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Entrevista a Michael González Cruz, científico social, docente e investigador puertorriqueño

“El rechazo rotundo a la colonia demostró que es viable ligarnos patrióticamente para descolonizarnos”

Fuentes: Rebelión

Michael González Cruz (Aguadilla, Puerto Rico, 1972-) es sociólogo, politólogo, docente e investigador en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez, del que soy egresado (1998). González Cruz estudió Sociología y Ciencias Políticas en el antedicho departamento (B.A., 1997), y estudió su maestría (M.A., 2000) y su doctorado (Ph.D., 2005) en Sociología en la Universidad de Binghamton (Nueva York, Estados Unidos). Michael es autor, entre otros trabajos de investigación, de Nacionalismo Revolucionario Puertorriqueño (1956-2005) El papel de la lucha armada, los intelectuales y los prisioneros políticos y de guerra (2006). Fue director del Centro de Investigación Social Aplicada de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (2007-2010) y miembro fundador de Boricua Ahora Es (2011). González Cruz ha contestado mis preguntas sobre status y descolonización, y todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – ¿Es hora de exigir el fin del colonialismo y comenzar una conversación sobre reparaciones económicas? ¿Por qué?

Michael González Cruz (MGC, en adelante) – Sin duda es el momento para demandar el fin del colonialismo y una nueva relación entre iguales con los Estados Unidos. Podemos tener una relación entre iguales como resultado de un plebiscito donde gane la independencia o la estadidad si el Congreso de los Estados Unidos admite al territorio como un estado de la República. Ambas alternativas deben estar disponibles en nuestro proceso descolonizador porque el Siglo XX terminó con la liberación de los prisioneros políticos y el Siglo XXI comenzó con la paz en Vieques y en el 2012 la mayoría de los electores (910,970) rechazaron el actual estatus territorial. La descolonización es viable incluso a pesar de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos haya ordenado que se incluya en los últimos dos plebiscitos la alternativa territorial del Estado Libre Asociado (ELA). Cuando Eugenio María de Hostos con la Liga de Patriotas formada por anexionistas e independentistas demandó la abolición del gobierno militar impuesto por la invasión del 1898 y exige la celebración de un plebiscito descolonizador al presidente de Estados Unidos, no teníamos 4 millones de boricuas residiendo en la metrópoli eligiendo alcaldes, legisladores estatales y congresistas de origen puertorriqueño en la Cámara de Representantes. Hoy el terreno para maniobrar por la descolonización es más favorable que entre el siglo XIX y el XX. Pero como diría el maestro Aníbal Quijano, debemos decolonizarnos de la elite de poder permanente de Washington que nos dice “ellos no se ponen de acuerdo”.

Podemos decir que el proceso de reparaciones comenzó por medio del cabildeo de la Liga de Patriotas que logró establecer una cámara de representantes electa por los puertorriqueños entre 1900 y 1917. Desde esa legislatura con poderes limitados se legisló un sistema educativo universal, público y gratuito que promovió la fundación de la Universidad de Puerto Rico en 1903 y el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas en 1911. Pronto conversaremos sobre el Morill Act y las Land Grants Universities.

– WRS – ¿Qué relación si alguna ves entre la migración de los puertorriqueños a los Estados Unidos y las innumerables oportunidades desarrolladas por el Congreso de los Estados Unidos para que las corporaciones estadounidenses exploten a Puerto Rico?

MGC – Parece que los instrumentos fiscales que Estados Unidos establece favorecen más a las Corporaciones que a la creación de empleos bien remunerados. En estos días se habla de por lo menos un salario mínimo de $15.00 la hora. Esta semana los medios reportan que el migrante puertorriqueño en la Florida gana cerca de $18.00 la hora. Las familias de clase media trabajadora con ingresos de 150,000 a 75,000 pagan menos impuestos en Florida, Texas, Pensilvania que en Puerto Rico. En mi libro Militant Puerto Ricans: Armed Struggle, Migrants and Political Prisoners (2020), planteo que los boricuas no migramos a los Estados Unidos por patriotismo americano sino por los “pulling factors” económicos, como mejores salarios y menos impuestos. Otros por los “pushing factors”, como los desastres humanos y razones familiares. Mientras seamos un “paraíso fiscal para estas Corporaciones” se reforzará la relación colonial y, como dice Petras, la burguesía compradora continuará administrando estados neocoloniales. Independentistas y anexionistas republicanos se oponen a que Puerto Rico sea un paraíso fiscal ahora como territorio y posteriormente, ya sea como República independiente o estado de la República norteamericana.

