empezó el domingo 18 de noviembre, cuando los militantes de la UMP fueron llamados a las urnas para elegir a su nuevo presidente de partido. François Fillon, exprimer ministro durante la presidencia de Sarkozy, se enfrentó a Jean-François Copé, representante de la «derecha desacomplejada».
Las discordias entre los dos candidatos y sus enfrentamientos políticos eran conocidos por todos. Diferencia en sus personalidades, trayectorias políticas y también generacionales eran temas que ambos subrayaban durante sus campañas.
Copé quería reforzar el poder de la «derecha de derecha» y oponerse con firmeza a François Hollande, del que dijo que «pone a nuestro país de rodillas». Fillon pidió más apertura del partido para unir a centristas y socialistas desilusionados. Pero el colmo de la desunión llegó con el voto de los militantes.
Protesta de los militantes de derechas
El 18N, la movilización de los militantes del partido batió todos los récords. Hasta horas avanzadas de la tarde, centenares de militantes seguían haciendo cola para votar y ya se difundía en losmedios de comunicación polémicas sobre el fraude y manipulación de votos.
Para echar más leña al fuego, antes de que todos los votos fuesen contabilizados,Copé anunció su triunfo. Con 224 votos más que su adversario, no pensó que los resultados cambiasen. Escandalizado, Fillon dijo que las cifras habían dado un giro a su favor y él era el verdadero presidente.
Tras el escándalo, se contabilizaron de nuevo los votos. Mientras, Fillon rechazó la oferta de Copé de unirse a su grupo para liderar el partido e incluso amenazó con contratar un abogado para denunciar lasmanipulaciones de Copé. Un día después, la comisión del recuento dio la victoria a Copé con un 50,03% de los votos (98 más que Fillon).
La Comisión de Organización y Control de las Operaciones Electorales (COCOE) reconoció públicamente que los resultados de las tres federaciones (Mayotte, Wallis et Futuna y Nueva Caledonia) no habían sido contabilizados. Por eso, los 98 votos de más de Copé eran nulos y según las nuevas cuentas, los resultados de la elección eran contrarios. Las tensiones en el seno del partido alcanzaron su punto álgido.
Alain Juppé, exministro de Asuntos Exteriores de Francia, llamado por el partido a realizar el arbitraje entre los dos candidatos, y crear una comisión de mediación, no consiguió obtener la cooperación de ambos y abandonó.
En realidad, ninguno de Copé o Fillon está dispuesto a doblegarse a condiciones que podrían poner en tela de juicio su legitimidad. Ahí empezó la descomposición del partido Unión para un Movimiento Popular y sigue.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/El-partido-de-Sarkozy-se.html