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Italia: En pie de paz contra base aérea estadounidense

Fuentes: IPS

Los aledaños del viejo aeropuerto Dal Molin constituyen casi la única área verde que queda en el distrito industrial de Vicenza, en el norte de Italia. Pronto, esa zona de 450.000 metros cuadrados se convertirá en una base militar de Estados Unidos. Pero los residentes en este pueblo 530 kilómetros al norte de Roma se […]

Los aledaños del viejo aeropuerto Dal Molin constituyen casi la única área verde que queda en el distrito industrial de Vicenza, en el norte de Italia. Pronto, esa zona de 450.000 metros cuadrados se convertirá en una base militar de Estados Unidos.

Pero los residentes en este pueblo 530 kilómetros al norte de Roma se oponen al proyecto.

«Defendemos nuestra tierra y no queremos estar en la primera línea de la guerra global contra el terrorismo», dijo Francesco Pavin, de «No a Dal Molin», una coalición de ciudadanos, activistas contra la guerra, organizaciones religiosas y ambientalistas.

En Vicenza, un pueblo de 107.000 habitantes, ya existe una base militar estadounidense, Camp Ederle, establecida en 1965. Ahora alberga a 2.750 soldados de la brigada aérea 173 y a sus familias. Esta brigada operó recientemente en Afganistán e Iraq.

Camp Ederle 2, cuya construcción concluirá en 2010 a un costo de 500 millones de dólares, contará con ocho bloques de viviendas para 4.500 soldados, dos restaurantes, un hospital y un centro de entrenamiento.

El ejército de Estados Unidos prevé que el viejo aeropuerto en desuso vuelva a operar. Se prevé que la población de ciudadanos estadounidenses de la zona aumente a 20.000 una vez que se complete la expansión.

«Es una operación de locos. El aeropuerto está situado a 1.400 metros de la plaza principal de la ciudad, en un área muy poblada», explicó Cinzia Bottene, portavoz de una red de 12 organizaciones locales denominada «Comités por el No».

«No es ambientalmente sustentable. El volumen de la infraestructura equivaldrá a 700 metros cúbicos de concreto. La nueva base consumirá tanta agua como un tercio de la población de Vicenza, con riesgo de agotamiento» para las ya pobres reservas hídricas, dijo Botteri a IPS.

«Eso producirá contaminación. Estados Unidos retiró su firma del Protocolo de Kyoto (para la reducción de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global). El gobierno italiano no puede controlar las emisiones del incinerador de Camp Ederle», destacó Pavin.

Pero «nosotros no protestamos solamente porque ellos construirán otra base militar en Vicenza. Decimos que no aquí y en cualquier otra parte», declaró a IPS Toni Pigatto, de la asociación escáutica local. «Rechazamos la idea de que la democracia pueda difundirse con armas».

«La naturaleza de la nueva base es puramente ofensiva. Con ella, Vicenza se convertirá en el pueblo más militarizado de Italia y probablemente de toda Europa», dijo Giovanni Marangoni, de la organización cristiana Familias por la Paz.

Alrededor de 30.000 personas marcharon contra la base en diciembre, «para defender la tierra para un futuro sin bases de guerra». Un afiche rezaba: «No somos antiestadounidenses. Estamos con los millones de estadounidenses que dijeron basta a la política de Bush».

«No a Dal Molin» organizó varias peticiones, debates públicos y marchas. Sus miembros instalaron una gran tienda de campaña blanca frente al aeropuerto, donde los manifestantes se hacen presentes día y noche para organizar debates, protestas y conciertos.

«Resistiremos hasta que lleguen los tractores. Ellos tendrán que pagar un precio muy alto por ese campamento», dijo Pavin a IPS.

Según una reciente encuesta realizada por la firma Demos, 63 por ciento de los habitantes de Vicenza se oponen a la construcción de la nueva base.

El proyecto de Ederle 2 fue aprobado por primera vez en 2003 por el entonces primer ministro Silvio Berlusconi (1994-1996 y 2001-2006), al frente de una coalición de gobierno de centro-derecha. La municipalidad lo autorizó en 2004, pero en secreto, aseguró Bottene a IPS.

«Nos enteramos de este proyecto por la prensa en mayo de 2006», expresó Bottene. «Luego, la municipalidad siguió diciendo durante meses que todavía había espacio para la negociación, a pesar de que las decisiones fueron tomadas y no eran reversibles».

Una vez que supieron que el actual gobierno centroizquierdista liderado por Romano Prodi no se opondría a los planes de Estados Unidos, unas 300 personas ocuparon la estación ferroviaria local durante dos horas.

Los ciudadanos están pidiendo «un referéndum cuyo resultado sea considerado por el gobierno», dijo Bottene. Ederle 2 se está volviendo un tema álgido para la coalición de gobierno. Legisladores del Partido Verde decidieron abstenerse de votar hasta que el gobierno halle una salida.

En Italia hay 12 bases militares de Estados Unidos, algunas con bombas nucleares y misiles. La Maddalena, una base naval en la mediterránea isla italiana de Cerdeña, será desmantelada para fines de 2007, tras la fuerte oposición ciudadana al plan de expansión.