– WRS – ¿Cuál debería ser el rol de la academia y la sociedad civil puertorriqueña dentro de los Estados Unidos en la descolonización de Puerto Rico, si alguno? ¿Qué deberían hacer?

MGC – Bueno, te cuento que en La Campesina de Salvador Brau, al final del Siglo XIX, trataba con mucho cuidado aquella elite que deseaba establecer una universidad en un pueblo donde lo que hacía falta eran escuelas en todos los barrios rurales y urbanos marginales. Por eso argumento que esa Cámara de Representantes liderada por José de Diego logró imponer reparaciones inmediatas a los daños de la relación colonial. La academia tuvo un origen modernizador asimilista hasta la 2da Guerra Mundial, que incluyó la generación del 30 y su contribución a la defensa de la nacionalidad puertorriqueña. Es decir, dentro de la misma institución se fraguaba un nacionalismo cultural colonial y otro nacionalismo revolucionario y antifascista. Hablemos de las reparaciones por unos minutos. Por ejemplo, el Morill Act de los Estados Unidos se habilitó para fundar las primeras universidades humanistas y modernas con el fin de fomentar ciudadanos leales a la República, no a familias reales y caudillos militares o credos religiosos. Este tipo de academia se apartaría del modelo de la universidad colonial. Las primeras universidades fundadas en las 13 colonias se distinguen de las nuevas universidades, de ahí las Land Grant Universities. En los Estados Unidos, estas universidades públicas estarían enfocadas en las artes mecánicas y agricultura con el fin de modernizar a la República que se unía después de una guerra civil para abolir la esclavitud, de industrializar su economía. El Morill Act y los Land Grant College son un ejemplo del tipo de reparación que los Estados pueden hacer para resarcir los daños económicos y políticos a una población discriminada. Estas universidades no podían discriminar por criterios raciales en sus procesos de admisión, aunque existe un debate de cómo afectaron tierras de comunidades nativo-americanas y de agricultores en este proceso. Por aquí vamos adelantando una observación que subraya la imperfección de las reparaciones de daños para hacer justicia. En nuestro caso, muchos críticos se enfocan en que nos hemos dedicado a educar tecnócratas para las empresas privadas y agencias públicas, pero obvian las decenas de miles de maestros públicos y privados que hacían falta para combatir el analfabetismo, olvidan que sincrónicamente también hemos promovido empresarios, agricultores, profesionales libres e independientes durante más de 109 años de fundación universitaria. Insisto, los procesos de reparación políticos son imperfectos y más complejos que las demandas individuales por daños presentadas a un tribunal. Para defender nuestra academia tenemos que destacar nuestras contribuciones a toda la sociedad más allá de la torre de marfil.

– WRS – ¿Cómo la Comisionada Residente de Puerto Rico en el Congreso de los Estados Unidos y los congresistas de origen puertorriqueño podrían ayudar a resolver los problemas económico-sociales creados por la explotación de los Estados Unidos en Puerto Rico?

MGC – Por el momento, todos los comisionados residentes sólo pueden gestionar que se transfieran los fondos federales que nos asisten para reparar los problemas de educación, salud, seguridad, vivienda y transportación. Esos fondos legislados por los congresistas de los 50 estados incluyen los de origen puertorriqueño que apoyan estas transferencias del estado benefactor metropolitano. Al presente, la Comisionada Residente Jenniffer González logró presentar un proyecto de admisión de Puerto Rico como estado de la Unión que cuanta con apoyo bipartita de 76 congresistas. En el informe del Departamento de Justicia de los Estados Unidos se destaca que el proyecto de Nydia Velázquez y Alexandra Ocasio parte de premisas fraudulentas cuando intenta plantear que Puerto Rico ostenta algún grado de soberanía que le permitiera realizar una Asamblea Constituyente.

– WRS – ¿Por qué los movimientos de estadidad no han sido capaces de confrontar al imperialismo estadounidense en Puerto Rico y los Estados Unidos? ¿Qué deberían hacer?

