La reciente acusación al FMLN de haber brindado ayuda al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, durante el último periplo por Centroamérica que lo condujo a ingresar subrepticiamente a su país hace pocos días, constituye una nueva dirección de la lucha de la ultraderecha norteamericana por mantener su hegemonía en la región. Sabido es […]
La reciente acusación al FMLN de haber brindado ayuda al presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, durante el último periplo por Centroamérica que lo condujo a ingresar subrepticiamente a su país hace pocos días, constituye una nueva dirección de la lucha de la ultraderecha norteamericana por mantener su hegemonía en la región.
Sabido es que el remanente derechista de la época de Bush se mantiene posicionado dentro de las filas republicanas en el Congreso de los Estados Unidos y su estrategia está encaminada, a grandes rasgos, en el permanente ataque a las naciones progresistas del hemisferio como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, así como al esfuerzo integracionista del ALBA. Dentro de esta dirección, la ultraderecha estadounidense no ha escatimado esfuerzos por mantener el régimen de facto en Honduras, aherrojar y sabotear los intentos nacionalistas y progresistas de naciones como Brasil, Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, así como fomentar la desunión de las naciones latinoamericanas con respecto a los acuciantes problemas que las afectan, llegando incluso a exacerbar conflictos artificiales entre éstas, tal como ocurre en el diferendo entre Venezuela y Colombia.
Empleando la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en el continente, los Estados Unidos intentan fortalecer su presencia militar en la región, en la medida que brindan su apoyo a algunos gobiernos a los que utilizan para minar los esfuerzos integracionistas y la estrategia soberana del bloque del ALBA.
Para cumplir sus fines estratégicos, la ultraderecha estadounidense se ha apoyado en las propias contradicciones y debilidades de la administración demócrata de Obama, en los sectores conservadores y reaccionarios de las burguesías latinoamericanas, así como en las posiciones neofascistas que aún perduran en algunos ejércitos de la región, tal como se acabó de evidenciar en Honduras. De tal forma, los intentos de Estados Unidos por frenar el auge emancipador experimentado por América Latina en la última década, encaminados también a reverdecer la época de las dictaduras militares y la represión, el predominio de la derecha en su traspatio histórico, constituyen un serio peligro para el continente.
El Salvador no es un caso aislado, pero sí el más actual.
La acusación contra el actual gobierno salvadoreño y, particularmente, contra el FMLN, sacan a la luz que los Estados Unidos todavía mantienen un sórdido maridaje con ARENA y con la reaccionaria burguesía salvadoreña. Ésta imputación tiene su origen en el encuentro sostenido con Zelaya, el pasado 20 de septiembre, por parte de dos diputados de la bancada farabundista, Medardo González y Sigfrido Reyes, en el Aeropuerto Internacional de Comalapa, en El Salvador, en unión de la diputada del PARLACEN, Nidia Díaz, y el dirigente del FMLN, José Luis Merino.
Ni lerda ni perezosa, ARENA solicitó en el congreso salvadoreño la creación de una comisión para investigar el supuesto apoyo del FMLN al ingreso de Zelaya a su país, a quienes acusan de haber desviado recursos y otros medios estatales para propiciar el reingreso del presidente hondureño a su país.
El propio presidente salvadoreño, Mauricio Funes, refutó las acusaciones de ARENA, cuando expresó en una entrevista al salvadoreño Canal 33 el pasado día 3 de octubre: «Lo único que utilizó el presidente Zelaya por autorización mía son las instalaciones del salón VIP del aeropuerto, y eso lo autorice yo no lo autorizo el FMLN porque eso esta bajo la potestad de este Gobierno, y por lo tanto esta bajo mi responsabilidad».
Las maniobras de ARENA, en alianza con los partidos Partido Conciliación Nacional y Partido Demócrata Cristiano, bendecidas por la ultraderecha, tienen como objetivo sabotear las legítimas posiciones del gobierno de El Salvador de rechazar el golpe de estado de Micheletti en Honduras. Al respecto, declaró Funes: «Para mí ese es un golpe de Estado que no podemos permitir que se pueda legitimar porque sienta un precedente de una historia que corresponde al pasado».
