Urge reglamentar la expansión de plantaciones cerca de poblados
La semana pasada, maestros y alumnos de la escuelita La Ceiba, en Platanar, distrito de Florencia, sufrieron envenenamiento por agrotóxicos y fueron trasladados al hospital de San Carlos.
Según una primera reconstrucción de los hechos, las fumigaciones en la piñera Bella Vista, cuyas plantaciones han invadido los alrededores de la escuela, serían las responsables de la intoxicación. De las 22 personas afectadas, 16 son niños que presentaron diferentes síntomas como dolor de cabeza, mareos y náusea.
La Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (Fecon) alertó a través de un comunicado que Costa Rica no cuenta con reglamentaciones sobre las fumigaciones sobre poblados y centros educativos.
Tampoco el manual de buenas prácticas agrícolas de piña, publicado por el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), menciona la distancia que debe haber entre una plantación y las zonas habitadas.
Ante la falta de interés de las autoridades, la Fecon presentó una propuesta a las autoridades agrícolas (MAG) de retirar a las piñeras en un radio de 200 metros de cualquier poblado, centro de estudio y de salud.
Paralelamente, el Frente nacional de sectores afectados por las plantaciones piñeras (Frenasapp) solicitó a la Asamblea Legislativa «crear medidas para que las comunidades no sigan siendo fumigadas con plaguicidas» y apoyó la propuesta hecha por la Fecon.
El caso de la escuela La Ceiba en Platanar está siendo investigado por el MAG y por las autoridades de salud.
«El Ministerio de Salud busca conocer los detalles de los hechos para gestionar las medidas administrativas, o posiblemente penales, que se requieren para evitar la repetición de situaciones similares», explica una nota de Casa Presidencial.
Lamentablemente no se trata de un caso aislado.
En el Congo de Guácimo, provincia de Limón, los pobladores están expuestos de manera sistemática a la aplicación de agrotóxicos. «Las familias deben salir de sus casas para no ahogarse con el veneno», manifiesta la Fecon.
Costa Rica tiene el récord mundial de consumo de agrotóxicos por hectárea (18,2kg/Ha). Según el SFE, en 2017 se importaron 18,6 millones de kilogramos de ingredientes activos, una tonelada más que el año anterior.
La Fecon asegura que ese récord tiene relación directa con la entrada en vigencia de los polémicos decretos ejecutivos 39995-MAG y 40059-MAG, impugnados en la Sala Constitucional[1].
De acuerdo a la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), en 2018 Costa Rica importó insecticidas, herbicidas y funguicidas por un total de 155 millones de dólares, es decir el 23,5 por ciento del total importado por la región centroamericana y Panamá.
Fuente: Rel-UITA
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.