5.2 MGC – Por décadas hubo un movimiento estadista asimilista que renegaba la identidad puertorriqueña, se enmarcaba en el no podemos hacer reformas x o y porque somos inferiores a la metrópoli, pedía la estadidad en vez de demandar la misma. Es decir, no confrontaban al Congreso, al Ejecutivo o a sus Tribunales. Ese estadismo colonizado se conformó con el ELA y la vigencia del estatus territorial como uno constitucional dentro de los casos insulares. Mario Cancel publicó recientemente una nota donde documenta el estadismo radical y anticolonialista del Dr. Pedro Rosselló. Observemos que con la llegada del Dr. Pedro Rosselló al final del Siglo XX, el estadismo comenzó a denunciar el colonialismo en los foros internacionales de la ONU y OEA, se unió a luchas por la paz en Vieques y propuso la estadidad como una forma de reparar los daños por la desigualdad de derechos civiles que perjudica a los boricuas residentes en la Isla. El sí se puede del estadismo radical retó el no se puede del estadismo asimilista y transformó ese movimiento hasta el punto de que el Dr. Ricardo Rosselló se enfrentó al discrimen del presidente Trump en medio de los desastres ciclónicos del 2017.

– WRS – ¿Qué ha hecho, si algo, la presidencia de los Estados Unidos, y los dos partidos políticos dominantes dentro de los Estados Unidos, el demócrata y el republicano, para mitigar el desastre que ellos y los estadounidenses ayudaron a crear dentro de Puerto Rico?

MGC – Recientemente, la Oficina del Inspector General de Estados Unidos publicó su investigación sobre cómo el presidente Trump y sus ayudantes impidieron se transfirieran los fondos de rehabilitación y mitigación del huracán María. Sin embargo, en Puerto Rico los medios acusaban de corrupto al gobierno local a pesar de que los funcionarios culpables confesos de la corrupción fueran agentes federales de FEMA y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos. En las redes sociales, provocadores explotaron el dolor de las familias que desconocían del paradero de sus familiares fabricando el bulo de los 4,665 muertos por el ciclón. La prensa nunca aclaró que la investigación preliminar de Harvard era un estudio de percepción NO cuantitativo. Una vez más, Frantz Fanon y Memmi tienen razón: el colonizado en vez de enfrentar al colonizador vuelca su coraje y frustración contra los demás colonizados. El Partido Demócrata y el Partido Republicado en los Estados Unidos han logrado mantenernos enfrascados en los conflictos coloniales internos que nos mantienen estancados en el estatus territorial. Siempre la elite permanente de Washington nos dice “es que ustedes no se ponen de acuerdo”.

– WRS – ¿Cuál sería la forma de que los puertorriqueños rompan con este ciclo de abuso del colonialismo estadounidense dentro de Puerto Rico? ¿Debería Puerto Rico y los puertorriqueños ser reparados económicamente por Estados Unidos?

MGC – Me parece que el movimiento Boricua Ahora Es (2011) es una forma de romper el cerco colonial que nos ha tendido la elite permanente de Washington. La alternativa del NO, el rechazo rotundo a la colonia demostró que es viable ligarnos patrióticamente como proponía Hostos para descolonizarnos. Romper el molde del sujeto colonizado, los conflictos internos rituales y avanzar sobre los que nos une. Por ejemplo, articular una campaña y demanda para reparar los daños que hemos sufrido al ser colonizados por poderes euro-centristas. Boricua Ahora Es presentó su propuesta descolonizadora en varias universidades de la academia pública y privada, en foros comunitarios, llevó el resultado del rechazo a la colonia a la ONU, al Congreso de Estados Unidos, radicó una querella por violación a los derechos en la Comisión de Derechos Civiles de Puerto Rico, organizó un Congreso por la Descolonización y rompió con los mitos, rituales y conflictos del colonialismo interno.

– WRS – El economista francés Thomas Piketty considera que Francia debería reparar en más de 28 mil millones de dólares americanos a Haití. ¿En cuánto debería Estados Unidos reparar económicamente a Puerto Rico y a los puertorriqueños?