A solicitud de la derecha salvadoreña y con 46 votos a favor de la moción presentada, los partidos de oposición vieron coronada con éxito su intención de formar una comisión especial para indagar sobre un supuesto apoyo del FMLN al ingreso ulterior de Zelaya a Honduras.
La maniobra derechista se había iniciada unos días antes cuando miembros de ARENA habían acusado al FMLN de un supuesto apoyo armado a la oposición hondureña. Refutando esta acusación, el diputado del FMLN, Sigfrido Reyes, declaró: «En Honduras hay suficientes armas, no necesitan importar armas ni nosotros tenemos porqué patrocinar algún tipo de acción de esa naturaleza (…) Honduras es una sociedad altamente armada. Si hay un lugar donde hay armas es en Honduras, herencia precisamente de intervenciones militares del pasado, de la contra nicaragüense, de bases militares que se establecieron ahí».
La respuesta del FMLN y de las masas solidarias de El Salvador se puso de manifiesto en una enorme concentración popular realizada en San Salvador, el pasado 27 de septiembre, que fue convocada por los farabundistas bajo el lema «De la mano con Honduras». En esta multitudinaria concentración popular se pusieron de manifiesto la oposición de los salvadoreños al golpe militar en Honduras y su permanente solidaridad con el pueblo de ese país.
Mauricio Funes, presidente de la República, arremetió el fin de semana contra la oposición política del país y reiteró que el anteproyecto del Presupuesto Nacional 2010 es «coherente con la crisis económica». «Es que el único que no tiene rumbo es la oposición. No tienen un rumbo claro porque perdieron el ejercicio del poder que por 20 años les dio privilegio», señaló el mandatario durante la inauguración de la entrevista televisiva «Impacto Semanal», transmitida por canal 33. Funes justificó los componentes del anteproyecto y la urgencia de la aprobación de los préstamos internacionales incluidos en el Presupuesto Especial de Inversión Social (PEIS) que aún no ha sido presentada.
No cabe la menor duda de que derecha salvadoreña intenta torpedear el desempeño del gobierno de Mauricio Funes con esta despreciable acusación, así como con las zancadillas puestas por ARENA y los otros partidos de derecha a la aprobación de un nuevo fiscal general y del Anteproyecto de Presupuesto para el año 2010.
Si existiera un claro compromiso de ARENA, el PCN y el PDC con el desempeño de la justicia y con el principio internacional de la No intervención en los Asuntos Internos de otros Estados, deberían crear una Comisión parlamentaria para juzgar los execrables vínculos de los gobiernos anteriores con la mafia terrorista de Miami y, particularmente con el criminal internacional Luis Posada Carriles.
El partido ARENA, implicado hasta los tuétanos con la actividad terrorista de Posada Carriles y de sus células en Centroamérica y, particularmente en El Salvador, nunca estaría interesado realmente en desentrañar sus oscuros vínculos con este extremista. Desde que arribó a este país en 1985 para participar en las actividades de la CIA en la base de Ilopango, hasta su ingreso ilegal en Estados Unidos en el 2005, Luis Posada Carriles recibió el apoyo permanente de ARENA y los gobernantes salvadoreños, a los que sirvió en múltiples ocasiones, incluso como asesor del expresidente de José Napoleón Duarte.
