Recomiendo:
0

El Robin Hood inglés de la banca, condenado a 18 meses de cárcel

Fuentes: Agencias

Retiraba dinero de sus clientes más ricos para hacer préstamos no autorizados a las cuentas de las compañías que atravesaban dificultades Llevaba 18 años trabajando para RBS y no obtuvo ningún beneficio

Un alto ejecutivo del banco británico Royal Bank of Scotland se ha convertido en el nuevo Robin Hood inglés. Benedict Hancock, un padre de familia de 39 años, se hizo con más de siete millones de libras -casi nueve millones de euros- de las cuentas más jugosas del banco. Sin embargo, Hancock no lo hacía por interés propio: traspasó ese dinero a cuentas de empresas con problemas, según ha informado este miércoles el Daily Mail.

El alto ejecutivo ha declarado ante el juzgado que lo hizo sólamente por «motivos altruistas» porque quería «que las compañías fuesen bien». Hancock -que igual que Robin Hood viene del condado de Nottinghamshire- tenía buenas relaciones con los 40 clientes en cuyas cuentas ‘inyectó’ dinero para salvarles de una posible situación dramática.

Según el citado diario británico, cuando alguna de las firmas a las que protegía necesitaba dinero extra para hacer frente a problemas puntuales, les prestaba dinero, que él mismo ‘cogía prestado’ de las cuentas de sus mejores clientes, falseando las cuentas para poder realizar las transferencias fácilmente.

Robar a los ricos

En la mayoría de los casos, los propietarios del dinero no notaron que les faltaba efectivo de sus cuentas. Y en el caso de los que sí lo notaron, Hancock les aseguraba que el dinero había sido invertido en bonos súper seguros del banco de Inglaterra.

El director incluso se aseguraba de que sus ‘víctimas’ recibieran íntegramente los intereses que les correspondían por su dinero, aunque no se encontrara todo en su cuenta.

Según sus compañeros han declarado en el juzgado, Hancock, que llevaba trabajando 18 años para RBS y ganaba unos 63.000 euros anuales, tenía «buen carácter» y todos los clientes tenían muy buena opinión sobre él. Además, el acusado no ha obtenido ningún tipo de beneficio de su particular fraude.

Descubierto en 2006

La trama de Hancock fue descubierta en noviembre de 2006, cuando uno de sus clientes más ricos se dio cuenta de que en su cuenta faltaban cinco millones de libras (6,3 millones de euros). Una investigación interna descubrió entonces la operativa de su empleado y se destaparon más casos.

Otro de los clientes de RBS, una compañía de fabricación de ropa, echó en falta 1,3 millones de libras -más de millón y medio de euros-, y la investigación prosiguió hasta que se hallaron un total de 14 cuentas en las que la contabilidad había sido falseada en un claro caso de abuso de posición.

El juzgado, por tanto, ha decidido condenar al banquero -según el Daily Mail- a 18 meses de prisión, ya que el juez Ian Karsten ha admitido que «aunque los motivos parecían buenos, él también se ha beneficiado a través de extras de productividad que se añadían a su salario». Además, el acusado conseguía, según el juez, quedar como un trabajador modelo ante sus superiores.