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Evo en la nueva geopolitica

Fuentes: Rebelión

En semanas previas a la nacionalización del gas y del petróleo, dictada el 01-05-06, Hugo Chávez, en reunión en Caracas, ofreció al ex ministro que suscribe esta nota barcos petroleros para abastecer al país de combustibles si acaso las transnacionales saboteaban la producción, a fin de provocar la caída de Evo Morales. A pocos días […]

En semanas previas a la nacionalización del gas y del petróleo, dictada el 01-05-06, Hugo Chávez, en reunión en Caracas, ofreció al ex ministro que suscribe esta nota barcos petroleros para abastecer al país de combustibles si acaso las transnacionales saboteaban la producción, a fin de provocar la caída de Evo Morales.

A pocos días de la medida, Néstor Kirchner prometió, en discurso público, un préstamo de mil millones de dólares a YPFB para fortalecer la nacionalización. A fines de 2008, Ignacio Lula encabezó una reunión de UNASUR que coadyuvó a derrotar el golpe cívico prefectural que buscaba la escisión de Bolivia.

La situación en los países de Hugo, Néstor y Lula ha cambiado dramáticamente. El erróneo manejo macro económico en Venezuela y los implacables ataques de las transnacionales y de la oposición interna han colocado a Nicolás Maduro en riesgo de ser destituido.

En Argentina, Mauricio Macri, que administró la Fleg Trading, de Bahamas, es el nuevo presidente. Su ministro de Economía, Alfonso Prat Garay, pertenece al J.P. Morgan. El último representante del Deutsche Bank en Buenos Aires, Luís Caputo, es ahora Secretario de Finanzas.

Prat Garay y Caputo han encomendado al JP Morgan, Deutsch Bank y otros grandes Bancos la emisión de bonos para pagar a los fondos buitre deudas vergonzosas repudiadas por 136 países en la Asamblea General de la ONU. Paul Singer, titular del fondo buitre NML Capital, que prestó a la Argentina 4.600 millones de dólares y que ahora cobrará 20.000 millones, alaba a Macri en la revista «Time» por reintegrar a la Argentina a la economía global, remover los controles de cambio y promover la mayor libertad de comercio.

El premio nobel de economía, Joseph Stiglitz, dice que el acuerdo de Macri con los fondos buitre «es una noticia terrible para el mundo». Juan José Aranguren, Ministro de Minería e Hidrocarburos, negocia las nuevas compras de gas de Bolivia y gestiona, al mismo tiempo, las importaciones de LNG a su país, promovidas por la petrolera Shell, de la que es importante accionista.

Con la inminente destitución de Dilma Rouseff, EEUU neutralizará la presencia brasileña en el bloque de potencias emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica -BRICS– y controlará las cuantiosas reservas de gas existentes del Pre Sal, zona de la plataforma continental del gigante sudamericano. Similar propósito busca en Venezuela, país que tiene la reserva petrolera más grande del planeta.

En marzo, Obama obtuvo notables triunfos en su visita a Cuba y Argentina. Al consolidar las relaciones La Habana – Washington liquidó el ALBA, entidad que aglutinaba a los países antiimperialistas de la región. En Argentina, debilitó los acuerdos de Crtistina Kirchner con empresas chinas. La visita, además, potenció a la Alianza para el Pacífico (fundada por Chile, Perú, Colombia y México) y a la OEA y debilitó al Mercosur y la CELAC.

En este contexto, el número 35 de la revista Petropress (CEDIB-Cochabamba, noviembre de 2015, considera que el capital extranjero tiene ahora presencia hegemónica en Bolivia, en medio de flexibilización ambiental y social y en detrimento de los pueblos indígenas. Advierte que, de acuerdo a la nueva ley minera, las transnacionales y las cooperativas tienen derechos preferenciales sobre bosques, ríos y áreas protegidas, que no condice con los discursos ambientalistas y ecologistas del gobierno.

Sostiene que las compañías mineras tributan hoy menos de lo que pagaban los barones del estaño y que otro tanto ocurre con las petroleras cuyos impuestos estarían por debajo de lo que aportaban antes de la nacionalización.

Petropress incurre en dos omisiones: No hace referencia al nuevo contexto geopolítico de la región. En segundo lugar, silencia logros del régimen actual, entre los que puede mencionarse la incorporación indo mestiza a la actividad política y la unidad nacional, conseguida a partir de la demanda internacional por la reivindicación marítima.

Tampoco se refiere a logros de relevancia, como el incremento de conexiones de gas domiciliaron de 29.000, en el 2005, a casi 600.000 en los inicios del 2016. Infelizmente, sin licitación y por invitación directa, preferentemente, se ha avanzado en la instalación de una planta de amoniaco y urea en el Chapare, de plantas separadoras de líquidos en Tarija y Santa Cruz, de petroquímica en Villamontes y en la exportación de GLP a países vecinos. Lo anterior sumado a la obsesión por nuevas escuelas y por vertebrar al país con carreteras, aeropuertos y conexiones fluviales.

Lo anterior pudo haberse hecho de manera más eficiente y transparente, con una mejor administración de justicia y menos corrupción, lo que merece ser criticado, pero no ignorado, si se quiere realizar un análisis equilibrado de la situación del país en momentos de retroceso del proyecto bolivariano en la región.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.