Paolo Leonardi es el responsable de empleo público del sindicato Rappresentanze Sindicali di Base-Confederazione Unitaria di Base (RDB-CUB).
DIAGONAL: El 17 de octubre el sindicalismo de base organizó la huelga y la manifestación más grandes de su historia. ¿Qué factores han determinado el éxito?
PAOLO LEONARDI: Hemos realizado un sondeo en la calle sobre el índice de aceptación de Berlusconi por parte de los italianos, y el resultado ha sido excepcional. Creo que ha sido posible porque hemos captado el sufrimiento que los decretos ley del Gobierno Berlusconi han creado en los ciudadanos de a pie. La política de recortes, el ataque a la educación y a los servicios públicos, la precarización… ocultan la voluntad del Gobierno y de los poderes fácticos de hacer pagar la crisis financiera a los trabajadores.
D.: Italia parecía un país dormido, conquistado por el ‘berlusconismo’. ¿De dónde sale este movimiento de oposición?
P.L.: El resultado electoral de abril, con la aplastante afirmación del centro-derecha, la derrota del centro- izquierda y la expulsión del Parlamento de la izquierda, parecía haber cerrado la larga temporada de mayoría del pensamiento y de las prácticas de izquierda. En cambio, la violencia de las decisiones del Gobierno ha sido un estímulo importante, ha conseguido arrastrar a las fuerzas políticas y sindicales históricas, a las que les ha costado mucho entender lo que estaba pasando.
D.: ¿Cómo piensa el sindicalismo de base enfrentar esta dinámica?
P.L.: Estamos convencidos de que el movimiento que se está expresando en la calle tiene las ideas claras y es realmente transversal. El hecho de que, sin ningún tipo de presión, jóvenes, trabajadores, inmigrantes y precarios hayan participado en la manifestación del 17 nos hace esperar que se trate de un conflicto duradero. No es sólo cuestión de echar a Berlusconi y a su Gobierno, aunque ésta sea hoy una prioridad, sino de cambiar una tendencia de empobrecimiento social y subordinación que se viene afirmando desde hace tiempo.
D.: En un movimiento que no quiere ser representado por ninguna fuerza, ¿cómo os posicionáis ante este fenómeno?
P.L.: Los hechos de Piazza Navona, donde los estudiantes de izquierda han conseguido por fin echar a los ‘fachas’ de la calle y de las manifestaciones, cierran la temporada de las protestas indistintas, alimentadas sobre todo por las uniones de estudiantes ligadas al Partito Democrático (PD). Una vez echados los fascistas, persiste, sin embargo, el problema de la incapacidad que tiene la política para comprender los cambios sociales y de relacionarse con éstos.