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Elitistas, serviles… y descarados

Fuentes: Rebelión

La demanda de que no queden impunes los hechos de violencia que han cobrado vidas en la República Bolivariana de Venezuela, no puede convertirse en bandera de los sectores fascistas y fascistoides, porque ellos han sembrado la violencia. Tampoco es material de consigna para la ultraderecha a nivel global, que financia y dirige a los […]

La demanda de que no queden impunes los hechos de violencia que han cobrado vidas en la República Bolivariana de Venezuela, no puede convertirse en bandera de los sectores fascistas y fascistoides, porque ellos han sembrado la violencia.

Tampoco es material de consigna para la ultraderecha a nivel global, que financia y dirige a los grupos golpistas.

Es una aspiración del pueblo organizado, de los dirigentes bolivarianos que entienden cuán necesario es preservar la moral revolucionaria, y de los hombres y mujeres amantes de la justicia en cualquier parte del mundo.

La derecha y la ultraderecha, en Venezuela y en el resto del mundo, carecen de autoridad moral y de sustento político para utilizar como arma contra el Gobierno constitucional que encabeza Nicolás Maduro una consigna que se contradice con la coerción de clase, elemento fundamental en la práctica de los gobiernos conservadores.

PIÑERA Y SU CÁTEDRA HUECA

«Quiero aclararle que en Chile tenemos una democracia y un Estado de derecho y, por lo tanto, el Gobierno no tiene facultades para encarcelar a nadie, ni a estudiantes ni mucho menos a líderes opositores», dijo Sebastián Piñera en respuesta a la acusación de Maduro de que el gobierno de Chile ha cedido a las presiones de Estados Unidos. En una reseña de la agencia de prensa EFE, figura la siguiente frase: «Piñera replicó que en Chile hay tribunales de justicia ‘independientes’ y que su Gobierno defiende el derecho de los ciudadanos de ‘expresarse y manifestarse con libertad».

Apoyado por los medios de comunicación comprometidos con el sistema, el presidente de Chile ha hecho casi invisibles a muchos líderes mapuches, víctimas de la aplicación de la Ley Antiterrorista, una pieza que es herencia de la dictadura de Pinochet.

Es grande la proyección mediática de Guillermo Fariñas, hacedor de huelga de hambre por encargo de los enemigos de la Revolución Cubana, pero poca gente conoce los nombres de dos mapuches líderes de un grupo de presos de esa misma etnia (presos políticos, sin duda) que permanecieron en huelga de hambre por más de 30 días: Fernando Millacheo, de la comunidad Newen Mapu, y Cristian Levinao, de la comunidad Rayen Mapu.

Piñera se expresa como si ellos no fueran dirigentes políticos. Y habla de democracia funcional como si no constituyera una canallada de marca mayor promover, como él ha promovido, la aprobación de la llamada Ley Hinzpeter, que establece penas de cárcel y multas para quienes protesten en las calles.

Es Piñera el gobernante que, a la demanda de educación gratuita sustentada por los estudiantes en el año 2011, respondió con la frase: «La educación es un bien de consumo»; y a la protesta respondió militarizando y autorizando a los carabineros a disparar, incluso a matar. Y esa represión cobró vidas.

Busca legalizar la represión para seguir entregando a las multinacionales los recursos naturales de Chile, y continuar la descarnada política de privatización que ha generado una enorme desigualdad social en su país, y dejar al pueblo sin instrumentos legales para reclamar.

Intenta ofrecer cátedras de democracia, porque es aliado y protegido del poder estadounidense. ¿Con qué moral y con qué derecho lo hace?

El ORDEN SEGÚN PEÑA NIETO

Enrique Peña Nieto, el presidente de México, no se manifestó como latinoamericano cuando Barack Obama, posando junto a él, se pronunció sobre la situación en Venezuela.

Privatizar el petróleo y criminalizar toda protesta desde una instalación petrolera, es un aporte que ha hecho la derecha gobernante en México al proyecto imperialista en la región, y ha contado con la firma de Peña Nieto.