¿Por qué, me pregunto, ARENA no investiga la presencia de Posada Carriles en múltiples ocasiones en territorio salvadoreño, usando decenas de identidades falsas y apócrifas para efectuar sus crímenes? Varios hechos atestiguan esta confabulación entre Posada y ARENA, tal como lo describo en mi libro «Un hijo incondicional de la CIA», de próxima publicación y algunos de cuyos fragmentos detallo a continuación:
● Participación dentro de El Salvador en actividades ilegales de la CIA: «Su arribo a El Salvador ocurrió unos días después luego de haber entrado en contacto con la CIA, la que le facilita una avioneta bimotor del tipo Cessna 310, con la que realizó breves escalas en Panamá y Costa Rica. La aeronave era tripulada por el capitán Roberto Leyva, subordinado a Félix Rodríguez Mendigutía, antiguo socio de correrías en Fort Benning y en las actividades de la CIA. En el Cessna recibió del piloto las identificaciones necesarias para penetrar a territorio salvadoreño con la identidad de Ramón Medina Rodríguez, la que también usaría posteriormente en varias ocasiones para ejecutar sus fechorías. La CIA le facilitó este documento a nombre de Ramón Medina Rodríguez, suplantando fraudulentamente el número de identidad de una salvadoreña nombrada Mercedes Flores Funes. Con una nueva identidad y protegido por la Agencia, su eterna hada madrina en las horas buenas y malas, Posada Carriles se sentía renacido, eufórico y, sobre todo, intocable. Su destino, estaba seguro, sería un largo camino de méritos y bonanzas, de éxitos y reconocimientos. Él había nacido para triunfar, pensó, mientras observaba los verdes campos salvadoreños desde el cielo azulado, un poco antes de descender.»
«Posada Carriles permaneció en la base de Ilopango hasta fines de octubre de 1986, fecha en la que inició un proceso de continuos viajes en la sombra en espera de las consecuencias del escándalo Irán-Contras. Otra vez le tocaba permanecer en calma mientras sus fechorías trataban de ser cubiertas por la CIA. Para ello, se escondió en Xanadú, un lugar turístico de El Salvador, cercano a El Zunzal».
● Empleo del territorio salvadoreño para preparar atentados contra el presidente de otra nación: «Posada Carriles participó desde El Salvador en la organización de un plan de atentado contra Fidel Castro en noviembre de 1988, elaborado por éste en complicidad con Gaspar Jiménez Escobedo y el contrarrevolucionario Orlando Mendoza. El plan contemplaba asesinar al mandatario cuando éste realizara una visita a Brasil.»
«Varios días después se vio envuelto junto a Orlando Bosch, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Corzo Eves y otros individuos, en otro plan de atentado contra Fidel a realizarse en diciembre de 1988, cuando éste asistiera a la toma de Posesión de Carlos Andrés Pérez, en Caracas, Venezuela.»
● Empleo de falsas identidades en franca violación de leyes salvadoreñas: «Ya por esa época acababa de adquirir fraudulentamente el pasaporte a nombre de Franco Rodríguez Mena, en Tecapán, Usulután, haciendo uso de una fe de bautismo de otra persona ya fallecida. Esa nueva identidad le permitirá desplazarse por diversos países de la región, incluyendo los Estados Unidos, con total impunidad. La dirección de residencia de Mena Franco, que consta en este nuevo pasaporte salvadoreño, es Calle San Salvador Nro. 219, Colonia Centro América, San Salvador, detectándose posteriormente que la misma es inexistente.»
«Alrededor de esos días, Posada Carriles viajó a Estados Unidos, específicamente el 26 de agosto de 1997, rumbo a Nueva York en el vuelo 730 de la aerolíneas centroamericana Taca Internacional, empleando el pasaporte a nombre de Franco Rodríguez Mena. La desesperación provocada por la neutralización de la oleada terrorista proveniente de Centroamérica y el interés por destruir a la Revolución, hacen que los mafiosos de Miami prosigan con sus planes.»
«Posada Carriles entró ilegalmente a los Estados Unidos el 26 de abril del 2000, procedente de Centroamérica, haciendo uso de un pasaporte falso salvadoreño a nombre de Franco Rodríguez Mena.» Este mismo documento lo usaría para entrar en Panamá en el año 2000 para ejecutar un atentado contra Fidel.
● Empleo de territorio salvadoreño para fines de terrorismo internacional: «Organizador tenaz y viajero frecuente, ha desandado toda Centroamérica para cumplir este propósito. Ha creado, sin mucho esfuerzo, una numerosa red de colaboradores en Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Honduras, Venezuela, República Dominicana, El Salvador y otras naciones de la región, para obtener financiamiento, apoyo logístico y armas. Sabe que también dispone de un potencial grupo de mercenarios centroamericanos, identificados por sus cómplices en esos países, debidamente desinformados sobre la realidad cubana y con disposición de arriesgarse por irrisorias sumas de dinero que constituyen una fortuna en sus empobrecidos países.»
