El 94% de los habitantes de Lima considera que la corrupción es en nuestro país un problema grave o muy grave. Sólo 5% cree que es poco o nada grave. Así lo revela la encuesta del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Universidad Católica realizada en Lima Metropolitana entre el 29 de abril y […]
El 94% de los habitantes de Lima considera que la corrupción es en nuestro país un problema grave o muy grave. Sólo 5% cree que es poco o nada grave.
Así lo revela la encuesta del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la Universidad Católica realizada en Lima Metropolitana entre el 29 de abril y el 2 de mayo.
Aspecto descollante es la definición que dan los encuestados al fenómeno de la corrupción: 24% dice que ésta consiste en apropiarse de dinero o propiedades públicas; un 15% adicional dice que consiste en conseguir beneficios particulares aprovechando un cargo público.
Otras respuestas aprietan la yugular del régimen: Promover campañas de solidaridad (en caso de terremotos, etc.) y quedarse con lo entregado (15%); contratar a sus allegados y/o parientes (12%); hacer obras públicas en tiempo de campaña (11%).
Corrupción es, además, para los encuestados: hacer una gestión diferente a la prometida en campaña (9%) y despedir a los funcionarios encontrados al asumir el cargo (4%).
Cuando la consulta buscó ubicar los centros de la corrupción, el Congreso encabeza la lista negra: 79% lo considera corrupto o muy corrupto. El Poder Judicial sale segundo, con 73%. El gobierno en su conjunto obtiene 71%.
Los datos señalan una desaprobación en ascenso respecto al gobierno actual. En agosto de 2008, recuerda el IOP, 10% consideraba a este régimen más corrupto que los otros. Ahora, ese veredicto alcanza el 20%. A eso hay que añadirle el 50% que opina que este gobierno es tan corrupto como los otros.
De Ripley: hay quienes creen que la administración actual no es corrupta. Pero sólo son el 0.4% del total.
Aquello de que nuestro pueblo no tiene memoria es desmentido por la encuesta. Así, en respuesta a la pregunta: ¿En cuál de los gobiernos que usted recuerda cree que hubo más corrupción? Alberto Fujimori (1990-2001) ocupa el primer lugar (44%); Alan García (1985-1990) llega segundo, con 34%, y Alejandro Toledo (2001-2006) pasa al tercer puesto, con 7%.
Un ángulo sombrío es el que se refiere al peruano en su totalidad (incluidos, por cierto, los encuestados). Reza la pregunta: En general, ¿cuán honesto diría usted que es el peruano? Sólo 27% respondió: muy honesto / algo honesto. En cambio, 71% cree que es poco honesto / nada honesto.
Hay en esto una suerte de confesión colectiva, a escala de Lima. Es doloroso, porque significa que la deshonestidad es un mal extendido, casi una enfermedad crónica y, lo que es peor, que puede resultar contagiosa.
Un 25% considera que, para combatir la corrupción, escuelas y familias deben educar en valores. No basta, porque los niños y los jóvenes ven a diario cómo se puede hacer dinero robando desde lo alto.
En total, el estado de la corrupción nace en gran parte de la corrupción del Estado.
Fuente: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columna-del-director/estado-de-la-corrupcion_62591.html