Según el diario turco Daily Hürryet, que cita al alemán Bild, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, ha advertido que puede haber un golpe militar en Grecia por la creciente ola de malestar social ante los draconianos planes de austeridad impuestos por el gobierno. A Grecia no le queda más camino que […]
Según el diario turco Daily Hürryet, que cita al alemán Bild, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, ha advertido que puede haber un golpe militar en Grecia por la creciente ola de malestar social ante los draconianos planes de austeridad impuestos por el gobierno. A Grecia no le queda más camino que retirarse del euro, pero esta situación complicaría a toda Europa y a toda la banca mundial. Por eso que la tesis de que sea Alemania la que abandone la eurozona para salvar a la moneda única tiene mucho sentido.
Grecia se encuentra bajo una enorme presión producto del hinchamiento de la deuda pública hasta los 340 mil millones de euros. La troika que comprenden la UE, el FMI y el BCE están presionando a Grecia con un riguroso programa de privatizaciones y ha obligado a todos los partidos políticos para aprobar más medidas de austeridad y reformas que han provocado protestas violentas en las calles. Los recortes de gasto en los servicios civiles se consideran exagerados y la austeridad está hundiendo aún más a la economía. Como única salida, la troika UE/FMI/BCE sólo propone la vía de las privatizaciones, lo que recrudece aún más la furia callejera.
El viernes 27 las cadenas de TV y radio se volcaron anunciando la convocatoria de concentración en la enorme plaza Syntagma (Pl.de la Constitución) donde desde hacía varios días acudían un grupo de españoles en solidaridad con el 15-M consiguiendo atraer sólo a algunos griegos, sin embargo ese día la plaza literalmente ¡se colapsó! con decenas de miles de personas (algunos medios griegos decían superar los 100.000) y lo mismo ocurrió en Salónica y Patras. Desde entonces la plaza está permanentemente ocupada, con acampada incluída. En http://www.star.gr/ellada_
¿Por qué semejante cobertura mediática?
¿Pensaron acaso que un movimiento 15-M en Grecia podría «enfriar» la caldera revolucionaria, a punto de estallar, de la rebelión popular que en dos años se han llevado a cabo 10 huelgas generales y se prepara la undécima?
Esta es la inquietud del poderoso Partido Comunista de Grecia (el KKE). En una entrevista con la emisora «Real Fm», la dirigente comunista Aleka Papariga, respondiendo a una pregunta en relación a los intentos del 25 de mayo en diversas ciudades griegas de movilizaciones organizadas como las que están teniendo lugar en España, señaló entre otras cosas que:»Nosotros, por nuestra naturaleza como partido, siempre vemos con simpatía – y te digo esto con toda sinceridad – los intentos de la gente a encontrar la manera de expresarse. Lo espontáneo siempre existe y se desarrolla sobre todo cuando al mismo tiempo existe la actividad política consciente, lo espontáneo nunca opera en el vacío«.
Simpatía, pero también reticencia: «La forma que tiene el trabajador de demostrar su fuerza, es la huelga, porque tiene que superar su miedo al empleador. Es mucho más fácil reunirse en las plazas /…/ ciertos enemigos jurados del movimiento están promoviendo esto como algo importante e ideal en oposición a la huelga. Esto es negativo» .
Afortunadamente, la comprensible reticencia del KKE no ha sido corroborada por los hechos.
Difícil responder. Lo cierto es que tras la sorprendente cobertura mediática y la no tan sorprendente respuesta ciudadana, la Plaza Syntagma se ha convertido en una especie de «Instituto Smolny» — aquel centro escolar tranformado en cuartel general por los bolcheviques para dirigir la revolución de 1917 –, desde estos espontáneos «smolnys» se impulsan movilizaciones, se coordinan luchas, se prepara la huelga general. «Syntagma» y otras plazas funcionan como «cuarteles generales» de rebeldía popular, unitarios, abiertos, democráticos, asamblearios, que están haciendo trabajar al unísono a militantes de organizaciones políticas y sindicales rompiendo sus añejos sectarismos y sobre todo, dándole protagonismo a una amplia capa de la ciudadanía sin una ideología definida y sin afiliación política pero capaces de comprender la realidad y formular propuestas sensatas y revolucionarias.
