Atenas aceptó la imposición del FMI y la UE de tener un plan de privatización listo a fines de año, a cambio de un paquete de ayuda por 110 mil millones de euros.
El plan fue anunciado este miércoles en conferencia de prensa por el ministro griego de Finanzas, George Papaconstantinou, quien explicó que la privatización forma parte de las medidas de austeridad diseñadas para reducir los gastos y el déficit.
Papaconstantinou refirió que mientras la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tienen una proyección de ingresos para Grecia de mil 200 millones de dólares al año desde 2011 hasta 2013, «nuestras estimaciones son definitivamente más altas que esto», aseguró.
A cambio del paquete de ayuda por 110 mil millones de euros (134 mil millones de dólares) de la UE y el FMI, Grecia aceptó tener un plan de privatización listo a fines de año.
Atenas está luchando para reducir su déficit presupuestario desde un récord de 13.6 por ciento del Producto Interno Bruto en 2009 a 8.1 por ciento en 2010.
Papaconstantinou precisó que el plan contempla la privatización parcial de la ferroviaria gubernamental OSE, la oficina de correos, las participaciones estatales en una variedad de casinos y las que tiene en empresas de abastecimiento de agua.
Asimismo, prevé una prórroga de la concesión del aeropuerto internacional «Eleftherios Venizelos» y la reestructuración de su monopolio de gas natural, según reportes del diario griego Eleftherotypia.
Entre las condiciones impuestas por el FMI y la UE se encuentran medidas de fuerte impacto social, como el recorte en los salarios en 30 por ciento para los empleados de la administración pública, el recorte de las pensiones, el aumento de la edad para la jubilación (de 60 a 65 años), el alza en los precios y los impuestos.
En respuesta sindicatos, movimientos sociales y diversos sectores de sociedad griega han realizado ya cinco huelgas generales y otras masivas protestas, en rechazo al paquete fiscal impuesto desde el exterior.