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Inauguración de la plaza David Ben Gurión en París: un premio a la ilegalidad y a la impunidad

Fuentes: Rebelión

Traducido para Rebelión por Caty R.

El próximo jueves 15 de abril, el alcalde socialista de París Bertrand Delanoe inaugurará una plaza en la capital francesa dedicada a David Ben Gurión, un acto que aparece como una operación con tufo electoralista, a dieciocho meses de las elecciones presidenciales francesas, y al mismo tiempo como un premio político a la ilegalidad y a la impunidad internacionales por cortesía de los poderes públicos franceses.

La inauguración de una plaza dedicada al fundador del ejército israelí, autor de la proclamación unilateral de independencia de Israel y debido a ese hecho responsable de la limpieza étnica con la expulsión de 800.000 palestinos y la destrucción de 500 pueblos, surge en el contexto de una crisis larvada entre Francia e Israel como consecuencia del rechazo del Primer Ministro Benjamín Netanyahu a autorizar la reconstrucción del Centro Cultural Francés de Gaza, destruido por el ejército israelí.

La ceremonia se celebrará en presencia del presidente israelí  Simón Péres, ex colaborador de Ben Gurión y artífice de la cooperación militar franco-israelí bajo la IV República donde, en calidad de jefe de la misión de compras militares (1954-1956) llevó a cabo la adquisición del primer reactor nuclear de Dimona, así como el reactor de combate Mirage III, y estableció una cooperación entre los servicios de inteligencia para la lucha contra Egipto, preludio de la agresión tripartita (franco-anglo-israelí) de Suez en noviembre de 1956.

Simón Péres, el falso pacifista que recibió el Premio Nobel de la Paz, fue quien ordenó la «Operación Uvas de la Ira» contra el sur de Líbano (11 de abril de 1996), en plena campaña electoral israelí, que desembocó en la destrucción de un campo de la ONU en Cana y causó la muerte de un centenar de personas, la mayoría niños.

Así, el recibimiento al presidente israelí en París avalará retrospectivamente las humillaciones infligidas por las autoridades israelíes al personal diplomático francés destinado en Israel y presentará una imagen lamentable ante la opinión internacional.

Con una hipócrita preocupación por el equilibrio, Delanoe aseguró que se dedicará una plaza al poeta palestino Mahmud Darwish en el distrito 6 de París, mientras que en el plano municipal de la ciudad ya existen tres lugares principales dedicados a personalidades israelíes: la Plaza Fontenoy frente a la UNESCO y los jardines de Bercy, ambos dedicados al Primer Ministro asesinado Isaac Rabin, y ahora la Plaza David Ben Gurión.

Delanoe no precisó la ubicación de la plaza Mahmud Darwish en el distrito intelectual de París donde ya existe una simple placa -no una plaza- en memoria de Mehdi Ben Barka que conmemora la ejecución del jefe de la oposición marroquí secuestrado con la complicidad de los agentes franceses.

El Partido Socialista francés al que pertenece el alcalde de París aparece como el relevo internacional del Partido Laborista israelí. En efecto, fue un gobierno socialista, el del Guy Mollet, el que concibió y organizó la expedición de Suez contra el presidente de Egipto Abdel Nasser de acuerdo con los israelíes y los británicos en noviembre de 1956. Otro Primer Ministro socialista, Lionel Jospin, calificó de «terrorista» al Hizbulá libanés, artífice de la retirada militar israelí de Líbano, calificación que le costó durante su visita a Cisjordania (Palestina ocupada) en el año 2000, el estallido del apedreamiento más famoso de la historia política moderna.

En el plano internacional la ceremonia coincide con el rechazo de Israel a participar en la cumbre nuclear de Washington destinada a establecer las nuevas bases para el control de la proliferación atómica, mientras que los países occidentales espoleados por Israel trabajan para imponer sanciones a Irán precisamente con respecto a su política nuclear.

Israel se ha negado a participar en esa cumbre debido a que los Estados árabes podrían exigir que se ponga bajo control el programa nuclear israelí. Israel, el único país del mundo con Kosovo que se creó por una decisión de la ONU, se niega a someterse al control de la legislación internacional hasta el punto de que la prestigiosa revista Foreign Policy no dudó en dedicar un detallado estudio, en enero de 2010, al que el autor del artículo, Jeremy R. Hammond, califica de «Estado canalla» enumerando setenta y nueve (79) resoluciones que Israel viola o se niega a aplicar.

El estudio abarca el período que va desde 1948, con la resolución 57 del 18 de septiembre de 1948 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU a raíz del asesinato por los israelíes del conde Bernadotte, mediador del conflicto entre judíos y árabes, hasta la resolución 1860 del 8 de enero de 2009 relativa a la destrucción de Gaza (1).

Jeremy R. Hammond califica a Israel de «Estado canalla» y a los asesinos del conde Bernadotte de «terroristas sionistas», pero casi tres meses después de la publicación de dicho artículo exhaustivamente documentado, y al contrario de lo que pasa en Francia, no se ha presentado ninguna denuncia contra el autor por «antisemitismo», «incitación al odio racial» o incluso por «negacionismo». 

Nota:

(1) «Estado canalla: violaciones israelíes de las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», de Jeremy R. Hammond. Artículo íntegro en español: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100920

Fuente: http://www.renenaba.com/?p=2603