Mayotte, una de las cuatro islas del archipiélago de las Comores, situado cerca de Madagascar, se convertirá en 2011 en el quinto Departamento de Ultramar de Francia, después de que, en un referéndum organizado por la metrópolis el 29 de marzo y en el que participó el 61% de los inscritos, ganara el ‘sí’ con […]
Mayotte, una de las cuatro islas del archipiélago de las Comores, situado cerca de Madagascar, se convertirá en 2011 en el quinto Departamento de Ultramar de Francia, después de que, en un referéndum organizado por la metrópolis el 29 de marzo y en el que participó el 61% de los inscritos, ganara el ‘sí’ con un 95,2% de los votos. Culmina así un proceso iniciado en enero de 1975, cuando, un mes después del referéndum en el que el 94% de la población de Comores votó ‘sí’ a la independencia, Francia decidió no descolonizar la isla de Mayotte (la única en la que ganó el ‘no’), y esto mediante la modificación de la ley electoral e ignorando el acuerdo firmado en 1973 con el Gobierno de autonomía interna de Comores, un acuerdo que estipulaba que el resultado del referéndum se tendría en cuenta globalmente y no isla por isla.
A pesar de que el archipiélago formado por las cuatro islas de Comores fue admitido por la ONU como país miembro en 1975, Francia ha permanecido en Mayotte y ha ignorado las 20 resoluciones de Naciones Unidas que le exigen la descolonización de la isla y su devolución a Comores. Según denuncia la asociación francesa Survie, para apropiarse de Mayotte los franceses han seguido dos estrategias: primero, mantener allí un nivel de vida superior al de las otras tres islas para que sus habitantes, de los cuales sólo un tercio habla francés, prefieran la administración francesa de la isla a la independencia. De hecho, Mayotte tiene un PIB que, aunque bajo, es nueve veces superior al de sus vecinos comorenses, y Francia les ha prometido un progresivo aumento de las ayudas sociales. Segundo, denuncia Survie, Francia ha debilitado políticamente a las tres islas independientes de Comores apoyando numerosos golpes de Estado (ha habido 20 en tres décadas) llevados a cabo por mercenarios franceses y organizados a menudo desde Mayotte.
Visado Balladur-Pasqua
Además, en 1995 Francia dio un paso más con la instauración del visado Balladur-Pasqua, tan difícil de obtener que (en contra de la ley internacional) impide la entrada de los demás comorenses en Mayotte y los convierte en ‘ilegales’, lo que ha llevado a la separación de familias y a la muerte de más de 7.000 comorenses cuando intentaban llegar en pateras. Además, sólo en 2008, las autoridades francesas de Mayotte han expulsado a 13.000 comorenses, y miles de ellos esperan su expulsión en centros de detención con condiciones inhumanas. Asimismo, según denuncia el Colectivo de Asociaciones y Amigos de Comores, «se ha instaurado un clima de odio y xenofobia alimentado por oficiales franceses, funcionarios de la República y sus acólitos locales, lo que favorece actos de violencia gratuita contra los ‘otros’ comorenses, como el incendio de sus viviendas».
El referéndum del 29 de marzo ha levantado las protestas del Gobierno de Comores, que, apoyado por la Unión Africana y por la Liga Árabe, considera esta consulta nula por haberse realizado en un «territorio ocupado» por Francia, y exige un diálogo que culmine con la devolución de la isla a las Comores.
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