MGC – Esta es una pregunta para algún economista neoliberal que pueda calcular la compensación por la que debemos transar 123 años de colonialismo norteamericano en Puerto Rico. Pero antes de responder puedo decirte que las reparaciones más conocidas para nosotros los boricuas son las impuestas por los Estados ganadores en las guerras, como en la guerra hispanoamericana que Puerto Rico fue concedido como recompensa a los Estados Unidos en el tratado de París y en 2da. Guerra Mundial, sobre todo, todas las penalidades que Alemania debió pagar a las familias judías víctimas del genocidio y sobrevinientes de la represión. Ahora, otros tipos de reparaciones pueden ser las reclamadas por comunidades reprimidas o discriminadas y las nuevas demandas para la rehabilitación ambiental o el acceso a la verdad e información. Te respondo que, si los Estados Unidos deben reparar los daños, la pregunta para mi es ¿cómo? y, no tanto, ¿cuánto? Aunque el Partido Independentista Puertorriqueño tiene una propuesta al respecto.

Este tema me provocó bastante curiosidad, pues en 1998 tuve la oportunidad de colaborar con algunos líderes afroamericanos en la ciudad de Nueva York y una de las conversaciones giró en torno a las llamadas reparaciones. Dentro del movimiento de afirmación afroamericano tienes quienes reclaman los 40 acres, los que plantean el asentamiento desde las Carolinas hasta la Florida y los que se conformarían con una transacción individual monetaria. Pues, aún no existe un consenso en la comunidad afroamericana sobre como convenir los daños causados por la esclavitud, segregación y discrimen que provocaron la desigualdad económica que observamos hoy en día. Vamos del macro al micro de los daños y reparaciones.

En el programa de sociología de Binghamton University está muy presente la obra del profesor Walter Rodney, Cómo Europa subdesarrolló África, publicada en el 1972, año que nací. El sociólogo guyanés propone que, a partir del Siglo XV, la extracción de materias primas preciadas como minerales y crudas, como alimentos y bestias de tiro, esclavos y la colonización del territorio, los europeos lograron imponer un sistema mundial de explotación durante 500 años que subdesarrolló el continente africano. Los discípulos de Rodney proponen que la explotación continúa por medio de la modernización, los bancos mundiales, las finanzas neoliberales, las tecnologías y la globalización de los valores capitalistas europeos. Europa mantiene una gran desigualdad económica que solo se podría reparar con una revolución mundial. Intelectuales formados en la perspectiva del sistema histórico mundial entienden que este modelo colonialista fue impuesto con éxito en el Asia, América Latina y el Caribe. Desde esta perspectiva se complica cómo calcular los daños causados por desigualdad acumulada por más de 500 años.

Aníbal Quijano, otro de nuestros maestros en Binghamton, planteó que los europeos se convirtieron en capitalistas modernos imponiendo la colonialidad del poder. Durante siglos lograron desarrollar un sistema de raciliazación colonial de recompensas y castigos que crearon castas americanas y eventualmente las clases burguesas eurocéntricas que gobiernan América Latina y el Caribe al servicio de los poderes de la elite capitalista mundial. Propone el profesor Quijano un proceso decolonizador, contra hegemónico y antirracista, que nos permita existir independientemente de los valores etnocentristas racistas y modernizantes. Una de las limitaciones del reparar los daños resultados del colonialismo europeo católico y anglosajón protestante, es que los movimientos que luchan por las reparaciones se enmarcan en los valores del sistema ideológico capitalista eurocéntrico. Es decir, que se enfocan en transacciones legales entre del demandante y el demandado o las reformas legislativas que pueden reparar daños a toda una comunidad racializada y colonizada. Por eso hace falta un movimiento plural no partidista como fue Boricua Ahora Es o Todo Puerto Rico por Vieques que continúe ese proceso decolonizador capaz de retar el poder más allá de la burocracia legislativa o jurídica.

Para resumir, veamos algunos casos; el gobierno de Estados Unidos ha recompensado a los nativo-americanos que sobrevivieron la invasión por medio de transar tierras, mantenerles bajo una soberanía con protectorado y transferencias económicas específicas. Algunos esclavos que participaron de la guerra civil en 1865 recibieron los 40 acres, la mula y otras compensaciones producto de las enmiendas constitucionales 13, 14 y 15. Los residentes japoneses encarcelados en campos de concentración durante la segunda guerra mundial se les compensó individualmente. Los afroamericanos del experimento Tuskegee, que fueron sometidos involuntariamente al contagio de sífilis también transaron los daños por 9 millones de dólares y servicios médicos necesarios. Esta recompensa fue realizada gracias a los esfuerzos de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color que promovió un juicio popular desde las comunidades afectadas.

