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Entrevista a Philippe Menut, ex-periodista de la cadena de televisión pública francesa

«Grecia es el laboratorio de una política espantosa»

Fuentes: Público

Philippe Menut es un ex-periodista de la cadena de televisión pública francesa, que decidió realizar un documental como periodista independiente… Basándose en un enfoque en primer plano a la vez humano y económico sobre las consecuencias de la crisis griega, La tormenta griega da la voz a esos empleados, activistas, economistas, médicos, ministros, desempleados, filósofos… […]

Philippe Menut es un ex-periodista de la cadena de televisión pública francesa, que decidió realizar un documental como periodista independiente… Basándose en un enfoque en primer plano a la vez humano y económico sobre las consecuencias de la crisis griega, La tormenta griega da la voz a esos empleados, activistas, economistas, médicos, ministros, desempleados, filósofos… que demuestran la fuerza y la solidaridad del pueblo griego. Es un punto de vista sobre la crisis vivida desde dentro, de una Grecia como laboratorio… La película ademas, abre el debate sobre el futuro de una euro zona en crisis, entregada al capitalismo financiero. Un documental que sirve a la vez como denuncia y alerta.

-En su película «La tormenta griega», se exponen una serie de manipulaciones mediaticas. Estas tratan de justificar una verdadera guerra económica y social contra Grecia. Como periodista crítico, ¿como explicaría usted esta inversión de roles, es decir que las víctimas, los ciudadanos griegos, sean presentados como responsables de la crisis?

-Empecé a filmar en base a esta misma premisa. Estaba indignado de que los griegos fuesen presentados a menudo -de hecho desde el comienzo de la crisis- como los responsables de una situación de la que son víctimas. A partir de aquello, fui más lejos, hasta identificar las razones mismas de la crisis. Aquellos rumores y desinformaciones, tienen por supuesto una función: la de ocultar una política económica en funcionamiento, esa que establece una terrible austeridad para el pueblo griego y los servicios públicos, con una transferencia masiva de capital público a la especulación internacional. Por cierto que no es sólo dinero público griego, sino también europeo.

En un supuesto plan de rescate europeo fueron pagados 45 mil millones de euros, de los cuales el pueblo griego y la economía real griega no han visto el pelo. Esto se demuestra en la película, esas grandes cantidades de dinero van directamente a los bolsillos de los acreedores de la deuda griega, que a su vez hicieron préstamos a tasas que a veces superaban el 20%…

-¿Qué responsabilidad cree usted que tienen los medios de comunicación europeos en la presentación sesgada de la realidad de ese país?

-Los medios de comunicación europeos, especialmente los alemanes y sobretodo Bild, el diario de mayor circulación de Europa, juegan un papel importante en la fabricación de la opinión. El enfoque sesgado no es sólo de la realidad griega, sino también de la crisis de toda Europa. La «gran prensa francesa» es menos violenta, pero igualmente eficaz al hablarnos de «reformas estructurales» (léase «la austeridad impuesta al pueblo»), de «tranquilizar a los mercados»(financieros, por supuesto, pero eso nunca se dice), de «restaurar la confianza» (de los mismos, pero eso tampoco se dice). El objetivo es mantener el fatalismo frente a un sistema económico neoliberal» que no tiene alternativa» como decia Margaret Thatcher. La fortaleza de esa ideología dominante consiste en convencer a la gente de que no hay ideología dominante…Se fuerza a decir a las personas: «la política no me interesa»; mientras que de ese modo están apoyando la misma política que padecen…

Reconozco que yo mismo uso la palabra «crisis» como todo el mundo, por facilidad de lenguaje, aunque sin embargo sea inapropiada. Esta crisis no es una catástrofe, una fatalidad. Es, en última instancia, un aumento cada vez mas deliberado y brutal de las desigualdades.

-El cierre de la televisión pública griega en 2013 y la decisión de sus trabajadores de desarrollar medios de comunicación independientes sigue siendo un ejemplo notable de la capacidad de resistencia del pueblo griego. ¿Qué podemos aprender de esa experiencia?

-Hay momentos en que los pueblos se muestran fuertes, imaginativos y audaces ante un poder debilitado. La lucha de la radiodifusión pública (ERT) es un ejemplo de ello. En la película profundizo en el tema, pero voy a resumirlo: el 11 de junio de 2013, a petición de la Troika, el gobierno cierra la antena y despide a sus 2.650 empleados. Inmediatamente se desencadena una movilización masiva en Grecia y una protesta generalizada en todo el mundo. Los periodistas y los técnicos ocupan el edificio, pero cogido por sorpresa, el gobierno griego no se atreve a enviar a los MAT (policías antidisturbios) contra el personal. La ocupación duró cinco largos meses, un período de verdadera autogestion, con la puesta en marcha de emisiones difundidas por internet. Esas emisiones, cuya caracteristica era una completa independencia y un genuino pluralismo, tuvieron un gran éxito. Tras cinco meses, el gobierno -¡siempre asesorado por la Troika!- decidió evacuar al personal el 7 de noviembre de 2013. Desde entonces, los ex empleados de ERT han lanzado una nueva radio y televisión, ERT Open.

