En la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa del 27 de enero se debatió la situación en Bielorrusia. El análisis tuvo un carácter marcadamente tendencioso. En defensa de la hermana república, en nombre del grupo «Izquierda Unida» en la «PACE», intervino el presidente del CC del PCFR, y responsable de la fracción del PCFR en la Duma, G. Ziugánov. Traducido del ruso por Josafat S. Comín
La Asamblea Parlamentaria defiende los derechos humanos, pero los principales derechos humanos son el derecho a la vida, el derecho a la dignidad, el derecho a la verdad. Considero que al tratar la situación en Bielorrusia hay que partir de la realidad, de la democracia como poder del pueblo, y no como poder de la oligarquía, de los sacos de dinero y los delincuentes.
El 19 de diciembre se celebraron las elecciones presidenciales. En ellas estuvieron presentes cientos, miles de observadores de todos los países de Europa. Hubo un aperturismo sin precedentes, cuando cualquiera pudo comprobar con sus propios ojos, que es lo que ocurre en la república y con qué ánimo acude la gente a las urnas.
En primer lugar, cada diputado que se respete debería hacerse las siguientes preguntas. ¿Por qué de cada 10 ciudadanos de Bielorrusia, 9 acudieron a las urnas y 8 votaron por el curso que viene promoviendo en los últimos años Alexánder Lukashenko y su equipo? ¿Por qué acudieron a votar en familia, con entusiasmo, como si acudieran a una fiesta popular? La respuesta de todos conocida a la primera y primordial pregunta caracteriza hoy la situación en esta querida, trabajadora y valiente república.
Segundo. Uno de los diputados que han intervenido en la sesión de la PACE declaró que el siglo XX. comenzó en Sarajevo y terminó en Sarajevo. Quiero recordar que entre estos dos acontecimientos se dieron dos guerras mundiales. En la Gran Guerra patria el pueblo bielorruso cargó con las más terribles pérdidas de todos los pueblos europeos. Bielorrusia situó en el altar de la Victoria sobre el fascismo en la lucha por la libertad y la independencia de Europa, por su democratización y el restablecimiento de los derechos humanos, a uno de cada cuatro de sus habitantes. Murieron los mejores hijos e hijas del pueblo bielorruso.
Por eso los bielorrusos perciben de un modo tan intenso los problemas relacionados con la seguridad. En la actualidad, en el espacio postsoviético, Bielorrusia es la república más segura. Allí no hay atentados terroristas, ni crimen organizado, y apenas hay narcotráfico. Valoran enormemente la estabilidad y el orden, sin los que es imposible sobrevivir en las actuales difíciles circunstancias.
Tercero. El pueblo bielorruso se distingue por su extremada modestia, amabilidad, amor al trabajo y fuerza de voluntad. Y todos los intentos foráneos de imponerle una voluntad ajena, históricamente han terminado siempre en fiasco. ¡El pueblo bielorruso nunca respaldará a marionetas y traidores!
Cuarto. En Bielorrusia se estudia, se trabaja, se inventa, se construye, de un modo extraordinario. Bielorrusia en los últimos 5 años ha construido más de 170 empresas con las más modernas tecnologías, ejecutando una auténtica modernización, sin que quede en palabrería (como en Rusia. N de la T). Actualmente el 75% de la producción bielorrusa se enfoca a la exportación a otros países. ¿No es eso evidencia de la calidad del trabajo de los bielorrusos?
La vida es confortable en Bielorrusia. Un país en el que los fascistas incendiaron todas las ciudades y la mitad de los pueblos, presenta hoy día el mismo aspecto que cualquier país europeo desarrollado . Minsk es una de las ciudades más hermosas de Europa.
Quinto. En la república no se habla de justicia, sino que se preocupan de ella cada día. La diferencia entre el 10% más rico y el más pobre no supera las cinco veces. Es un indicador comparable al de los países escandinavos. Es un dato del que deberían tomar ejemplo muchos otros países y pueblos.
El país goza de un sistema educativo gratuito y una medicina universal de gran nivel. El pueblo bielorruso se decantó en referéndum por el bilingüismo, y ya seas ruso, ucraniano, polaco o judío, todos se sienten reconocidos en el plano nacional y cultural.
Bielorrusia puede presumir de una biblioteca nacional única, construida en los últimos años. Bibliotecas como esa en el mundo se pueden contar con los dedos de una mano. Cualquier ciudadano, de la aldea más remota, cualquier extranjero, puede llegar a la biblioteca y hacer uso gratuito de sus fondos, de toda la riqueza cultural y de conocimientos de la civilización mundial. Eso es democracia auténtica y no conversaciones sobre ella.
