Prensa Libre tiene su candidato para estas elecciones: Otto Pérez. Ha sido su candidato desde hace cuatro años y no ha dejado ni un momento de darle su respaldo, al igual que a los personajes e instituciones que se esfuerzan por traer de nuevo a un militar a gobernar. Es la trayectoria de este diario, […]
Prensa Libre tiene su candidato para estas elecciones: Otto Pérez. Ha sido su candidato desde hace cuatro años y no ha dejado ni un momento de darle su respaldo, al igual que a los personajes e instituciones que se esfuerzan por traer de nuevo a un militar a gobernar. Es la trayectoria de este diario, que acaba de cumplir 60 años de servir a la derecha y a Estados Unidos. En otros momentos, algunos personeros aportaron valiosamente al desarrollo democrático; pero, en general, este periódico responde a la oligarquía y al conservadurismo. Desde luego, Prensa Libre tiene el derecho a tomar estas posiciones; pero no a tratar de tomarnos el pelo y pretender que hace periodismo neutral y profesional. Eso no es cierto y, por ello, la agenda «secreta» no es tan secreta y el rasgarse las vestiduras de Mario Antonio Sandoval en el Foro Presidencial de la Asociación de Gerentes de Guatemala (AGG) no dejó de ser una farsa.
Eduardo Suger dijo acertadamente que las encuestas manipulan la opinión pública. Lamentablemente, no criticó al Foro AGG/Prensa Libre, por su arrogancia de escuchar solamente a los tres candidatos que marchan a la cabeza según las encuestas. Es claro que ninguna encuesta puede reflejar la situación durante un período tan incierto como el que se ha vivido, con dos binomios presidenciales bajo cuestionamiento. Solamente ahora, sin Torres y con Caballeros, y luego de ver los efectos de los llamamientos a la abstención y al voto nulo, podrían tener mayor «validez relativa» los sondeos.
La relatividad consiste en que las encuestas se hacen con personas urbanas, alfabetas y en zonas accesibles, con lo que se refleja mayoritariamente la opinión de las capas medias y pudientes. Por ello, Suger dijo lo que otros no se atreven a decir y que Prensa Libre castigó llamándolo exabrupto y concluyendo que Patriota y LIDER dominaron el debate. Lo que correspondería a Suger, con la universidad a su cargo, es organizar una encuesta más científica para saber la real intención de voto.
Pese a las manipulaciones de la encuesta -uno de cuyos objetivos es decirle a los sectores populares y a las organizaciones indígenas que su candidata natural, Rigoberta Menchú, no tiene opción y que voten por otro candidatos- por más que pretendan inflar a Pérez, éste no llega al 39%. Esto apunta no solamente a que exista una segunda vuelta, sino a que en la misma seamos más las personas que no votemos por el ex general. Nada sería mejor para nuestro país que, como ocurrió en un famoso Campeonato Mundial de Futbol, la «naranja mecánica» fuese descarrilada en el juego decisivo.
Los datos reales de la primera vuelta colocarán a las encuestadoras y Prensa Libre en entredicho; pero ya para entonces la población quedará distraída con los dos finalistas. Por cierto, debería haber un ente del pueblo, no la Corte de Constitucionalidad que es de la oligarquía, que declarara desierto el concurso, ya que el nuevo gobierno carecerá de legitimidad.
Fuente original: http://suramericapress.com/?p=3292