Cuando hace años apenas nadie hablaba de ello, el cineasta, novelista, documentalista e historiador Xavier Juncosa lo hizo. En un documental titulado: «Objetivo Barcelona». Jacinto Antón lo recordó en un excelente artículo: «21 aviadores sin piedad». Buonamico, Cassiani, Rossagnigo, Di Tullio, Corti, Montanari, Ruspoli, Zucconi… fueron algunos de los nombres de los 21 aviadores fascistas […]
Cuando hace años apenas nadie hablaba de ello, el cineasta, novelista, documentalista e historiador Xavier Juncosa lo hizo. En un documental titulado: «Objetivo Barcelona». Jacinto Antón lo recordó en un excelente artículo: «21 aviadores sin piedad».
Buonamico, Cassiani, Rossagnigo, Di Tullio, Corti, Montanari, Ruspoli, Zucconi… fueron algunos de los nombres de los 21 aviadores fascistas que bombardearon Barcelona durante la Guerra Civil. Una querella criminal, centrada en los bombardeos de saturación de 1937 y 1938, en los doce «salvajes ataques de la aviación de Mussolini a la ciudad en 41 horas del 16 al 18 de marzo de 1938», hizo historia el año pasado al ser admitida finalmente a trámite por la Audiencia Provincial. Eran, según parece, militares muy especializados. Conscientes y orgullosos de lo que hacían: ¡bombardear criminalmente a la población civil! Una cenetista en ciernes, Rosa Arnal Mur, con apenas 13 años, corrió huyendo de las bombas.
Juncosa llegó a conocer en 1998 en la Casa degli Aviatori de Roma a los dos pilotos de bombarderos que encabezan la lista. Los tenientes en los años republicanos -luego generales- Paolo Moci y Alberto Lauchard. Eran, le dijeron, los dos últimos supervivientes de la Aviazione Legionaria. Murieron años después pero su «testimonio» ha quedado reflejado en un documental que, sin merecerlo, sigue todavía inédito. Moci, recordó Juncosa, llegó a justificar «el bombardeo de Gernika, en el que participó al frente de una patrulla de tres Savoia S.79.»
Jacinto Antón ha vuelto sobre el tema [2]. «Polémico homenaje en Italia a un aviador centenario que luchó en España» ha señalado. Altraitalia, la asociación de residentes italianos antifascistas, deplora los agasajos al piloto fascista Luigi Gnecchi.
No es para menos, no se pasan ni un pelo.
Parecía, comenta JA, «que no quedaba vivo ningún aviador italiano de los que lucharon en la Guerra Civil española al servicio de Franco». De repente ha aparecido uno muy notable. Luigi Gnecchi (Lecco, 1914), que ha cumplido cien años el pasado 5 de marzo y ha aparecido feliz de haberse conocido en los medios con todas sus medallas, mandó una escuadrilla de bombarderos medios Fiat BR. 20 (Cicogna) de la Aviazione Legionaria. Fue condecorado con una medalla de plata al valor. Participó después en la Segunda Guerra Mundial.
No es seguro que participara en los bombardeos de Barcelona. Lo que en cambio es seguro, él mismo se vanagloria, es que participó en acciones contra la España republicana. El abogado de Altramemoria, Newton Bozzi, ha manifestado la «indignación que les ha provocado la aparición del personaje tras no encontrar ellos ninguna colaboración por parte del Gobierno italiano para localizar (y eventualmente encausar) a posibles supervivientes de aquellas acciones de bombardeo».
¿Y que más da dirán? Paz, paz, paz.
Pues da… y da mucho porque siguen bombardeando de otro modo.
Gnecchi, auroleado de heroísmo (acabó su carrera militar siendo teniente coronel), ha sido felicitado efusivamente en su aniversario. ¿Y por quién? ¿Por algún familiar? No. Por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas italianas, por el general Pasquale Preziosa.
¿También por algún generalote de la OTAN? Lo ignoro pero no es imposible. Lo contrario es más verdadero.
Hay más. Según el citado general, el aviador fascista es modelo a imitar y portador de valores esenciales «para enfrentarse a los compromisos de hoy y los desafíos de mañana».
Y no sólo el general ha entrado en «combate» político-cultural. La ministra de Defensa, Roberta Pinotti, muy moderna ella, en su cuenta de twitter ha escrito «tanti auguri all aviatore pluridecorato», incluida, señala Antón, la Cruz de Hierro de segunda clase.
Entrevistado por la RAI el pasado lunes 10 de marzo, Gnecchi explicó que formó parte del CAI (Cuerpo Aéreo Italiano) como jefe de una escuadrilla de Fiat BR. 20, recordó entre risas una cancioncilla de la época y comentó que la Guerra Civil española no fue muy peligrosa para ellos, para los aviadores italianos fascistas. ¿Por qué? Muy sencillo. «Por falta de verdadera fuerza de caza adversaria, a excepción de algunos aviones rusos», es decir, soviéticos. ¡La indefensa II República española maltratada por todas las potencias occidentales, pero no por la URSS!
¿Esta, la del general, la Ministra y el aviador centenario, es la Europa «democrática» de la que hablamos cuando hablamos de la Europa y la democracia? ¿Es un ejemplo descarnado, otro más, de revisión histórica? Más claramente: ¿serán con el tiempo nuestros héroes, los héroes de la Europa antiobrera del euro y de las desigualdades sociales, los aviadores fascistas que bombardearon ciudades indefensas?
Mientras tanto, por supuesto, el general jefe sigue en su puesto y la ministra de Exteriores en el suyo, deseando feliz cumpleaños al criminal aviador fascista. Como diría-dibujaría El Roto girando a Brecht, ¡a la mala gente se la conoce en que resulta mucho peor cuando se la conoce… aunque sea un poco más!
Notas:
[1] http://politica.elpais.com/politica/2013/01/25/actualidad/1359149850_136009.html
[2] http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/03/17/catalunya/1395097010_432956.html
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.