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República Dominicana

El Senado frustra otra vez las aspiraciones en Educación

Fuentes: SEMlac

Con la aprobación del presupuesto de 430.080 millones de pesos dominicanos (11 millones 520.000 dólares) para 2012, 23 de los 32 senadores echaron por el suelo las aspiraciones populares para que se cumpla el precepto constitucional de destinar a la educación el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Se abstuvieron sólo dos, José […]

Con la aprobación del presupuesto de 430.080 millones de pesos dominicanos (11 millones 520.000 dólares) para 2012, 23 de los 32 senadores echaron por el suelo las aspiraciones populares para que se cumpla el precepto constitucional de destinar a la educación el cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Se abstuvieron sólo dos, José Rafael Vargas y Charles Mariotti.

La pieza debe todavía pasar por la Cámara de Diputados, donde el partido de gobierno tiene también mayoría, pero hay otras fuerzas políticas actuantes, aunque las expectativas de que ahí se produzca la diferencia no son realmente notables ni esperanzadoras.

Además de su indignación por el procedimiento seguido en la Cámara Alta, activistas populares, personas vinculadas a la Coalición por una Educación Digna, ejecutivas de ONG y otras fuerzas sociales y políticas confirmaron a SEMlac que, una vez más, el Congreso de la República defraudará a la gente si aprueba un presupuesto nacional que ni siquiera alcanza a destinar el tres por ciento del PIB para educación.

El martes 4 de octubre, los senadores colocaron en agenda, sin previo anuncio, la discusión del presupuesto nacional, que finalmente aprobaron.

De inmediato se produjeron reacciones de rechazo. A la mañana siguiente, sin importarles la lluvia intensa, numerosas personas se apostaron frente al Congreso con pancartas para expresar su descontento y entregaron una carta con esas apreciaciones a un par de congresistas que les recibieron.

En esa gestión coincidieron con estudiantes y académicos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que es la Primada de América, quienes a su vez se manifestaron insultados por la forma y esencia del procedimiento en el Senado.

También han hecho evidente su preocupación el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) y la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios. En una nota de prensa, el Conep lamentó la decisión del Senado de aprobar «al vapor el presupuesto, sin que mediara discusión y sin enviarlo a estudio de la Comisión Mixta (Bicameral), como establece la propia Ley Orgánica de Presupuesto».

Juicios muy sólidos

Magaly Pineda, directora ejecutiva del Centro de Investigaciones para la Acción Femenina, dijo a SEMlac que, en la Cámara de Diputados, «no creo que ocurra otra cosa como no sea que aprueben ese presupuesto tal y como se lo ha enviado el Senado».

De haber intención de «abrir un debate no habrían actuado así en el Senado. Considero que ellos tienen prisa», puntualizó la socióloga feminista.

«La mayoría de las docentes trabaja en dos tandas o jornadas (muchas veces en planteles diferentes y distantes uno de otro) por un salario total, que, con incentivos como antigüedad, titulación, cursos especializados, etcétera, no supera el equivalente a los 450 dólares al mes, en uno de los países con los costos de electricidad, alimentos y vivienda más altos de la región», aseguró Pineda durante un debate virtual auspiciado por la Unesco en mayo pasado.

El salario promedio en el país es de 6.000 pesos dominicanos (cerca de 160 dólares). Los estimados más recientes sobre los costos de la canasta básica para una familia de cuatro personas lo fijaban por encima de 4.500 pesos dominicanos, equivalentes a unos 120 dólares.

La experta agregó que el país ha tenido por décadas un bajo presupuesto para educación, cuyo mayor gasto fue en 1979 con 1,95 por ciento del PIB, para acusar una declinación en la década siguiente y luego recuperarse a partir de los noventa con un pico en 2002 y 2009 de 1,89 por ciento del gasto total. En los últimos tres años ha estado en 1,86 por ciento del PIB.

República Dominicana ocupa el penúltimo lugar entre 139 países en el Índice Global de Competitividad 2010-2011 en cuanto al despilfarro en el gasto gubernamental y el 134 en el desvío de fondos públicos.