Grecia está siendo utilizada como laboratorio por «la Troika» (FMI, el BCE y UE), intentando llevar cabo un experimento consistente en culminar en un país determinado una exhaustiva eliminación del sector público, la privatización de todos los servicios, la liberalización total del mercado laboral, el situar los salarios y condiciones laborales al nivel «competitivo» del tercer mundo, la reducción drástica del empleo público, etc. Pero, se han encontrado con una resistencia popular inesperada. El experimento se les ha «ido de las manos». Los recursos «democráticos» (convocatoria de elecciones, alternancia de partidos en el gobierno, promesas de que apretándose el cinturón saldrían de la crisis, o promesas de rebajar el IVA situado en la actualidad en el 23%, etc.) no han funcionado.
El primer ministro socialista Papandreu para atraer la nueva «ayuda» financiera del FMI condicionada a acentuar las medidas de recortes sociales y laborales, ha lanzado una gigantesca ola de privatizaciones, echando de carnaza a los capitalistas de todos los países «los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, el agua de Atenas, los hipódromos, las telecoms y el Correo».¡Incluso se habla de privatizar las playas! Pero, como analizaba ayer Vicenç Navarro en su clarificador artículo ¿A quién se ayuda en Grecia? ( Rebelión 02.06.2011). « Estas medidas, junto al descenso de los salarios (que está implicando un descenso muy marcado del nivel de vida de sus clases populares), hacen que esta «ayuda» se perciba más como un castigo (por su supuesta indisciplina) que no como una «ayuda».
Por eso ahora en Grecia la preparación de la undécima huelga general ya no la hacen únicamente los sindicatos, es impulsa también por la ciudadanía desde las asambleas que ocupan permanentemente las plazas de 69 ciudades griegas http://real-democracy.gr/el/%
En España, exigimos «Democracia real YA» y, sin apenas darnos cuenta, de una exigencia se está pasando a una realidad. Lo que está ocurriendo en las asambleas de las plazas de ciudades, barrios y pueblos es YA un ejercicio de democracia REAL, antitética de la simulada en el Parlamento. Antítesis que anuncia y prefigura la difícil coexistencia de una dualidad compuesta por arriba, por una «democracia» oficial, falsa y anquilosada, y por abajo y pegada a la realidad de los ciudadanos, otra democracia, real, viva y prometedora. Una dualidad que el horizonte se vislumbra como antesala de lo que en los manuales de la revolución aparece como «situación de doble poder»
En Grecia, las cosas han ido y van más rápido que aquí, es significativo que los ocupantes de la Plaza Sintagma hayan por un momento paralizado el Parlamento griego, bloqueándolo físicamente. De momento es sólo un gesto, pero un gesto simbólico de «doble poder». Una asamblea popular en pugna con un parlamento burgués.
La «versión griega del 15-M», (ocupaciones masivas de plazas, asambleas populares, como complemento y vigorización de un pre-existente movimiento de rebeldía popular) está abriendo las puertas a una situación revolucionaria. La Historia nos enseña que en tal caso las clases dominantes siempre han tenido dos recursos para hacer frente a la revolución que se les viene encima: la primera es convocar elecciones y si ésta es inviable, o no causa el efecto deseado, no les queda más recurso que el Golpe de Estado.
Las «advertencias» de la CIA puede que sean falsas, que simplemente se trate de un «globo sonda» para tantear el terreno, o para atemorizar. En cualquier caso, está claro que poner freno a la voracidad capitalista escudada tras la crisis, creará situaciones de alto riesgo para «su» sistema a nivel europeo. Por solidaridad y por eficacia serán necesarias acciones conjuntas entre países, empezando por los PIGS, que por ser los más vulnerables son los que más necesitan aunar fuerzas y «tirar» del resto de Europa. Si se llega a la convocatoria de una huelga general europea convocada por la burocratizada CES (Confederación Europea de Sindicatos) como prometió su recién elegido presidente Fernández Toxo «Queremos situar el desarrollo de la huelga europea como herramienta al alcance de los trabajadores para usarla cuando sea necesario», no será más que «un cumplir» para calmar los ánimos y asegurar su clientela. Nada que ver con lo que supondría una huelga supranacional impulsada por asambleas populares y de centros de trabajo.
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