En el caso de Puerto Rico, el programa del PIP dice que parte de la transacción de la independencia será recibir “Un Fondo de la República para la transición económica, en compensación por los 110 años de colonialismo que han privado a Puerto Rico de ejercer libremente su derecho inalienable a la autodeterminación e independencia. Dicha compensación será mediante asignaciones escalonadas y agrupadas anualmente”. El programa de gobierno del PIP plantea que el Fondo debe ser la suma de las transferencias federales de los Estados Unidos a Puerto Rico durante una década. Algunos estiman que el Fondo de la República podría llegar a 25,000 millones de dólares, pero dudan que Estados Unidos esté dispuesto a otorgar esa compensación más de una vez. Fíjate, el PIP tiene una propuesta concreta de cómo calcular la compensación de por cuánto el pueblo de Puerto Rico debería transar los daños y aceptar tales reparaciones de Estados Unidos. La pregunta es si ese Fondo de la República será sostenible en un mundo eurocéntrico que forjó por más de cinco siglos la desigualdad económica y política de la humanidad. Tendríamos que decolonizarnos como sujetos maniobrados por la elite del poder que nos mantiene estancados en conflictos internos entre partidos políticos.

– WRS – Muchos puertorriqueños viven en la diáspora, bien en Estados Unidos como fuera de los Estados Unidos. Otros puertorriqueños han sido y son partícipes del saqueo estadounidense dentro de Puerto Rico. Todos, los primeros y los segundos son estadounidenses. ¿Por qué deben ser o no ser recompensados? ¿Son todos los puertorriqueños sujetos coloniales a los que se les ha robado su futuro en su propia tierra? ¿Se les debe devolver su futuro estén donde estén, sean quienes sean?

MGC – Todos los puertorriqueños deben poder establecer su residencia, negocios y capital en Puerto Rico cuando estimen necesario. Tenemos que respetar los derechos humanos y civiles de todos aún de aquellos que nos han fallado en el pasado. Ello promueve un Puerto Rico libre y soberano democrático. Fíjate, los boricuas no le temen a la independencia, pero rechazan firmemente cualquier tipo de autoritarismo, como el Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela; la historia no los absolverá. Por eso, insisto que en mi Puerto Rico permitiría la circulación y residencia de aquellos que voluntariamente vengan a respetar los derechos humanos y civiles de nuestra población.

– WRS – Dos congresistas de origen puertorriqueño, Alexandría Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, acaban de presentar un proyecto de ley para la descolonización de Puerto Rico. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué Ocasio-Cortez y Velázquez merecen algo mejor?

10.2 MGC – Ese proyecto está viciado desde el inicio, tiene definiciones imprecisas y aboga por una asamblea constituyente soberana aprobada por el Congreso y hasta permite una reforma del ELA territorial. Ese proyecto no es descolonizador sino saboteador por atacar el acta de admisión propuesto por la Comisionada Residente Jenniffer González. Las congresistas se han unido a grandes intereses corporativos y sindicatos que favorecen una relación colonial con los Estados Unidos.

– WRS – Jenniffer González representa a Puerto Rico dentro de los Estados Unidos. Tiene reconocido dentro de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el poder de presentar legislación. Ha estado moviendo un proyecto de anexión de Puerto Rico a los Estados Unidos. ¿Qué le falta a ese proyecto de ley? ¿Qué defectos le ves a ese proyecto de ley? ¿Por qué González merece algo mejor?

MGC – El 2019 estremeció a la nación norteamericana con el asesinato de Floyd y los violentos enfrentamientos entre turbas racistas y antirracistas en su territorio. El día de Reyes del 2021 comenzó con un fallido Golpe de Estado dirigido por Trump y las turbas racistas que lo apoyan. El terreno para admitir a Puerto Rico como estado de la unión está minado por congresistas racistas dispuestos a sabotear la descolonización apoyando el proyecto de Nydia Velázquez y Alejandra Ocasio.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.