Cinco años despues de que se suspendiera el estatuto politico para los presos republicanos, Bobby Sands inicio una huelga de hambre como acto de protesta. Este año se recuerda a los diez presos que murieron por sus derechos hace 25 años. Soy un preso político… Creo y me mantengo en el derecho divino de la […]
Cinco años despues de que se suspendiera el estatuto politico para los presos republicanos, Bobby Sands inicio una huelga de hambre como acto de protesta. Este año se recuerda a los diez presos que murieron por sus derechos hace 25 años.
Soy un preso político… Creo y me mantengo en el derecho divino de la nación irlandesa a la independencia soberana, y en el derecho de cualquier irlandés e irlandesa de afirmar estos derechos con la revolución armada. Es por ello que estoy en la carcel, desnudo y torturado».
Estas son algunas de las palabras que el preso del IRA Bobby Sands escribió el 1 de marzo de 1981, hace hoy 25 años, durante el primer día de su huelga de hambre. Fue una protesta que marcaría para siempre al movimiento republicano. Pri- mero, por el trauma e inspiración que crearía la muerte de diez presos políticos, el primero de ellos Sands, en la lucha por el mantenimiento del estatuto de preso político. Segundo, por la emergencia entonces de Sinn Féin como fuerza política. Finalmente, porque la lucha de los presos en los Bloque H de Long Kesh internacionalizó aún más la causa republicana y también creó nuevos nexos de solidaridad.
Estatus de preso politico
La huelga de hambre iniciada por Bobby Sands en marzo fue una continuación de la que otros siete presos republicanos habían mantenido entre el 27 de octubre y el 18 de diciembre de 1980, y que había sido precedida por lo que se denominó como «la protesta sucia o de la manta». Todas ellas eran iniciativas de los presos para reclamar la «Categoría especial» para los prisioneros republicanos, puesto que el Gobierno británico había decidido dejar de aplicar este estatus a mediados de los setenta.
La Categoría especial significaba que los presos políticos no vestían el uniforme de la prisión, no estaban obligados a realizar trabajos, contaban con más horas para el esparcimiento, así como más visitas, podían recibir paquetes de comida y comprar en la tienda de la prisión. Así mismo, los presos se segregaban voluntariamente en la cárcel de acuerdo con la organización en la que militaban. El Gobierno británico abolió el estatuto político el 1 de marzo de 1976. El 14 de setiembre, Kieran Nugget, un joven republicano encarcelado por el robo de una furgoneta, anunció que si las autoridades querían que se pusiera un uniforme, «tendrían que clavárselo en la espalda». En 1980, 400 presos y presas republicanas se habían unido a la protesta, cubiertos sólo por una mancha, en celdas sucias por los excrementos. Fue a raíz de la visita del Cardenal O’Fiaich que la protesta comenzó a recibir la publicidad debida, después de que éste comentara: «Uno no dejaría a un animal vivir en esas condiciones, menos aún a un ser humano».
La primera huelga de hambre culminó con la expectativa de la aceptación de las cinco demandas de los presos: el derecho a vestir sus propias ropas; el derecho a no realizar trabajos en la prisión; libertad de asociación dentro del área ocupada por los presos del mismo movimiento; acceso a facilidades recreativas y educativas; la reinstauración de la remisión de la condena.
Sin embargo, para febrero los presos reconocieron que los británicos no iban a cumplir lo acordado. Por ello, Sands empezó su huelga de hambre, seguido por Francis Hughes dos semanas después, al que se unirían Raymond McCreesh y Patsy O’Hara a los siete días.
Sands, parlamentario
La decisión de presentar a Bobby Sands como candidato a la reelección del escaño de Fermanagh-South Tyrone al Parlamento británico fue un intento de forzar la posición británica en la aceptación de las demandas de los presos. Debido a la retirada de los otros dos candidatos nacionalistas a la elección, Sands resultó elegido con 30.492 votos.
«Estabamos extasiados con la victoria», recuerda Laurence McKeown, otro de los huelguistas de hambre. «Creímos que incrementaría las posibilidades de vida de Bobby, que los británicos no dejarían morir a uno de sus diputados… Pero no hubo ninguna diferencia», añade. Margaret Thatcher ya había anunciado en noviembre de 1980, durante la primera huelga de hambre, que «el Gobierno nunca concederá el estatuto político a los huelguistas de hambre».
Sands murió a las 1:17 de la mañana del 5 de mayo. Su muerte fue condenada internacionalmente, y se produjeron protestas en los cinco continentes contra el Gobierno británico. A su muerte le seguiría la de otros diez presos, y aunque la huelga de hambre acabó el 3 de octubre, semanas después, tácitamente, el Gobierno británico devuelve a los presos el estatuto político.
Frente electoral
Sin embargo, la huelga de hambre y el sacrificio de los presos del IRA inspiró en el movimiento republicano un nuevo frente de lucha: el electoral. La política abstencionista de Sinn Féin fue abandonada en favor de la participación en las elecciones, aunque aún pasarían años hasta que los republicanos aceptaran ocupar escaños en Dublín Sinn Féin no ocupa actualmente sus escaños en Londres. Veinticinco años después de las huelgas de hambre, Bobby Sands se ha transformado en la imagen de la resistencia y el idealismo republicano, una inspiración que para muchos sigue muy presente. –