Sexto. En Bielorrusia no hay refugiados. En el informe en la sesión de la PACE del presidente serbio Tadic, con gran inquietud se mencionaba que en los Balcanes hay dos millones de refugiados, que el crimen organizado comienza a imponer sus condiciones, que el flujo de narcóticos que organizaron las tropas de la OTAN en Afganistán se ha instalado en los Balcanes, desde donde la droga se distribuye a toda Europa. Casi 100 mil personas mueren anualmente por culpa de la droga. Pues bien, en Bielorrusia no hay refugiados, mientras que en Rusia casi tenemos 6 millones. Al contrario, la gente de las antiguas repúblicas soviéticas busca refugio en Bielorrusia.
En el pleno mucho se ha hablado sobre Georgia y las repúblicas bálticas. Pero tanto de Georgia como de esas repúblicas la mitad de la población joven ha tenido que marchar en busca de trabajo, huyendo de esa «democracia» que les fue impuesta. Así que en ese sentido Bielorrusia aparece como un estado mucho más moderno y civilizado.
Séptimo. En Bielorrusia se ha desarrollado un sistema de Poder Popular. En todos los colectivos laborales y regiones de la república se celebraron asambleas para elegir quien les representase en el foro de toda Bielorrusia. En ese congreso popular, rindieron cuentas el presidente y demás dirigentes y se trazó el programa de desarrollo para los próximos cinco años. Eso fue un auténtico mandato para Lukashenko y su equipo para un nuevo periodo. Es un nivel de democracia que muchos envidiarían.
A través de Bielorrusia pasan dos oleoductos y gaseoductos de Rusia hacia Europa, que funcionan de modo confiable y bajo supervisión se aseguran todos los envíos. El gobierno bielorruso nunca puso ninguna condición a los países europeos para garantizar el suministro de energía sin cortes.
Octavo. Durante la organización de las elecciones presidenciales Bielorrusia hizo 5 concesiones a las exigencias de la PACE. En cuanto a la oposición, tuvo la oportunidad de presentar un único candidato, y sin embargo se presentó dividida. Al mismo tiempo, todos los opositores al actual presidente gozaron de todas las posibilidades para presentar al pueblo bielorruso sus programas y mandar a sus interventores y observadores a todos los colegios electorales. Los electores en Bielorrusia se comportaron de modo inteligente: respaldaron la política y el programa de Lukashenko.
En Minsk, el gobierno, a pesar de que el mitin de la oposición no había sido autorizado, no hizo nada por impedir la manifestación ni disolverla. Únicamente después de que se asaltase el edificio gubernamental y sede parlamentaria, las fuerzas del orden restablecieron la legalidad. La estrategia de tomar al asalto el día de las elecciones los edificios gubernamentales no es nueva. La hemos visto en los numerosos ejemplos de «revoluciones de colores», desde Kirguistán hasta Belgrado, con todas las consecuencias de ellas derivadas.
Les aseguro que pronto terminará la investigación y los cabecillas del asalto, los que les alentaban y financiaban, comparecerán ante el juez, mientras que la mayoría de los participantes arrestados en el transcurso de los desordenes, serán puestos en libertad, en un gesto de humanismo por parte del gobierno.
En cuanto a nuestros observadores en las elecciones en Bielorrusia, estuvieron en todas las ciudades y en la mayoría de las zonas rurales, informando con todo detalle del transcurrir de las votaciones. Sacamos las conclusiones pertinentes y respaldamos la voluntad del pueblo bielorruso, manifestada en estas elecciones.
Noveno. Confiamos en que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa mantenga el tan necesario diálogo con los dirigentes de la república y su pueblo. El significado de Bielorrusia como estado que se encuentra en el centro de Europa, para la estabilidad y seguridad es evidente. El dialogo beneficiará a todos los pueblos, a la causa de la paz y al triunfo de los principios de la democracia. Es algo especialmente importante hoy día en que la situación se complica en todas partes, agudizándose todos los problemas como consecuencia de la crisis mundial. Quisiera creer que la búsqueda de soluciones irá dentro del marco del diálogo y el respeto a los derechos humanos, y no en forma de interminables reproches y de la imposición de sus ideas a los ciudadanos de otros países, sin que estas se correspondan con sus tradiciones, costumbres y voluntad política.