Además, está en antepenúltimo lugar en la calidad de la educación primaria, en el puesto 136 en calidad de la enseñanza en ciencias y matemáticas y en el 133 respecto a la calidad del sistema educativo general.

«La lucha por el cuatro por ciento del presupuesto nacional para la educación, con una amplia participación e innovadores métodos de lucha, es hoy una de las más novedosas y masivas movilizaciones populares en décadas en República Dominicana», opina Pineda.

El empeño se generó en el Centro Bonó con el cura jesuita Mario Serrano y sus colaboradoras y colaboradores, pero se expandió inusitadamente. El reclamo se inscribió en camisetas y sombrillas, y el movimiento se convirtió en el de las sombrillas amarillas.

Se sumaron el profesorado, la juventud, activistas populares y hasta se extendió a otros sitios en Estados Unidos y España, donde hay comunidades dominicanas. Hace apenas dos semanas una representación entregó sus posiciones y demandas en la sede de las Naciones Unidas en Santo Domingo.

Más protestas y nuevas estrategias

Lo hecho en el Senado podría ser reconsiderado por la Cámara de Diputados «como corresponde a la democracia», dijo a SEMlac María Teresa Cabrera, prestigiosa figura política y del movimiento por el cuatro por ciento. «Que abran un espacio para escuchar otras opiniones y para el debate», sostuvo.

La ex presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores agregó que a la cifra aprobada le faltarían 1.103 millones de pesos dominicanos (29.000 dólares) para llegar al tres por ciento.

Tampoco decae el ánimo de Octavio Figueroa, uno de los coordinadores de la Coalición por una Educación Digna, quien declaró a SEMlac que el gobierno quiere salir lo más pronto posible de la reivindicación planteada y que en la Cámara Baja del Congreso parecerían estar esperando que «le bajen la línea».

«El presupuesto de la nación es una herramienta política y de ese modo está funcionado. Pero continuaremos con las estrategias que corresponda», dijo. Agregó que el 7 de septiembre la coalición entregó una petición para que la discusión se abra a vista pública y la ciudadanía pueda asistir y participar en el debate del Parlamento. «Otros grupos están también dirigiéndose ahora a las distintas comisiones del Congreso», precisó.

Figueroa, quien dirige el trabajo de incidencia de la Coalición, cree que «pudiera ser que el atropello del Senado se repita en la Cámara de Diputados. Pero como ciudadanos y ciudadanas, lo que nos corresponde es garantizar que sea un proceso democrático», indicó.

Por si hicieren falta otras evidencias, un dramático anuncio se hizo público en días recientes: Roberto Obando Prestel, director de Prisiones, declaró a Diario Libre que las cárceles dominicanas están llenas de reos que no han completado la educación media.

Es una población de 21.000 personas en recintos pensados para menos de la mitad. En la última semana, sin embargo, se han publicado reportes de actos de graduación y fin de curso en varias prisiones.

Pero no es todo

La defensa de un presupuesto adecuado para una educación digna ha movilizado a mucha gente para actuar, pero también para pensar. No son pocos quienes creen que, además de aulas y útiles, y de mejores sueldos para el magisterio, es imprescindible actualizar profesionalmente y elevar la calificación del profesorado.

«La capacitación y superación de los maestros y maestras es la tarea fundamental del Ministerio de Educación, sea cual sea el porcentaje que se le asigne a ese ministerio. Y, por supuesto, sin costo alguno para el profesorado como no sea el compromiso de devolver esa inversión con más calidad en sus clases y educar permanentemente a los alumnos y alumnas», explicó una activista que dirige una escuela para adultos y prefirió no consignar su nombre.

«Sin maestro o maestra no hay educación. La calidad depende de ellos y ellas. Ejemplos tenemos en otros países que, por diversas circunstancias, han dado clases al aire libre, debajo de árboles, y ha rendido fruto esa clase, si tuvo al frente un maestro preparado», insistió la profesora.

Por ahora, tras un fin de semana lluvioso, persisten los ánimos reclamantes y la voluntad dispuesta a seguir dando una batalla que no solo es justa, sino también necesaria, mientras en esta semana que comienza se espera que el presupuesto pase a consideración de la Cámara Baja.