● Vinculación de los gobiernos de ARENA con terroristas nacionales: «Francisco Chavez Abarca, conocido como el «Gordito» o el «Panzón, nació el 10 de septiembre de 1972, en El Salvador. Sin penas ni glorias, deambuló toda su vida entre la marginación y el delito, convirtiéndose en un vividor amante del dinero fácil. Sus oscuras actividades delictivas como traficante de autos robados le han hecho usar en reiteradas identidades, tales como William González, Manuel González y Pedro Humas, tal como lo ha hecho con frecuentemente su jefe Luis Posada Carriles. «
«Su historia criminal no se limitó solo a su participación como ejecutor directo y reclutador de mercenarios en la oleada terrorista de 1997, como veremos más adelante. El primero de octubre del 2005, la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador capturó a Francisco Antonio Chávez Abarca en compañía de otros 21 miembros de su banda de ladrones de autos. Chávez Abarca, fue dejado en libertad el 2 de octubre de 2007, cumpliendo apenas dos años de prisión preventiva por ser el jefe, luego de evitar un juicio mediante procedimientos dilatorios, sucias componendas y agradecidos favores a personajes influyentes del gobierno. De inmediato, al conocerse la liberación del Panzón, el FMLN solicitó una explicación al respecto por parte del Ministro René Figueroa y de Félix Safié, el entonces Fiscal General. El partido ARENA logró bloquear esta indagatoria.»
● Empleo de Luis Posada Carriles en actividades ilícitas de tráfico de armas: «Por esos días de agosto de 1997, Luis Posada Carriles realizó un viaje en el que recorrió a varios países de Europa y África, empleando el pasaporte falso a nombre de Franco Rodríguez Mena, enviado por algunos de sus protectores dentro del gobierno salvadoreño y con la finalidad de adquirir cuantiosas cantidades de armas de manera ilegal. Un hecho curioso tuvo lugar por esa fecha: el 25 de mayo de 1997 cuando ocurrió un golpe de estado en Sierra Leona que derrocó al gobierno civil del Presidente Ahmad Tejan Kabbah, país en el que se encontraba en esos momentos Posada Carriles. Ante los confusos acontecimientos corrió a refugiarse a la embajada de Estados Unidos, donde recibió cobija y refugio seguro, cuando portaba una identidad falsa y tenía sucios antecedentes relacionados con su fuga de una prisión en Venezuela y con el escándalo Irán-Contras. Sus amos del Norte le tendieron la mano otra vez de forma solapada y este hecho trató de ocultarse a la opinión pública. Los eternos compromisos de la CIA con el criminal volvieron a valerle de algo.
● Alianza de Posada Carriles con personeros gubernamentales de ARENA:»La verdad es que en esa etapa, Posada Carriles gozaba del apoyo total del gobierno norteamericano y su par salvadoreño. Prueba de ello lo es su dudosa relación con el viceministro de Seguridad en ese entonces, Hugo Barrera, quien ha sido líder de ARENA, el principal partido de la burguesía salvadoreña. Éste lo protegió en reiteradas ocasiones, al igual que Mario Acosta, también Ministro del Interior por aquellos tiempos. Otros de sus cómplices en El Salvador fueron Rodrigo Ávila, director de la Policía Nacional Civil y Mauricio Eduardo Sandoval Avilés, Director del Organismo de Inteligencia del Estado en esa etapa. La lista se incrementó con la persona de Julio Eduardo Villatoro Monteagudo, un abogado que enfrentó a partir del 2008 un proceso de deportación en Estados Unidos, luego de su captura, y quien le apoyó con dinero y recursos para sus actividades terroristas en la década de los noventa.»
