La CELAC ha sido una idea asumida por todo un Continente, que busca su unidad, al objeto de construir un mejor presente y futuro para sus pueblos, pero también para hacer emerger en el nuevo sistema-mundo la potencia americana. La Gran Patria Común de los latinoamericanos. Ha sido también el éxito personal de dos hombres, […]
La CELAC ha sido una idea asumida por todo un Continente, que busca su unidad, al objeto de construir un mejor presente y futuro para sus pueblos, pero también para hacer emerger en el nuevo sistema-mundo la potencia americana. La Gran Patria Común de los latinoamericanos. Ha sido también el éxito personal de dos hombres, Lula y Hugo Chávez, que han logrado embarcar a todo el gran continente latino y al caribeño, sin excepción.
Es digno de análisis el hecho de que países muy ligados a los EE.UU como México, Chile, Colombia u Honduras, hayan transigido con este baño de libertadores históricos y contemporáneos. Las palabras de Evo Morales denunciando el capitalismo, como causante de la miseria y destructor de la madre tierra. La ideologizada intervención de Correa que citando a Ignacio Ramonet denunciaba a la las empresas y negocios periodísticos que confunden la libertad con sus dividendos y no respetan los resultados electorales, sus críticas al poderoso vecino del norte que alienta conjuras contra los procesos populares. Las agudas, apasionadas, muy movilizadoras y comprometidas palabras del ex guerrillero Pepe Múgica, llamando a que los pueblos de América se comprometan con la CELAC, o las reflexiones antineoliberales que llaman a levantar una gran potencia de justicia, desarrollo sostenible e igualdad entre los latinoamericanos y caribeños de Dilma Russef, se han escuchado en silencio y sin réplicas -en todo caso, intervenciones diplomáticas y de asentimiento incluso- de Colombia o Chile, tal vez el más definido.
Los representantes de los gobiernos negros del Caribe han elogiado a Venezuela y a Cuba. Han orado por la salud de su gran amigo el comandante Chávez y han apoyado las posiciones más progresistas. La República Dominicana, ha predicho que Europa está en una pre-revuelta social, por culpa del neoliberalismo y los neoliberales de la mesa han callado. Quien calla otorga. De hecho Colombia, muy condescendiente y extremadamente amable con «su hermano Hugo Chávez», se ha mostrado dispuesta a negociar con las FARC si estás de verdad quieren hacerlo -pero de verdad- y en ese caso pedirá el apoyo del ALBA, dicho con otras palabras.
¿Por qué esto? La respuesta la han dado desde Dilma a Cristina Fernández, pasando por Hugo Chávez, Raúl Castro o Morales y Leonel Fernández, la grave crisis europea y de EE.UU, es su oportunidad. La crisis capitalista que ellos capean hace posible soluciones incluso socialistas como el Presidente indio Morales ha dejado caer. Hay otro mundo, Asia es ahora el centro y con Asia están todos ellos, excepto parte del Caribe y Centroamérica, muy bien posicionados. Son además BRICS y no solo Brasil, Venezuela y Argentina lo son, Colombia apunta a serlo, igual que Perú. Pero también Bolivia ya no es lo que era, ni lo que cuentan en el Reino de España.
Por cierto España -si ha sido nombrada-, lo ha sido en calidad de antigua potencia colonial, en profunda crisis. Ni una palabra para la Cumbre Iberoaméricana. Ni un recuerdo para el Borbón. Ahora lo hispano en el mundo son ellos. Lo mestizo culturalmente ya emergido.
El cambio del mundo se ha notado tanto que los representantes del viejo, allí, han pedido apoyo a sus hermanos. Por ejemplo se ha abordado la lucha contra el narcotrátifico y se ha aprobado una declaración al respecto. Hay de hecho comisiones de inteligencia trabajando al margen del Plan Colombia, que incluyen a Colombia.
Haití ha reconocido lo mucho que le debe a Cuba, y allí -en la CELAC- se ha reparado la injusticia que aquí, en Europa, jamás se menciona. Se ha reconocido la gran labor humanitaria de la isla antillana. Cuba no hace cooperación con lo que le sobra, sino con lo que tiene. En este sentido existe, y se va a profundizar, una cooperación latinoamericana especialmente activa con el Caribe.
Pero el magnífico ex tupamaro, Pepe Múgica, ha dicho alto y claro, que no será un camino de rosas, que empezando por el «próximo al hoyo» todos se dejarán la vida en la construcción de la Patria Grande. Será un arduo trabajo, en el que se pondrán trampas e inconvenientes y que exigirá implicar activamente a la inteligencia y a los pueblos.
Hugo Chávez ha presidido en la patria de Bolívar uno de los sueños del Libertador, y cierto es que le ha salido bien. Ha demostrado talla de estadista, ha sacado el socialista que lleva dentro, ha arremetido contra las derechas y el neoliberalismo y al mismo tiempo ha tratado con mimo y pericia a México, Colombia y Chile. Honduras, no estaba en condiciones de nada, más que de buscar reconciliación y ayuda y Daniel Ortega se la ha brindado.
Hay personas que, por lo que representan, no pasan desapercibidas, pero también porque con su apoyo a la CELAC la consagran, y son Dilma y Cristina, quienes el día antes del inicio sellaban su eje con Venezuela, con Chávez. La sintonía argentina-venezolana es innegable, y Brasil está ahí y ejerce con gran discreción y sutileza su posición de potencia dominante. Por eso ha dejado palmariamente claro que apoya la CELAC, pero también que Europa está haciendo lo contrario de lo que debe hacer, es decir empobrecer a sus pueblos y practicar un neoliberalismo, ya superado, que la hunde más en la recesión.
Raúl Castro, desde la discreción y el comedimiento, tuvo un discurso magistral, al igual que Pepe Múgica.
Ahora quedan cosas que la troika deberá consensuar y preparar, y la dirección del CEPAL que ha quedado está compuesta por Chile, Cuba y Venezuela. Creo que con eso está todo dicho.
Suerte a los pueblos a América Latina y el Caribe. Su suerte será la de los pueblos de Europa, la del Estado español y la de África.
Sugiero que en el Estado español habría que comenzar a exigir un cambio de política exterior o nos quedamos fuera del mundo que llega. Si una idea ha quedado clara es que ellos, el CEPAL y los emergentes, están en el dialogo Sur/Sur.
Carlos Martínez García es ex presidente de Attac España y analista político de la Fundación CEPS
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rCR