En Reino Unido, una alianza de celebridades y ambientalistas se ha conformado para luchar en contra de la ampliación de Heathrow, uno de los aeropuertos más grandes del mundo, ubicado en las afueras de Londres.
La ganadora del Oscar Emma Thompson y el comediante Alistair McGowan aseguran haber comprado, junto con otras personas, parcelas de tierra previstas para la creación una tercera pista en Heathrow.
Según afirmaron los compradores, esto podría atrasar los planes del proyecto de ampliación del aeropuerto londinense.
El director de Greenpeace, John Sauven, quien forma parte del grupo de nuevos terratenientes, dijo que luchará contra cualquier intento del gobierno por hacerles vender sus propiedades.
«Como los nuevos dueños del territorio donde el gobierno pretende construir la nueva pista, nos opondremos a cualquier intento de compra obligada».
Entre los activistas contra la tercera pista se encuentran científicos, grupos ambientalistas, residentes y partidos locales que se manifestaron el pasado lunes en el aeropuerto y sus alrededores.
Los objetivos
Según afirmaron los activistas, con la ampliación de Heathrow el número de vuelos aumentaría de 480.000 a 720.000, lo que llevaría la contaminación por ruido y daños al medio ambiente a niveles inaceptables.
«Nuestro objetivo es que el gobierno detenga sus planes de expansión», le dijo McGowan a la BBC, quien además destacó que continuará con su batalla hasta donde sea necesario.
Por su parte, la actriz Emma Thompson afirmó que logrará su objetivo de lucha contra la expansión «aunque tenga que mudarse a su nueva propiedad y sembrar vegetales».
«No entiendo como cualquier gobierno vagamente comprometido con la lucha contra el cambio climático puede siquiera considerar estos ridículos planes», agregó Thompson.
«Sería útil»
Sin embargo, el gobierno británico afirma que la ampliación de aeropuerto serviría para crear puestos de trabajo y ayudará a regular el intenso tráfico aéreo.
Además, según plantea la Confederación de la Industria Británica, una tercera pista es vital para proteger el estatus económico del Reino Unido, así como para crear rutas directas a países como India y China.
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha sido acusado por algunos manifestantes de tener una actitud «vacilante» al respecto.
«Gordon Brown habla del cambio climático y del impacto en los países en desarrollo, pero tiene que recordar que si los planes de ampliación se llevan a cabo, el aeropuerto de Heathrow se convertiría en el mayor emisor de dióxido de carbono (C02) en todo el país y el gobierno no podría alcanzar sus objetivos de lucha contra el calentamiento global», expresó un activista de Greenpeace.
Según el corresponsal de la BBC Tom Symonds, la decisión final sobre el proyecto se espera para esta semana, pero podría aplazarse.