La maquinaria de fraude electoral que opera en México desde hace décadas y que favorece al PRI (hoy gobernante), al PAN y en menor medida a otros grupos del sistema a quienes otorga pequeñas cuotas de poder, es parte esencial de ese modelo de democracia que Obama resalta y que, junto al primer ministro de Canadá, Stephen Harper, exhibió la semana pasada como parte de la vitrina de América del Norte.

Las acciones fascistas de figuras como el jefe de gobierno del Distrito Federal de México, Miguel Ángel Mancera, quien ha ejercido la coerción de clase vulnerando incluso el marco legal (como en el uso de la fuerza policial para desalojar a los maestros concentrados en el Monumento a la Revolución), y las «iniciativas» de Peña Nieto de legalizar la represión a la protesta, seguir privatizando la educación, enajenar el petróleo y poner a disposición del gran capital los recursos naturales de toda especie, son acciones democráticas según el esquema imperialista.

¿Qué decir de un Peña Nieto que solo sabe obedecer al poder y reprimir a las mayorías? ¿Hay algún calificativo publicable?

SANTOS, AGRESOR Y REPRESIVO

Otro que pretende dar lecciones de democracia es Juan Manuel Santos.

Solo en el año 2013, se puede imputar a las fuerzas militares de Colombia el asesinato de por lo menos 12 campesinos. Y a estos muertos en protestas pacíficas hay que sumar los asesinatos cometidos de manera clandestina por las mismas fuerzas con disfraces diferentes. ¿Qué puede decir sobre esto un presidente que se presenta como democrático?

Juan Manuel Santos ha sido ministro de Economía para coordinar el servilismo y la entrega de los recursos naturales de Colombia a las transnacionales yanquis, y ministro de Defensa para coordinar acciones de agresión y de represión como la que cobró la vida de más de 20 personas en territorio ecuatoriano por el interés de matar (y lo hicieron) al comandante guerrillero Raúl Reyes. Y hay que agregar que es uno de los responsables de la política de los «falso positivos», de dar muerte a un joven civil y vestirlo con uniforme de guerrillero para presentarlo como baja de los grupos combatientes.

¿Qué puede decir el presidente que, en cualquier condición, ha dado luz verde a las operaciones militares yanquis y busca establecer nexos más fuertes con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, para seguir agrediendo a los vecinos?

Juan Manuel Santos también promueve una ley para castigar con cárcel determinadas acciones de protesta.

Es una de las principales voces en el coro de quienes pretenden dejar a las mayorías inermes para continuar ejerciendo el saqueo y el servilismo.

OBAMA Y SUS AMIGOS DEL ALMA

Santos, Peña Nieto y Piñera presiden los gobiernos que Barack Obama y sus colaboradores presentan como democráticos. No es extraño, pues, que sean Henrique Capriles y Leopoldo López sus aliados en Venezuela.

Las agencias que invisibilizan a los líderes mapuches, hacen muy visibles a esos «políticos», encargados de reinstaurar en Venezuela la «democracia» de factura yanqui.

Henrique Capriles se presenta en diálogo con Juan Manuel Santos (un ultraderechista es un derechista represor investido como gobernante que tiene por vecinos a algunos presidentes antiimperialistas).

Leopoldo López muestra un tono mucho más radical, pues se reúne con Álvaro Uribe Vélez y con el apátrida Otto Reich para planificar la desestabilización de Venezuela.

Cuando Barack Obama se pronuncia por la liberación de todos los detenidos, está defendiendo a Leopoldo López, y lo hace porque es un colaborador de su proyecto.

En la misma dirección van los planteamientos del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.

El poder estadounidense crea las condiciones para actuar sin disfraces en Venezuela, porque sus agentes no han podido consumar el golpe de Estado.

El petróleo es fuente de riqueza y de desarrollo regional, pero también mantiene despierto el apetito imperialista.

Es hora de que tomen conciencia de esto quienes dicen ser progresistas y no se deciden a asumir la defensa de la continuidad del avance político en Venezuela… Ningún motivo será reconocido como suficiente para ceder el paso a quienes tienen por misión ayudar a los yanquis a rescatar el control del petróleo y las demás riquezas que guarda en sus entrañas la hermana Venezuela…

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.