«Comisor de los delitos de fraude, lavado de dinero y estafa en el 2004, Villatoro escapó a los EE UU huyendo de la justicia salvadoreña, luego de que estafara a centenares de personas mediante operaciones fraudulentas cometidas por su Casa de Corredores de Bolsa Operaciones Bursátiles de Centroamérica, S.A. de C.V.»
● Protección al terrorismo: «Otro hecho que pone a prueba los vínculos de Posada Carriles y su célula terrorista centroamericana con la extrema derecha salvadoreña, lo han sido las reiteradas negativas del pasado Ministro de Seguridad Pública de El Salvador y vicepresidente de ARENA, René Figueroa, a enjuiciar a Francisco Chávez Abarca por los actos de terrorismo cometidos por éste. Encargado de la seguridad de la recientemente celebrada XVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estados en El Salvador, se lavó las manos ante las denuncias del presidente venezolano Hugo Chávez sobre un plan de atentado contra su persona cuando asistiera a la misma.»
«Se conoce hoy que, ante la impunidad de la que gozaba Posada Carriles en El Salvador, el 5 de octubre de 1999 se entregó al gobierno de Francisco Flores un amplio informe del Gobierno de la República de Cuba en relación con las actividades terroristas de éste, a sabiendas de que el mismo radicaba en ese país y utilizaba su territorio para tales fines. Lamentablemente, los niveles de complicidad del gobierno de ARENA impidieron que se realizara una exhaustiva investigación al respecto.»
«Ni los reclamos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ni la denuncia internacional, ni la búsqueda de explicaciones por parte de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso Salvadoreño, permitieron desentrañar las actividades de Posada Carriles en El Salvador. Siempre se encontraron con la negativa del gobierno y del entonces Ministro de Seguridad salvadoreño, Francisco Bertrand Galindo».
«Durante la etapa de los 90, Luis Posada Carriles fue visto en los Talleres Automotrices Moldtrok, una empresa fundada en 1961 y sita en 25 Avenida Sur Nº 416, San Salvador, propiedad de Ramón Sanfeliú, un salvadoreño de ultraderecha relacionado con los grupos más radicales de ARENA y quien le brindó protección en múltiples ocasiones En un artículo del periódico salvadoreño La Prensa Gráfica, aparecido el viernes 9 de marzo 2001, se anunció que l a Policía Nacional Civil investigaba al referido taller automotriz, por dedicarse de forma no autorizada a la importación de armas de guerra, luego de ganar una licitación para proveer de municiones a la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP). Las autoridades salvadoreñas habían decomisado días antes un gran cargamento de municiones para escopetas calibre 12, procedente de Bilbao, España, destinados, entre otros, a los talleres Moldtrok. Las actividades ilícitas de Sanfeliú, relacionadas con trasiego de armas y municiones, lo ponen en evidencia en cuanto a su participación en los atentados terroristas perpetrados por Posada Carriles en Cuba durante 1997.»
● Posada Carriles y el contubernio de ARENA con la mafia de Miami: «La complicidad de Posada Carriles con las élites del poder en El Salvador, se puso de manifiesto hace poco cuando fue recomendado por Lincoln Díaz Balart para que participara desde Miami en las componendas para impedir la ascensión del FMLN si éste ganaba las elecciones o, de los contrario, realizar maniobras para impedir el triunfo de esta organización en las urnas. La inusual recomendación hecha por el representante de la ultraderecha miamense tuvo lugar en un encuentro secreto en los Ángeles con el entonces presidente Antonio Saca, celebrado en abril del 2008. Como premio a su «ayuda», Lincoln Díaz Balart recibió la Orden Nacional José Matías Delgado apenas un mes después. El 3 de mayo de 2008, en Miami, se consumaba la estrecha relación entre estos representantes de mafia cubanoamericana de la Florida y la ultraderecha salvadoreña.»
Como hemos detallado, la Comisión congresional de ARENA tiene mucho de qué ocuparse si realmente pretende salvaguardar su supuesto apego al principio internacional de la No Intervención. No hacerlo, sería ocultar una página oscura de la historia salvadoreña.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.