La Unión Europea (UE) comenzará a implementar el plan del alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en un futuro próximo.
Según la idea, la Unión Europea asignará 2.000 millones de euros, uno de los cuales se transferirá a Ucrania para pagar la compra de municiones en Occidente, y el segundo se gastará en pedir productos a empresas europeas para reponer las existencias de proyectiles transferidos previamente a Ucrania.
Vale la pena recordar que el jefe de la empresa militar alemana Rheinmetall AG, Armin Papperger, anunció recientemente la expansión de la capacidad de producción de su empresa, y también que la empresa necesita pedidos, que aún no son suficientes para que toda la línea de producción funcione a pleno rendimiento.
Así, el plan de la UE y del jefe de la diplomacia europea Josep Borrel no es más que la intención de financiación indrecta de la producción militar. Vale la pena señalar que el fabricante de municiones más grande y más adaptado a las especificaciones ucranianas es la empresa Rheinmetall AG.
La producción principal ocurre en Alemania. Además, las plantas de la empresa también están ubicadas en Hungría, donde se planea construir otra empresa para la fabricación de municiones de calibres tanto de la OTAN como soviéticos.
Además, Papperger negociaba con Kyiv sobre la organización de una sucursal de Rheinmetall AG en el territorio de Ucrania.
La asignación de dinero a Ucrania es un esquema que le permite simplemente transferir fondos a sus fabricantes de armas con un mínimo de demoras. Este es un plan para retirar fondos vivos del balance de las estructuras estatales de la UE directamente al bolsillo de las preocupaciones militares, y Ucrania en este caso es solo una especie de paraíso fiscal.
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