Haidi, ¿cómo está en Génova? Es una situación difícil, sabes, aunque el Ayuntamiento haya dado toda su disponibilidad, ha cedido espacios…El clima, sin embargo, es como el de diez años atrás, por diversos aspectos. Ha sido magnificada la presencia, la llegada de los noglobal, la policía ha ocupado la ciudad, así como el palacio de […]
Haidi, ¿cómo está en Génova?
Es una situación difícil, sabes, aunque el Ayuntamiento haya dado toda su disponibilidad, ha cedido espacios…El clima, sin embargo, es como el de diez años atrás, por diversos aspectos. Ha sido magnificada la presencia, la llegada de los noglobal, la policía ha ocupado la ciudad, así como el palacio de deportes que debía, por contra, hospedar a los muchachos y muchachas que vendrán.
Diez años. Pero, difícil vivir Génova 2001 como un aniversario….
Por favor! no queríamos un aniversario, ni hacer ni homenajes. La memoria tiene que ser denuncia
…. pero, como si el luto por aquellos días terribles, por la muerte de Carlo, no hubiese sido todavía digerido, si pudiera decirse así.
En Génova, creo yo, no, no se ha realizado, la ciudad parece que esté todavía detrás de las ventanas. Esto, gracias también a la información tergiversada. Me han entrevistado varias veces en estos días, como puedes imaginar, pero siempre buscando a la pobre madre y el recuerdo… Y si intento alejarme del discurso de la triste memoria, si intento llegar a los contenidos, entonces se escapan. No interesan. La desinformación ha jugado un rol muy importante en toda la historia del G8. Si no hubiese sido por la sentencia de Díaz y Bolzaneto, que restablecieron un poco la verdad…
Queda la amargura por el archivo de la muerte de Carlo y la certeza de que un proceso habría sido obligatorio y justo para mostrar qué fue lo que realmente sucedió en la plaza Alimonda, a las 17.27 horas del 20 de julio de 2001. Hablemos de los contenidos. Me parece que los temas que centraron las jornadas del G8 estaban decididamente en sintonía con los tiempo, o que incluso se anticipaban a los tiempos
Exacto! Nosotros, como Foro Cultura habíamos organizado una muestra, ya en junio, con el título Cassandra en la cual examinábamos todos los tema del Foro Social de aquel momento, desde la pobreza del mundo, a la gestión de los recursos naturales, de la guerra al cambio climático, y la sostenibilidad, el agua. Quienes vinieron a verla quedaron impresionados. Eso es la cultura, en mi opinión, en la opinión de nosotros (he tenido espléndidas compañeras de trabajo en este Foro: una maestra como yo, una actriz y una enfermera): un bien que hay que protegerlo, como el agua, la educación, la salud. Un bien común, exactamente.
En este último mes los periódicos y las páginas web se han llenado de cartas, testimonios, recuerdos, flashes, de quienes estuvieron en Génova e, incluso, de quien no estuvo. Muchos muchachos que en aquel momento tenían más o menos 10 años hoy quieren saber…
Son muchos chavales de instituto que piden saber sobre aquellos días. Es siempre la historia de Carlo la que abre la puerta, quieren saber qué sucedió. Son una gran esperanza y nos llena de gran confianza. Han salido dos libros, que hemos presentado en estos días y que son muy buenos para explicar. Uno, editado por Beccogiallo, una graphic novel (historia de comic) de Francesco Barilli y Manuel de Carli, escenificador y dibujante, «Carlo Giuliani il ribelle», el otro es una coletánea de cuentos y poesías a cargo de Paola Staccioli, «Per sempre ragazzo» (Marco Tropea editore). Dos libros que se completan recíprocamente.
Cuando nos encontramos por primera vez me explicaste que hasta el día de la muerte de Carlo, después de años de militancia política, habías dejado la política activa, te habías quedado «en la ventana»
Sí, pero también he dicho que me había equivocado. Carlo me ha obligado a volver a ocuparme de la política, pero hoy estoy convencida de que es justo hacerlo. La política está en todos los gestos cotidianos, empieza con la compra, por la mañana. Y después, dura todo el día.
Después de años has vuelto a afiliarte a un partido, a Refundación Comunista
Sí, he visto que, al final, en el movimiento hay los mismos «defectos» que en un partido, pero en éste al menos hay más organización.
Un defecto?
El liderismo, pero por suerte en Refundación no es necesario. Creo que mientras tengamos necesidad de un padre, de un encantador de masas, no seremos maduros. Mientras, he visto grandes personas en la base, hacer gran trabajo «invisible» en los órganos de información.
Como sucedió en algunas campañas del movimiento…
Sí, la del agua. En este caso se dejaron de lado todas las militancias de origen, se consiguió una unidad extraordinaria. O como en el Valle de Susa.
Traducción del italiano: Pep Valenzuela