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Resistencia y lucha comunitaria ante la profundización del extractivismo

El Sur de Honduras y el avance del proceso de despojo

Fuentes: Alba Sud

En el sur de Honduras la conflictividad ha alcanzado niveles muy preocupantes. Proyectos energéticos, agroindustriales, mineros y turísticos han acompañado la instalación de la primera Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE). El gran capital nacional y transnacional olfateó el negocio y ya se está abalanzando sobre territorios y bienes comunes. En estas zonas es […]

En el sur de Honduras la conflictividad ha alcanzado niveles muy preocupantes. Proyectos energéticos, agroindustriales, mineros y turísticos han acompañado la instalación de la primera Zona de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE). El gran capital nacional y transnacional olfateó el negocio y ya se está abalanzando sobre territorios y bienes comunes. En estas zonas es brutal el contraste entre la pobreza extrema de caseríos y comunidades y el lujo, la opulencia de las mansiones de verano de terratenientes y poderosos. Largos y altos muros rodean las propiedades vigiladas por hombres armados que hasta niegan el acceso a las playas.

Durante las últimas dos décadas, las familias que viven en estas zonas han venido sufriendo un acelerado proceso de pérdida de territorios, acompañado por una creciente militarización, la criminalización del derecho a la tierra y la judicialización de cientos de personas que sobreviven principalmente de la agricultura y la pesca.

Para las familias del lugar, organizarse, resistir y defender su tierra y su vivienda ante las amenazas de desalojo ha sido imprescindible.

Cinco reportajes de Alba Sud sobre lo que está ocurriendo en el sur de Honduras. 

La península de Zacate Grande concentra numerosos conflictos entre comunidades y empresarios y familias acaudaladas, que les han despojado de las tierras donde vivían desde hace décadas, para aprovechar el nuevo impulso de la zona en los sectores energético, minero, turístico y de infraestructuras. 

Intereses de grandes proyectos turísticos en la península de Zacate Grande, Honduras, criminalizan y enjuician a las comunidades locales. Así les ha ocurrido pobladoras de Playa Blanca que habilitaron un espacio para que los turistas nacionales pudieran estacionar sus vehiculos. 

Los pobladores de esta isla enfrentan desde hace años a un intenso proceso de desposesión por parte de familias poderosas del país. Recientemente, los intereses turísticos han acentuado la amenaza de desalojo.

Activistas sociales hondureños en el Golfo de Fonseca cuestionan el discurso del gobierno hondureño sobre los beneficios del desarrollo turístico y denuncian la brutalidad del proceso de despojo a las comunidades de estas inversiones.

Las familias afincadas desde hace décadas en esta isla del Golfo de Fonseca, viven desde el año pasado pendientes de la ejecución de una orden de desalojo dictada por los tribunales de justicia. El atractivo turístico de la zona pone en riesgo los medios de vida de estos pobladores.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.