El Ayuntamiento de Amygdaleza, al noroeste de esta capital, comunicó el lunes la presentación de una demanda contra el Ministro de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis, por ubicar en su término municipal el primero de los campos de reclusión para inmigrantes. Horas después de que el gobierno griego anunciara la apertura del primero de estos centros […]
El Ayuntamiento de Amygdaleza, al noroeste de esta capital, comunicó el lunes la presentación de una demanda contra el Ministro de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis, por ubicar en su término municipal el primero de los campos de reclusión para inmigrantes.
Horas después de que el gobierno griego anunciara la apertura del primero de estos centros de internamiento, el teniente de alcalde del distrito Jrysanthos Kontaris criticó duramente al responsable ministerial y calificó la iniciativa de «fuegos artificiales electorales», en declaraciones a la emisora Skai. Kontaris justificó la denuncia por la fuerte oposición de vecinos y organizaciones humanitarias al proyecto y anunció haber informado de la misma al primer ministro en funciones Lukas Papademos.
El campo de Amygdaleza lo integran decenas de barracones prefabricados, usados originalmente para albergar a personas afectadas por desastres naturales, rodeados por una doble valla de seguridad y custodiado por policías armados. El Partido Comunista de Grecia, primera fuerza opositora, calificó hace unos días estos centros como «campos de concentración para inmigrantes» y denunció la ofensiva gubernamental por atentar contra los derechos de los trabajadores y el movimiento popular.
Los primeros reclusos fueron trasladados el domingo y se espera que en los próximos días más de un millar de extranjeros abarroten las instalaciones de lo que el ministro Jrisojoidis presentó como la solución al problema de la inmigración en Grecia. La propuesta gubernamental es crear otros 30 centros de similares características por todo el país en los próximos dos años, contando para ello con una financiación de 250 millones de euros procedentes de la Unión Europea (UE).
La inauguración del domingo tuvo lugar a falta de una semana para las elecciones legislativas del 6 de mayo en las que la cuestión de la inmigración fue magnificada hasta convertirse en el principal punto de debate de los partidos derechistas y neofascistas.
De acuerdo con los datos de la policía griega, la mayoría de los inmigrantes que entran en la UE de manera clandestina lo hacen atravesando la frontera greco-turca, donde el pasado año se detuvo a cerca de 100 mil personas por tal motivo. Sin embargo, debido a la masificación de los pocos centros de acogida existentes en el país las autoridades liberan periódicamente a los detenidos con una orden de abandonar Grecia por sus propios medios, al no contar con fondos para deportarlos.