-Se habla mucho de la deuda en Grecia, pero parece ser que a Alemania le conviene ocultar un importante episodio de la Historia: se trata del dinero que ese país debe a Grecia desde la segunda guerra mundial…¿Puede explicarnos este importante capítulo de su película, que es mencionado a través del testimonio de la lucha de un veterano de la resistencia contra el nazismo?

-Manolis Glésos tiene 92 años y es un verdadero «monumento» en Grecia. Es uno de los primeros resistentes de Europa, famoso por haber arrancado la bandera nazi de la cima del Acrópolis en mayo de 1941. Una de sus luchas actuales es exigir el pago por parte de Alemania de los daños infligidos por la guerra, y de un préstamo incuestionable, que fue impuesto por los nazis al Banco de Atenas. La deuda total hacia Grecia asciende a los 162 mil millones de euros de hoy en día…En otras palabras, ¡más de la mitad de esa deuda que ahora se le exige a Grecia con una total intransigencia por parte de Alemania!

-Uno de los médicos que habla en su película, durante una manifestación, asegura que el cierre de 7 hospitales en Atenas significará pura y llanamente que cada vez más personas van a morir en la calle. El impacto de las medidas de austeridad en Grecia, especialmente en el área de la salud, parece apocalíptico…

-Una sola cifra sería suficiente: según una revista científica británica y la ONG Médicos del Mundo, la mortalidad infantil ha aumentado un 43% desde el inicio de las medidas de austeridad. En Grecia, pero también en esta Europa en crisis, la salud es el principal objetivo de los recortes presupuestarios. ¿Por qué no lo es la educación? Porque no se puede reducir el número total de estudiantes. Sin embargo, se puede modificar el funcionamiento de la atención sanitaria, reducir las ayudas, etc. En la película vemos funcionar al ralentí un gran hospital, medio vacío por falta de recursos.

-La mirada panorámica que usted ofrece de Grecia parece expanderse rápidamente a otros países…

-En mis primeros rodajes no había previsto hablar de la importancia del capitalismo financiero, ni tampoco de la Unión Europea. He sido inclinado a tratar del tema de forma natural, movido por mis investigaciones y mis interlocutores. La película abre un debate sobre la Unión Económica y Monetaria. La fuerza de algunos testimonios atestiguan de la necesidad de una ruptura con la zona euro; otros explican que hay que ser pragmático, ante todo oponerse a la austeridad y auna deuda ilegítima.

Sin tomar posición claramente por una u otra opción, pienso que si queremos plantear la cuestión del cambio de política económica y social, y también de la democracia, tendremos que plantear la pregunta del gran poder de la Europa actual. El capitalismo financiero es el amo en su propia organización, en sus tratados, mediante la influencia de mega lobbies todopoderosos.

-¿Qué mensaje le dirigirías a las personas que observan desde lejos una Grecia que sufre daños terribles, presentados como inevitables? ¿En qué puede afectar a los europeos, más allá de la solidaridad necesaria? Y, ¿cómo podrían los pueblos de Europa pasar a la contraofensiva?

-Toda la zona euro se ve afectada por la crisis griega. Grecia es un laboratorio para poner a prueba en un pequeño país (11 millones de habitantes) una política espantosa en nombre de una deuda inflada artificialmente. Desde el inicio de esas reformas, que supuestamente eran respuestas a la crisis, la deuda ha aumentado en un 50% y el desempleo ¡ha pasado del 10 al 28 %! Y esas políticas continúan.

Pero cuidado, esta crisis de la deuda es la misma en toda Europa, la zona con mayor recesión del planeta. Francia, que es un pais que conozco bien, tiene una deuda de 2.000 millones de euros, del mismo tipo que la deuda griega. Sin los excesivos intereses para los bancos y las exenciones fiscales, sería de menos de la mitad. Unicamente el pago de los intereses constituye por sí solo uno de los principales presupuestos del Estado. Nuestros queridos «colegas» no hablan nunca de ello…

El sueño europeo podría convertirse en una pesadilla. Los griegos muestran el camino de la resistencia. Las resistencias aisladas no serán suficientes. La verdadera cuestión es si la gente será capaz de unirse para luchar por otra Europa, más justa y democrática, una Europa de los ciudadanos… 

Fuente original: http://www.publico.es/550837/grecia-es-el-laboratorio-de-una-politica-espantosa

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.