Agentes de intereses económicos españoles -entre ellos vinculados a la gigantesca Repsol- han estado activos en un plan estratégico para promover la descolonización de Puerto Rico, lo que parece haber tenido el efecto colateral de prevenir ataques públicos a la subsidiaria española involucrada en el polémico proyecto de un gasoducto en esta nación caribeña. Pero […]
Agentes de intereses económicos españoles -entre ellos vinculados a la gigantesca Repsol- han estado activos en un plan estratégico para promover la descolonización de Puerto Rico, lo que parece haber tenido el efecto colateral de prevenir ataques públicos a la subsidiaria española involucrada en el polémico proyecto de un gasoducto en esta nación caribeña.
Pero la operación de comunicaciones, que busca incidir en Washington a través de la política exterior de España, la Unión Europea y Latinoamérica y lleva varios años gestándose, ha entrado en una fase crítica y se anticipan consultas en Madrid durante este otoño para ver si, a tiempo para la cumbre Iberoamericana de diciembre, se pueden subsanar diferendos que han surgido.
Una copia del borrador del plan para «La Causa» obtenida por NCM Noticias deja claro que se busca una consonancia leal con la política del Presidente Barack Obama, que evite a toda costa la participación de los denominados en el documento «amigos falsos», como Venezuela y el ALBA en América Latina o de figuras como el ex Lendakari vasco Juan José Ibarretxe. De igual forma, se advierte que no debe permitirse que la campaña se vea como independentista o tan siquiera «soberanista» -como aquí se conocen los promotores de la libre asociación- sino que se limite a la necesidad de descolonizar a Puerto Rico, obtenido por Estados Unidos de España como resultado de la guerra de 1898.
Las gestiones y consultas que lograron desarrollarse con la mayor discreción durante los pasados tres años han coincidido con la presencia de Gas Natural Fenosa, una subsidiaria de Repsol, que ha obtenido una concesión de exclusividad para suplir todo el gas natural al sistema eléctrico público de Puerto Rico. Esa posición privilegiada de Fenosa, empresa con un historial controversial en América Latina, se ha logrado a pesar de la política pública oficial de Washington para promover el mercado libre de gas natural.
Políticos conservadores de alto nivel históricamente vinculados a España, como el gobernador anexionista Luis Fortuño y el ex gobernador autonomista Rafael Hernández Colón, son defensores ardientes del proyecto, que incluye la construcción de un gasoducto que atraviese la isla de sur a norte y luego avance por la costa hasta el área metropolitana de San Juan de forma que las principales plantas generatrices del país queden conectadas con las instalaciones de Fenosa en la costa sur. El paso proyectado a través de la Cordillera Central y de zonas de delicado balance ecológico, así como cerca de áreas pobladas, se suman a los reclamos de que el país encamine su inversión a las fuentes renovables de energía en vez de cambiar un combustible fósil por otro, todo lo cual ha desatado un movimiento de oposición popular creciente.
Fenosa ya notificó a sus inversores sobre los incrementos de ingresos proyectados para la empresa por el aumento que impondrá en el precio del gas para Puerto Rico, mientras las informaciones sobre la participación de esa empresa en todo el proyecto apenas encuentran eco en las denuncias de muchos de los grupos opositores. Pero la situación pasa ahora por territorio inestable debido al diferendo surgido entre promotores de «La Causa» y los agentes españoles, entre ellos uno responsable para toda América Latina de operaciones comunicativas de Repsol.
Además, no todos miran a otro lado sobre los negocios de la subsidiaria de Repsol. Este domingo mismo, la vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, denunció ante la prensa nacional que uno de los motivos para oponerse al gasoducto era que se pretendía entregar el monopolio sobre los suministros para energía eléctrica a la empresa extranjera Fenosa.
La dirigente del PIP hizo su declaración durante una marcha de miles de opositores al gasoducto que recorrió Adjuntas, conocido como el pueblo del Gigante Dormido, en el corazón de la Cordillera. Las dimensiones de la manifestación opositora auguran dificultades mayores para el proyecto.
La protesta de Adjuntas, en la que participaron el PIP, el Movimiento al Socialismo y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, fue mayoritariamente de gente común y líderes de diversas ideologías, así como toda una serie de grupos cívicos tales como el Club de Leones.
«No hay opción mas que vencer», dijo el ingeniero Alexis Massol, de la entidad Casa Pueblo, puntero de la oposición al gasoducto.
Esa lucha ocurre también en un ambiente en el que siguen sucediéndose las protestas contra acciones y planes impopulares del Gobierno, como fueron los casos la semana pasada de la toma de los muelles de Vieques y Culebra por los vecinos y la continuación de las protestas en la Universidad de Puerto Rico.
Mientras tanto, participantes de «La Causa» han estado consultando e invitando a personas claves de diversas formaciones políticas puertorriqueñas. Además, en junio pasado en Madrid se produjo el borrador del plan, pero se suspendió una reunión que se efectuaría en San Juan el 23 de los corrientes.
El documento obtenido por NCM Noticias explica que como lo que se busca es influenciar en EEUU «los aliados que nos acompañen resultarán determinantes» y que deben evitar los «malos entendidos» basados, no en el conocimiento, sino en «similitudes fonéticas engañosas», que es lo que se denomina «false friends». Se especifica que «false friends» en América son «la similtud geográfica con Cuba y el apoyo de los neopopulismos liderados por Venezuela y nucleados en torno al ALBA», mientras en España «la similitud con los nacionalistas (por ejemplo, presencia de Ibarretxe en Puerto Rico».
«Debemos evitar que se interprete nuestro discurso asimilándonos a quienes no deben ser nuestros acompañantes», dice el documento y agrega de inmediato «la mejor manera de evitar su compañía es no dejar un espacio que puedan ocupar, o, en otras palabras, hacernos acompañar de good friends».
Las gestiones de «La Causa» con el sector empresarial y cívico de España ocurren mientras se aguarda por el próximo informe de la Casa Blanca sobre la condición política de Puerto Rico.