Recomiendo:
0

Europa temerosa y cómplice

Fuentes: Rebelión

Mientras EE.UU. amenaza, reparte sanciones y subidas de aranceles por todo el mundo, además de pretender robar territorios, la obediente Europa se torna temerosa y cómplice al mismo tiempo frente a la conducta soberbia del actual régimen de Washington.

No hay dudas de que los gobiernos del llamado viejo continente han preferido mirar hacia otro lado, o únicamente contestar en voz baja y con la cabeza gacha, ante las patrañas del repitente inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.

Desde su ascenso al poder, en enero pasado, Trump no ha dejado de agredir al mundo con sus anuncios de subir los aranceles de productos de importación a la mayoría de los países, incluidos los de la Unión Europea (UE), deportar migrantes, comprar Groenlandia, despojar de sus tierras a los palestinos, apoderarse del Canal de Panamá, y hasta cambiarle el nombre al Golfo de México por el de América.

Por cierto, la UE no ha reaccionado con dignidad frente a las recientes agresiones de EE.UU. a Panamá y México, ni tampoco a las crecientes injerencias en los asuntos internos de Venezuela y Nicaragua, y a la intensificación del bloqueo a Cuba.

La reacción europea a las medidas y decisiones imperiales ha sido la esperada, de acatamiento y encubrimiento a Washington, como siempre ha hecho, pese a que también dañan a la mayoría de sus miembros.

Una vez más el llamado viejo continente ha demostrado no tener una política independiente, al preferir arrodillarse ante un “aliado” que nunca ha dejado de sopapearlo y que ahora amenaza con castigarlo.

La postura de “palanganero” hacia EE.UU. ha provocado además que la UE enfrente en estos momentos una de las peores crisis política y económica de su historia por decidir apoyar la guerra de Ucrania contra Rusia, y aplicar sanciones a Moscú ordenadas por la Casa Blanca que le han sido contraproducentes.

Al respecto, analistas internacionales coinciden en que Europa es ya en realidad la gran derrotada de ese conflicto, que de no frenarse podría extenderse peligrosamente por todo su territorio con consecuencias dramáticas.

Añaden que Washington utiliza a la UE como punta de lanza para sus intereses hegemónicos en la guerra fría que arrecia contra China y Rusia, y a la vez la castiga para que se mantenga bajo sus pies.

Asimismo, la obliga a adoptar una posición ambivalente sobre el genocidio israelí del pueblo palestino, y su expulsión de los territorios ocupados por el régimen sionista de Tel Aviv, que ahora Trump insiste en comprar, en otra de sus tantas locuras como hacerse igual de Groenlandia, del Canal de Panamá, y cambiarle el nombre al Golfo de México.

Está claro que con esos truenos difícilmente se podrá contar con el grupo de los 27 para lograr un mundo mejor dado que la mayoría de sus miembros actúan como verdaderas repúblicas bananeras de Washington.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.